De su relación con el madridista Karim Benzema en los bleus, subraya que se aprecian y que «es mucho más fácil crear una conexión en el campo cuando eres amigo. Uno y otro tenemos ganas de brillar, de ayudarnos a marcar goles. ¡Y eso funciona!». Para Mbappé sería «fabuloso» poder ganar el Mundial de Catar el año próximo, que sería el segundo consecutivo para Francia, y considera que «no hay ninguna razón para no intentarlo. Es la ocasión para dejar nuestros nombres grabados para siempre en la historia».
Aunque ya no tiene ídolos, le producen admiración otros deportistas que han hecho historia también en diferentes disciplinas como el tenis y el baloncesto, porque sabe lo que hay detrás de sus éxitos en términos de sacrificios y de esfuerzos. Pone el ejemplo del los tenistas Rafael Nadal y Roger Federer, con los que ha tenido ocasión de hablar cuando ha ido a verlos en el torneo de Roland Garros. «Admiro a esos campeones que han sabido estar al máximo durante muchos años. Tener esa regularidad no es algo que pueda hacer todo el mundo».