El exjugador celeste acaba de firmar por el Portonovo, de Preferente, donde espera reengancharse para «volver a disfrutar de un deporte maravilloso»
11 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Dani Abalo (Vilagarcía, 1987) deja atrás su pasado en la élite del fútbol para volver a sus orígenes. Después de rozar el éxito en la Champions regresa a Preferente de la mano del Portonovo y de un grupo de amigos con los que espera disfrutar y «volver a reengancharse a este deporte tan maravilloso y que tanto me dio». A sus 34 años, su carrera ha sido una montaña rusa de emociones, donde el Celta está siempre presente. Hace unas semanas reconocía que lo mejor de estar sin equipo era poder ir a Balaídos cada fin de semana. Lo sigue pensando. Y a pesar de que su nuevo equipo juegue el domingo, seguirá haciendo lo imposible (como la semana pasada) para asistir.
Abalo necesita que el fútbol lo vuelva a mimar. Eso es lo que se desprende de sus palabras cuando habla de su pasado más reciente. «Venía de una época en la que no había jugado mucho o no lo había hecho bien en el Racing de Ferrol. Yo sé lo que es jugar en Preferente porque empecé aquí y tanto en los equipos grandes como en los pequeños se intenta disfrutar del fútbol», apunta el jugador de Vilagarcía. Ese es su único objetivo en estos momentos, da igual en la categoría que juegue porque lo que tiene claro Dani Abalo es que sus prioridades han cambiado. Después de llegar a jugar hasta en la liga búlgara, solo quería estar cerca de casa.
La oportunidad deportiva tenía que ser junto a los suyos. «Me salió la posibilidad de entrenar con el Portonovo para ponerme en forma y me ofrecieron jugar sin ningún tipo de compromiso. En el caso de que tenga una oferta mejor, me podría ir sin problema», explica Dani, que reconoce que solo dejaría todo por el Celta, un equipo que años después sigue siendo el suyo: «Tengo la espinita de no haber triunfado en él, de no haberme hecho un hueco en el equipo en Primera». Ese pasado ya no le duele, pero no puede olvidarlo. «Venía de una etapa muy buena donde jugaba todo hasta que llegó un entrenador que de un momento a otro me lo quitó. Fue difícil de asimilar y un golpe muy duro, al que yo tampoco fui capaz de darle la vuelta. Me fue machacando poco a poco hasta que acabé saliendo del equipo», explica. Dejar Vigo fue lo que más le dolió. A pesar de ese golpe, se levantó y siguió su carrera en Europa antes de regresar a España y jugar en Segunda B. Así que bajar ahora a Preferente no será un cambio tan grande. «Ya sé lo que es jugar en esta categoría, son equipos y campos humildes, pero en todos se juega al fútbol», indica el excanterano celeste.
Está empezando a recuperar la ilusión. «Estoy más animado, el vestuario me acogió bien y juego con buenos amigos. Lo importante en el fútbol es estar concentrado y bien de cabeza», explica Abalo, que a pesar de los altibajos de su carrera, todavía no estaba en sus planes colgar las botas. Rechazó ofertas de Tercera División porque en su vida la ambición está ya en un segundo plano, antes quiere volver disfrutar, a reengancharse.