El equipo de Prades, que afronta su primera gran cita al mando, es el anfitrión y aspira a todo, pese a que no parte como favorito
01 dic 2021 . Actualizado a las 10:54 h.El Mundial de balonmano femenino de España, que se celebra en las localidades de en Llíria, Castelló, Torrevieja y Granollers echa a andar hoy con la selección anfitriona como una de las grandes incógnitas. Esta cita será la puesta de largo al frente del combinado nacional de José Ignacio Prades, entrenador del Guardés y uno de los tres integrantes del combinado nacional con vínculos con Galicia. Porque entre sus elegidas están la jugadora de Valdoviño Alicia González, que es duda por molestias, y la alicantina Paula Arcos, que está a las órdenes del seleccionador también en el conjunto de A Sangriña.
España llega a esta cita sin un puesto a priori entre las favoritas. Sus precedentes inmediatos, marcados por la irregularidad, impiden que se le pueda colocar esa etiqueta, pero el equipo no cierra puertas a la posibilidad de luchar por las medallas. Máxime, cuando sobre el papel tienen un camino relativamente sencillo para avanzar en esa dirección. Sus rivales en la primera fase son Argentina —contra la que debutan hoy mismo, a las 20.30 horas—, China y Austria.
En caso de cumplir los pronósticos y solventar esos obstáculos, el billete para cuartos debería estar en juego frente a Croacia o Brasil, ya que saldría del grupo que estas componen junto a Japón y Paraguay. España debe pasar página tras unas últimas actuaciones —el Europeo del 2020 y los Juegos Olímpicos de Tokio— en las que no cumplieron las expectativas y mostraron una gran irregularidad incluso dentro del mismo partido.
Esas dudas desembocaron en el cambio de seleccionador, si bien Prades era el segundo de Carlos Viver y su elección no supone una ruptura con lo anterior, sino más bien una apuesta por la continuidad. Pero, sin alterar las líneas maestras, el alicantino sí ha introducido cambios. Las dos novedades con respecto a los Juegos son la pivote Kaba Gassama y la lateral Irene Espínola, complementos para una Lara González a la que pretende dar más protagonismo en la faceta ofensiva.
Más responsabilidad que presión
Prades se mostró ayer en una entrevista a Efe «seguro de que las chicas van a hacer un buen mundial». Comenta prefiere «hablar más de responsabilidad que de presión» y, aunque no quiere pensar en las medallas, sí admite que ve al equipo «llegando muy lejos si logran disfrutar sobre la pista». A priori, la meta es llegar a los cruces donde se decide si optarán o no a estar ene el podio. Para eso, es consciente de que necesitan «perder menos balones y ser más regulares».