Santiago Tarrío: «Mi prioridad es consolidarme en el European Tour y ganar un título»

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El jugador gallego, número 90 del mundo, disputa desde hoy el Open de España, el tercero de sus cinco citas seguidas del Tour

06 oct 2021 . Actualizado a las 23:34 h.

En el 2016 era el jugador número 1.865 del mundo; y en enero, el 355. Hoy Santiago Tarrío (Touro, 1990) prolonga su progresión de los cinco últimos años en el puesto 90 del ránking de golf. El lunes, a punto de viajar en coche a Madrid, con su pareja y cadi, Noelia García, atendió a La Voz. Encara desde hoy (9.10) en el Open de España del Club de Campo Villa de Madrid el tercero de sus cinco torneos seguidos en el circuito europeo. Porque, además, tiene tarjeta para el Tour del 2022, gracias a su más que consolidado liderato del segundo calendario europeo, el Challenge. Viene de fallar el corte en el Dutch Open y el Alfred Dunhill Links. «En Escocia no conocía ninguno de los tres campos tan emblemáticos donde jugué, en ese formato tan especial y con mal tiempo. Eso es un hándicap difícil de levantar, aunque quería adquirir esa experiencia para el próximo año. Desde fuera puede parecer una semana mala, pero no lo es».

—Terminará el año habiendo disputado como mínimo 23 torneos. Ha aprovechado el buen juego para cargar su calendario.

—Vas jugando bien, te ves líder del Challenge, subiendo en el ránking mundial, con la posibilidad de jugar algunos torneos en el European Tour y coger experiencia en links y en campos que no conozco... Hasta ahora solía entrar en los que dan menos premios, y no puedes dejar pasar esas oportunidades. Y quiero intentar ganar el Challenge, me parece un reto bonito [la gran final de ese circuito es del 4 al 7 de noviembre en Mallorca]. Sí, es cierto, competimos más de lo normal, el año que viene elegiré los campos que mejor me vayan o los viajes más adecuados. Unas 20 semanas.

—Es el 90 de ránking. ¿Se fija un objetivo?

—El ránking gusta, pero no es el objetivo. Si eres top 50 puedes jugar en el PGA Tour, para eso sí sirve. Pero antes y esa es mi prioridad, hay que consolidarse en el European Tour y ganar un título. Es lo que voy a intentar, dar pasos firmes y no en falso.

—Su idea es consolidarse en el Tour y ganar un título.

—Sí, intentar consolidarse y ganar algún torneo. El primer objetivo es mantener tarjeta. No podemos abarcar más.

—Ahora tiene tres torneos seguidos del tour europeo.

—Son tres torneos en casa, especiales, conozco los campos... Vamos a intentar hacer un buen papel, coger experiencia y ver a qué nivel estamos. Ahora ya probamos cosas para la próxima temporada sin renunciar a jugar bien. Villa de Madrid es un campazo que me entusiasma y creo que podemos jugar bien. Y luego Valderrama es mi campo favorito. Haber estado media temporada sin jugarme la vida es un regalo, al tener garantizada la tarjeta en el circuito europeo tan pronto. Se juega más tranquilo y se disfruta del golf. En estos próximos torneos, sin nada que perder, también se puede atacar.

—No se plantea ir al Masters de Portugal y renunciar a la final del Challenge, porque se juegan en la misma semana.

—No, salvo que en estos tres próximos torneos lo haga muy bien y me meta entre los 120 primeros de la Race to Dubai y tenga alguna opción de mantener así la tarjeta del European Tour. Lo lógico es ir a la final del Challenge: te hace ilusión recibir allí la tarjeta y despedirte de todo el mundo. Ese domingo es mi cumpleaños, habrá bastante gente viéndome, no hay corte, hay un buen dinero asegurado... Todos la quieren jugar.

—¿Esta semana en el Open de España habría preferido que le emparejasen con Jon Rahm o mejor un partido más tranquilo?

—No se juega todos los días con un número uno del mundo, me habría gustado. Trabajamos para eso, para vivir situaciones así en el futuro en partidas estelares. Cuando antes adquiera esa experiencia, mejor, es un buen test.

