¿Cuánto cuesta un partido de la Copa del Rey?

La Voz

DEPORTES

Kiko Huesca

Así se organiza y se vive, desde dentro, un partido frente a un equipo de Primera División en el torneo del k.o.

03 dic 2021 . Actualizado a las 10:41 h.

25.000 euros en infraestructura, casi 200 efectivos para garantizar la seguridad y 2496 aficionados que vibraron por la Copa. La anécdota, los vendedores ambulantes de gradas. Así se organiza y se vive, desde dentro, un partido frente a un equipo de Primera División en un municipio de 13.000 habitantes.

El San Agustín de Guadalix acogió este jueves el partido de Copa del Rey frente a Osasuna. EFE habló con el presidente del club, el alcalde del municipio y el concejal de seguridad para analizar lo que supone organizar un evento así. El fútbol modesto también saca músculo.

San Agustín de Guadalix vivió su particular Bienvenido, Míster Marshall. El pueblo, situado en la sierra de Madrid, acogió al Osasuna. El reto, con mayúsculas, fue todo un desafío a nivel infraestructuras. Juan Manuel García, presidente del club desde hace 17 años, aseguró que desde que jugaron la eliminatoria con el Mora, de Castilla la Mancha, entraron en «un pequeño laberinto de preparación y organización».

García, la semana del choque, atendió a EFE para desengranar un evento comparable, a nivel local, con la llegada de una estrella del rock a la ciudad: «Es algo que nunca se ha visto y posiblemente no tengamos muchas más posibilidades de que pueda ocurrir». «Desde la Federación Española de Fútbol vinieron a ver el estadio y el alumbrado», aseguró el presidente, para luego agregar: «Después, nos mandaron una serie de cosas que había que añadir. Desde ese momento el Ayuntamiento se puso manos a la obra». El club ya había cambiado hace dos temporadas el césped y, la pasada, el alumbrado por uno LED, comentaba el presidente, orgulloso, durante la visita a las instalaciones.

«El pueblo y los vecinos están muy contentos», advirtió. La emoción de recibir una cita histórica, el principal motor de los organizadores para albergar el partido. El club, fundado en 1987, tiene como mayor hito deportivo un ascenso a tercera división. «Lo estamos disfrutando como todos, aunque nosotros con nuestro trabajo. Vamos a tratar de hacer un evento inolvidable para San Agustín», aseguraba.

Toda una fiesta para el fútbol humilde. «El pueblo está ilusionadísimo. Muy enchufado y expectante con el partido», advertía Roberto Ronda, alcalde de San Agustín de Guadalix. Sin embargo, la ilusión, tiene un precio: «Aproximadamente 25.000 euros, es la cifra que tenemos sobre la mesa» explicó Ronda sobre lo que supone, en lo material, acoger el enfrentamiento. «Una vez llegas a esta ronda de la Copa del Rey los requisitos de la Federación son importantes y sobre todo si quieres meter más espectadores de los que caben habitualmente en la instalación», advertía Ronda.

Los gastos, pese a que las instalaciones son públicas, corren a cargo tanto del ayuntamiento que «asume una parte importante», como del club que «hará un pequeño esfuerzo» con una fracción de lo cosechado en la ronda anterior, en torno a unos 25.000 euros, cuantía estipulada en la iniciativa ‘Impulso 23’ aprobada por la Real Federación Española en el 2019. «Es un evento que afecta no solo al equipo sino que a todo el pueblo, creo que es una cosa histórica que no creo que volvamos a vivir en San Agustín y tenemos que estar ahí», afirmó el alcalde.

Mariano Baonza, concejal de seguridad, industria y medio rural, detalló cómo fue el dispositivo de seguridad y el trabajo para ampliar el aforo. 80 guardias civiles, 18 policías municipales, 30 miembros de seguridad privada, 32 trabajadores de protección civil, dos ambulancias, una UVI móvil y ocho miembros de personal sanitario formaron parte del dispositivo, aseguraba esta semana para EFE. El ayuntamiento también puso en marcha una unidad de vigilancia aérea con drones.

Respecto al aforo, se montaron dos gradas de 1312 y otras dos de 404, que se sumaban a las casi 400 localidades fijas. Una de las anécdotas de la eliminatoria, la forma en la que consiguieron las tribunas supletorias. «El día del sorteo ya había empresas en la puerta de la Federación, que, como evidentemente sabían que había sitios -como nuestro municipio- que no tenían gradas, daban tarjetas allí», confesó Baonza.