Red Bull ha llegado tarde a esta recta final de temporada en ese aspecto. Mientras Hamilton cambió el motor para Brasil y acabó arrasando, Verstappen lleva jugando con las unidades de potencia ya usadas en las carreras que se han disputado. En Honda confían en aguantar, si bien son conscientes de que es un riesgo. Entra aquí la gran incógnita, que posiblemente no se resuelva hasta este mismo viernes: ¿compensa cambiar motor y penalizar, lo que obligaría a Verstappen a pasar al ataque pese a ser líder del campeonato con ocho puntos, o es mejor cruzar los dedos para que la mecánica les respete e intentar sujetar a Hamilton? Lo que parece claro es que quien gane en Arabia tendrá mucho a su favor. Incluso se puede dar un resultado que sería el soñado para cualquier aficionado: si Hamilton gana y Verstappen es segundo con la vuelta rápida, llegarían empatados a puntos al GP de Abu Dabi, última carrera del año.
En medio de la lucha por el Mundial puede haber varios actores secundarios. Los propios Sergio Pérez y Valtteri Bottas, compañeros de los candidatos al título, serán dos alfiles en esta partida de ajedrez que pueden decantar el jaque mate a un lado u otro. Y entre los pilotos y equipos que no están metidos en la vorágine, no se puede dejar fuera a Carlos Sainz o Charles Leclerc, envueltos en su propia pugna interna por ver quién va a ser el primer piloto de Ferrari al final de 2021. El madrileño, de momento, ya es el primer debutante en la historia de la Scuderia en acumular 20 carreras consecutivas sin abandonar. Que no se rompa la racha.