Bagnaia y Ducati brillan en la emocionante despedida a Rossi

Borja González COLPISA

DEPORTES

AFP7 vía Europa Press

El italiano encabezó el primer pleno de la firma roja en un podio de MotoGP junto a Jorge Martín y a Jack Miller, en un día marcado por el adiós definitivo del Doctor, que fue décimo

14 nov 2021 . Actualizado a las 19:19 h.

La cuarta victoria de Pecco Bagnaia y lo que esta apuntala su candidatura al título de MotoGP en el 2022. El segundo puesto de un enfermo Jorge Martín que le confirma como el mejor debutante en la clase reina del curso que acaba de terminar. El tercer puesto de Jack Miller que cerró un podio completo de Ducati, en el que es el primer triplete de la marca italiana en la clase reina. Pero, por encima de todo, la despedida de Valentino Rossi, décimo en su última carrera en el Mundial.

Todo esto dejó un emocionante final de temporada con las gradas del Ricardo Tormo llenas con algo más de 76.000 espectadores, otra noticia, el primer gran premio español con pleno en las tribunas, en un segundo año marcado por la pandemia en el que sólo Silverstone y Austin permitieron el acceso libre de los aficionados. Un domingo presidido por el amarillo de Rossi, protagonista absoluto después de la caída de la bandera a cuadros, en un paseo triunfal de regreso a su box sin estridencias, en un estilo llano muy del astro de Tavullia, especialista en presentarse como un tipo normal que no ha dejado de disfrutar de los 26 años de una carrera única pero a la que siempre ha recorrido un halo de cercanía con el motero clásico, en un deporte tradicionalmente muy alejado del elitismo.

Rossi cerró su historia y lo hizo viendo cómo en lo más alto del podio de Cheste uno de sus pupilos, Bagnaia, se hacía con el triunfo en la última carrera del 2021, usando uno de sus míticos cascos, el que utilizó en el 2004 cuando se hizo con su primer título con Yamaha, uno de sus éxitos más sonados en una apuesta al todo o nada tras abandonar la todopoderosa Honda para embarcarse en un proyecto cargado de dudas, con una moto muy poco competitiva.

Bagnaia necesitó quince vueltas para colocarse al frente de una carrera que desde su inicio estaba siendo dominada por Martín, el autor de la pole. El madrileño se había pasado media noche sin dormir por culpa de una gastroenteritis, pero aún así volvió a demostrar por qué ha sido el mejor novato de motoGP. «Ayer cuando volví de cenar me dolía mucho la tripa y no podía dormir», explicaba Martín tras una carrera en la que firmó su cuarto podio del año. «Está claro que algo me sentó mal y he pasado cuatro o cinco horas vomitando sin poder dormir. A las cuatro de la mañana conseguí contactar con mi padre que me trajo medicinas y pude dormir dos o tres horitas y después del warm up otra hora más. No sé qué hubiera hecho habiendo descansado bien, porque me notaba muy débil sobre todo antes de la carrera», añadía el ocupante del segundo cajón del podio en Cheste.

Un adelanto del 2022

Brillaron Bagnaia y Martín y brilló en general Ducati, que cerró su gran día con el tercer puesto de Miller, en una carrera en la que la mayor amenaza les llegó de las Suzuki. La del campeón Joan Mir primero, aunque el mallorquín se quedó a medio camino y no pudo pasar del cuarto puesto en un domingo en el que aparecía como uno de los favoritos; y la de Alex Rins, que rebasó a su compañero de equipo para meterse en la pelea por el podio y que por enésima vez falló y se fue al suelo, esta vez en la vuelta 11 de 27, dejando el camino franco a una Ducati que confirmó con esto por qué está considerada como la mejor montura de la parrilla, esa con la que tratarán de dar el siguiente paso, el de ganar el título de pilotos. Un objetivo para el que Bagnaia partirá en 2022 como el mejor posicionado tras lo mostrado este año.

«Espero que la moto del próximo año sea aún mejor que esta, aunque la verdad es que esta ya es muy buena, es una moto perfecta en estos momentos. La hemos mejorado mucho», reconocía el ganador en el Ricardo Tormo, un trazado en el que Ducati sólo había vencido tres veces en 23 años, la última en 2018 y bajo la lluvia con Andrea Dovizioso. «Sin duda en el 2022 comenzaremos con otro nivel de confianza, porque ahora ya sabemos que podemos ganar», aceptaba Bagnaia, satisfecho también por llegar a lo más alto en el día del adiós de su mentor, Rossi, que, deportivamente hablando, se retiró con un más que digno décimo puesto. «Es increíble terminar entre los diez mejores del mundo», resumía un piloto de 42 años que ha marcado una época combatiendo con pilotos de muchas generaciones distintas y ha dejado en el camino una huella imborrable.