La maleza y las enfermedades se alzan como los principales problemas
18 oct 2021 . Actualizado a las 18:44 h.La temporada de caza menor en Galicia echó a andar este domingo con ganas e ilusión entre los apasionados de este deporte luego de un 2020 en el que estuvieron muy condicionados debido a las restricciones de movilidad por la pandemia. No obstante, los resultados no fueron los esperados. Desde los tecores y la federación gallega dieron cuenta de la escasez de conejos, sobre todo, bien por el mal cuidado de los terrenos o por las distintas enfermedades. También se acusó especialmente la falta de perdices que, por estas fechas, encuentran refugio en los campos de maíz. Al contrario, en algunas zonas notaron un repunte de liebre, aunque para todo hubo excepciones según las zonas de mayor afición de la comunidad.
Deza
En la comarca dezana, los cazadores detectaron una elevada mortandad de conejos. «Non sabemos que enfermidade lles veu, porque están intactos», apunta Rubén Quintá, desde la sociedad de caza de Rodeiro. La presencia de perdiz también fue modesta, pero en cambio liebre hubo en abundancia. Desde Silleda, Daniel Souto también constata la escasa presencia de conejos.
Ourense
Por su parte, en Ourense notaron los resultados de llevar a cabo una buena gestión de los montes en los meses previos con las acciones de limpieza necesarias, según explicó el responsable de la delegación federativa de caza, Antonio Reinoso. Fue en estos territorios en los que se mantuvieron los índices de captura de conejo, mientras que también llamó la atención el repunte de la liebre en las zonas idóneas para su crecimiento.
Costa da Morte
En la Costa da Morte también hubo un balance positivo del arranque de la campaña, según explicó Rubén Chouciño, que caza en el coto de San Miro, en Malpica. La cantidad de animales que pudieron ver no estuvo «nada mal»: «Perdices levantei abondas, pero saíronme a destiro. O resto de grupos conseguiron dúas ou tres pezas cada un». En el tecor de Vimianzo, Juan Fermín y sus compañeros movieron diez conejos y mataron dos, y también se hicieron con ejemplares de liebre, faisán y perdiz. En Fisterra, en cambio, la lluvia y la niebla obligaron a muchos a quedarse en casa, aseguró Juan Pereira, responsable del coto fisterrán.
Barbanza
De similar forma a la Costa da Morte sucedió, asimismo, en Barbanza. Juan Fontán, de la Sociedade de Cazadores de Porto do Son, augura una temporada muy floja: «O coello e a perdiz non están agarrando con forza, e os montes están cheos de maleza». Mismo sentir manifestó Juan Domingo Castillo, de la Sociedade de Caza e Pesca Barbanza.
A Mariña
En A Mariña, muy pocos se animaron a salir debido a que «a caza menor nesta zona é case inexistente», comentó el presidente de la asociación El Azor, Ramón Canoura. «A arcea é un animal migratorio, depende do frío e das xeadas e, ao non haber cultivos de millo ou cebada, apenas hai ese tipo de animais aquí», añadió.
Ferrol
Víctor Fernández, que asumirá la vicepresidencia del tecor de Ferrol, habló de «ganas» entre la gente de otros ayuntamientos que se desplaza a esta zona debido al levantamiento de las restricciones, pero, a la vez, puso sobre la mesa los problemas de los montes, que requieren de una gran trabajo por parte de las entidades (la suya soltó cien faisanes y 250 conejos e invirtió 2.500 euros en desbroces), así como de la falta de relevo generacional debido, en gran parte, a las normas vigentes.
Sin grandes cambios en las normas, más allá de las relativas al lobo y al jabalí
La temporada de caza menor estará activa en Galicia hasta el 6 de enero, aunque con excepciones según la especie. La actividad cinegética mayor, en cambio, echó a andar en el pasado mes de agosto y se alargará hasta el 27 de febrero. Según explica la Federación Galega de Caza no hay grandes novedades en las normas que rigen esta práctica: «A orde é moi similar á de anos anteriores. A lei de caza é a do 2013. O número de capturas depende de cada tecor».
Ahora bien, el asunto cambia con lo que atañe a la captura de lobos y jabalíes. «Agora prohíbese a caza do lobo, aínda que en Galicia xa se desenvolveu de forma moi limitada dende hai máis de vinte anos. Polo tanto, á actividade cinexética non lle afecta. A quen si é aos gandeiros, que merecen un control especial da especie como se dou ata agora», indican los responsables de la federación autonómica, y añaden: «Co xabaril hai unha excepción importante, pois está declarada a emerxencia cinexética no 66 % da comunidade, cando o ano pasado era nunhas dimensións moito máis pequenas. Estanse dando incidencias desta especie importantes e as medidas deberían de dar resultado».
Por otro lado, la Consellería de Medio Ambiente recuerda que de forma general los días de la semana en los que se permite este deporte son los jueves, los domingos y los festivos de carácter estatal o autonómico. La caza está prohibida en los terrenos quemados durante un determinado período, así como en otros de protección especial. En este sentido, la provincia de A Coruña tiene 26 zonas limitadas, en tanto que la de Lugo, diez; la de Ourense, siete, y la de Pontevedra, once.
«Corren tiempos bastante malos para la caza menor»
Javier Nogueira Diz, presidente de la Federación Galega de Caza
El presidente de la Federación Galega de Caza, Javier Nogueira Diz (Pazos de Borbén, 1965), salió a cazar este domingo a una zona en Fornelos de Montes que visita desde hace unos veinte años. Reconoce que fue una jornada «bonita», aunque con el matiz de que «las piezas son escasas y hay que disfrutar de lo que tenemos».
—¿Qué valoración hace del arranque de la campaña de caza menor?
—Fue similar al de otros años, pero en un tono discreto. El tiempo no fue muy perjudicial, pero corren tiempos bastante malos para la caza menor. Hay tecores que gracias a su trabajo consiguen tener resultados aceptables y otros que, aunque también trabajan, debido a las enfermedades, la deficiencia de la cría, la adaptación desigual de las propias especies que se repueblan y la influencia de los predadores, no los logran. En lo relativo a la seguridad, no se produjo accidente significativo, lo que es una satisfacción.
—¿Qué especies fueron las más capturadas?
—Como siempre, el conejo y la perdiz. También algún pombo... Incluso tuve la suerte de ver una arcea, que era algo que no me pasaba desde hace años. También se cazó alguna liebre, que parece que se está recuperando.
—La pandemia les pasó factura.
—El año pasado fue una temporada accidentada por el tema de la pandemia y las restricciones en movilidad, pero este año volvemos prácticamente a la normalidad de antes.
—¿Y qué hay de la caza mayor?
—La pieza estrella es el jabalí. Luego está el corzo, en el que hay un estancamiento incluso en las zonas de montaña.
—¿El sector tiene alguna demanda?
—La puesta en valor de la actividad cinegética, ya que es imprescindible para el desarrollo del rural.
Información elaborada con la participación de Marta López, Rocío García, Luis Manuel Rodríguez, Álvaro Sevilla, Iván Díaz, Carla Elías y Melissa Rodríguez.