—¿Qué hace distinto al Tour del Challenge? ¿El nivel de los jugadores, la preparación más exigente de los campos, la expectación y lo que los rodea...?

—Que haya público o expectación, me gusta. Disputar torneos que llevas viendo toda la vida es bonito. La diferencia más grande está en la preparación de los campos, porque en el European Tour siempre es excelente, algo que no siempre pasa en el Challenge; y en uno hay 60 jugadores muy buenos y en el otro, 20, aunque tenga esa mezcla de jóvenes que empiezan más veteranos que quieren volver al calendario principal. Pero en realidad a mí lo que más me cuesta es salir de mi zona de confort, en lo que no está en el campo. Al competir pasas mucho tiempo fuera, así que necesitas estar cómodo en tu grupo de amigos para compartir viajes, hoteles, cenas... Es súper necesario. En el Tour ahora soy el nuevo, y aunque jugadores españoles como Gonzalo Fernández Castaño o Álvaro Quirós me han tratado muy bien y me hacen estar muy cómodo, me falta rodearme de más gente para estar a gusto.

—Al final es clave estar cómodo.

—Ya me pasó al pasar del Alps Tour, en el que éramos una pandilla de amigos, al Challenge. El cambio me hizo sufrir dentro del campo. Al principio hice torneos muy malos y salvé la tarjeta por poco.

—Aún no hay un calendario definitivo del 2022, pero, ¿qué cinco o diez torneos jugará seguro?

—Me encantaría entrar en los que forman parte de las Rolex Series [cuatro de las citas con más premios]. En general, disputaré los torneos que den más puntos y en los campos que más nos gusten y se adapten a mi juego. Sí o sí competiré en Wentworth, uno de los lugares más emblemáticos del golf europeo, en Valderrama y en todos los de España, el Porsche en Alemania...

Perdonar, pero no olvidar, por su injusta ausencia en los Juegos

Tarrío fue el segundo gallego en ganar un título en el Challenge Tour, después de José Antonio Salgado. «Desde que era un niño le llamo maestro, porque lo es para mí. Cuando juego en Galicia el circuito profesional siempre intento comer con él. Hace poco nos pasó en el de pitch and putt, comimos juntos, yo fui campeón y él subcampeón. Ya es súper sénior y sigue dando guerra porque tiene una calidad tremenda. Mi padre ya trabajó con él. Todo el mundo lo conoce por lo buen jugador que es y por su calidad como persona. Es un referente».

—Cuántas veces le habrán dicho que jugar con su pareja como cadi, a la larga, no es lo óptimo.

—De mi equipo o de alguien que entienda de golf, nunca. Otra gente, sí. Hace cinco años que Noelia me hace de cadi. Lo valoramos con Joaquín [Dosil, el psicólogo] desde el día 1 y que sea ella tiene contras y pros, que en este caso son muchos más. Por eso sigue en mi equipo. El motivo es el rendimiento. Si no fuese la mejor opción no seguiría: eso es algo que ella es la primera en decir y yo el segundo. Ella sería la primera en apartarse si vemos que alguien puede aportarme más, pero de momento me ayuda muchísimo y trabaja mucho, como todo el equipo. Es una muy buena cadi. Veo más cercano y posible que ella me deje porque le llame un jugador al que no pueda decir que no, y no que sea yo quien cambie por rendimiento.

—Un error de la federación española le dejó fuera de los Juegos. ¿Le llamó ya el director deportivo, Nacho Gervás, para disculparse?

—Ese tema me molestó mucho por las explicaciones que se dieron o no se hicieron públicas por parte de la Federación Española. Tuve varias reuniones con el presidente, [Gonzaga Escauriaza], quien me consta que me tiene especial cariño e intentó subsanar de la mejor manera posible el tema. Y Gervás me contactó hace unos días, pero aún no le contesté. Tenemos una charla pendiente y nos daremos nuestra opinión, sin más. El mal ya está hecho y no se puede volver atrás. Tendré que perdonar, pero no olvidar. Todos tenemos errores y luego cada uno los gestiona como entiende que es mejor. Pero no voy a estar toda la vida apenado por no ir a los Juegos. Lo que pasó no dependía de mí y solo me queda seguir adelante.