Así es Magnus Carlsen, el Mozart del ajedrez que no encuentra rival

DEPORTES

YOSHUA ARIAS

El noruego se eleva como la mayor leyenda de la historia sobre el tablero tras conquistar ante Niepomniachtchi su quinto título mundial consecutivo

11 dic 2021 . Actualizado a las 09:16 h.

Henrik y Ellen, los padres de Sven Magnus Oen Carlsen (Tonsberg, 1990), fueron conscientes muy pronto de sus habilidades nemotécnicas. Con apenas cuatro años, se había aprendido los nombres y la población de los 430 ayuntamientos que conforman su Noruega natal. Allí sus partidas han sido retransmitidas en directo por el canal público NRK con audiencias que han superado a las de la selección de fútbol. Carlsen consiguió ante Niepomniachtchi, al que doblegó con una puntuación de 7,5 a 3,5 en la undécima partida de las 14 previstas, por quinta vez el título de Campeón del Mundo de ajedrez lo que le convierte, probablemente, en el mejor jugador de la historia.

«Ser campeón del mundo se ha convertido en una parte de mi identidad. En realidad, lo que me importa no es el título, sino que lo tenga otro», reveló Carlsen a la revista Time. «No siento ningún tipo de lástima por mis rivales». Ese perfil depredador ha sido la tecla. «Es muy difícil motivarlo. Le digo que, si bien más arriba del número uno no hay nada, por debajo hace mucho frío», reconoció Henrik, un ingeniero apasionado del tablero que le dio, a los cinco años, las primeras nociones. El niño Magnus no mostró entonces especial interés por el ajedrez hasta que vio a su padre jugar con su hermana Ellen. Ahí su afán competitivo desbordó.

El año sabático sin colegio

Carlsen era entonces un niño con serios problemas de adaptación escolar. Se aburría en clase y sus compañeros se burlaban de él. Sus padres optaron, como terapia, por tomarse un año sabático para viajar con él y que jugara al ajedrez. Recorrieron parte de Europa visitando lugares que consideraban culturalmente interesantes a la vez que el pequeño participaba en torneos.

Con 13 años y 4 meses, Magnus se convirtió en gran maestro. Un mes antes, en un torneo de partidas rápidas en Reikiavik, había sido capaz de derrotar a Karpov y hacer tablas con Kasparov. Antes de la partida, hizo tiempo en una butaca leyendo un cómic del Pato Donald. A los 18 años fue por primera vez número uno, y con 22 logró su primer título mundial al derrotar al indio Viswanathan Anand. El Washington Post lo apodó El Mozart del ajedrez.

«Mezcla a Karpov con Fischer»

En enero del 2013, Carlsen había batido ya el récord histórico de Gari Kasparov al establecer en 2.861 —diez puntos más que el ruso— la nueva marca mundial de ajedrez. No ha tenido rival desde entonces. Un año después de lograr el título ante Anand revalidó el cetro también ante el indio. La expectación en Noruega fue tal que el principal banco del país bloqueó en todas sus sucursales las páginas de internet que retransmitían sus partidas tras certificar que la productividad de sus trabajadores se había desplomado. Carlsen retuvo su corona en el 2016 ante el ruso Sergey Karjakin y en el 2018 ante el estadounidense Fabiano Caruana.

«Es la mezcla de Karpov y Fischer», lo definió Kasparov con el que pasó un año de aprendizaje. De Karpov, tiene su comprensión del juego y un repertorio enorme de aperturas. Presume de elegirlas en apariencia inofensivas. De Fischer, su espíritu lúdico y ambicioso. «Mi principal problema es el control de mis emociones, debo trabajar seriamente la preparación psicológica», reveló tras conquistar su tercer título. El tiempo demuestra que lo logró. Ante Nepo, al que conoce desde el 2002, cuando ambos coincidieron en el Mundial sub-12, además de revalidar el título, Carlsen ha ganado más de un millón de euros.

Jugó al fútbol, es la imagen de marcas de lujo y se embolsó millones en la pandemia

La pandemia obligó el pasado año a suspender la gran mayoría de las competiciones presenciales de ajedrez, pero a Carlsen no le pasó factura. El noruego se abonó a los torneos online, y así logró nueve de los diez campeonatos que conquistó en el 2020 con los que se embolsó casi medio millón de euros.

Carlsen ha sabido adaptarse a una tecnología de la que receló en sus comienzos. De hecho, en su formación como ajedrecista el uso de computadoras y bancos de datos fue, para él, algo tardío y secundario. «Utilizo el ordenador para el análisis pero creo que hay cosas que solo se ven ante el tablero», contó al semanario Die Ziet.

Los contratos publicitarios le han supuesto a Carlsen en estos años varios millones de euros. La firma holandesa de ropa G-Star le ofreció ya en el 2010 convertirse en embajador de la marca, un acuerdo que ha ido revalidando desde entonces. Desde el 2015, ha prestado también su imagen a Porsche en varias ocasiones. En su primera campaña, compartió escena con Muhammad Alí y María Sharapova.

Pese a su carácter retraído, Carlsen ha hecho sus pinitos en la televisión norteamericana, en programas como 60 Minutes y The Colbert Report. Aficionado al fútbol —confeso seguidor del Real Madrid— Magnus jugó como lateral izquierdo en el Fremad Famagusta, un modesto equipo de la sexta división noruega.