Cuenta atrás para la accidentada España

Oscar Bellot COLPISA

DEPORTES

Mariscal

Las lesiones agitan al combinado de Luis Enrique, que este martes viaja a Italia para disputar la «final four» de la Liga de Naciones

04 oct 2021 . Actualizado a las 21:50 h.

La selección española comenzó a preparar este lunes su participación en la 'final four' de la Liga de Naciones. Los 23 jugadores convocados por Luis Enrique llegaron por la mañana a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas y por la tarde completaron allí el primer y único entrenamiento antes de viajar este martes por la mañana a Milán. El miércoles se medirán en el mítico estadio de San Siro a la flamante Italia de Roberto Mancini, vigente campeona de Europa y un rival temible para esta Roja llena de dudas. En caso de vencer a la Nazionale, el domingo afrontarán, también en la ciudad lombarda, otro duelo de altura con el ganador de la segunda semifinal que enfrentará el jueves en el Juventus Stadium de Turín a Bélgica y Francia, mientras que de no superar el test frente a la Azzurra, tendrán que conformarse con pelear por el tercer y cuarto puesto en la capital piamontesa. Un escenario en el que nadie quiere pensar dentro de una selección que se ha visto sacudida por una serie de contratiempos en forma de lesiones.

Luis Enrique ya sabía de antemano que tendría que hacer encaje de bolillos en la delantera, donde el asturiano se ha visto privado de sus dos nueves de referencia: Gerard Moreno y Alvaro Morata. El atacante del Villarreal sigue recuperándose del problema en los isquiotibiales de la pierna derecha que le mantiene alejado de los terrenos de juego desde mediados de septiembre y que ya le obligó a abandonar la concentración de la selección en el parón de ese mes, mientras que el punta de la Juventus sufrió una lesión muscular en el bíceps femoral del muslo derecho ante la Sampdoria que le impedirá lucir en su país de acogida. También están en el dique seco Dani Olmo y el emergente Abel Ruiz, lo que ha dejado al seleccionador con lo puesto arriba.

Pero el gijonés ha tenido además un trabajo frenético desde que ofreciese el pasado jueves la lista. De aquella se han caído de modo sucesivo Pedri, Marcos Llorente y Brais Méndez por diferentes percances sufridos en la última semana. El tinerfeño del Barça, un fijo en el centro del campo a sus 18 años, forzó para ayudar a su equipo en la Champions y el resultado fue una rotura muscular en el cuádriceps de la pierna izquierda. Luis Enrique llamó inicialmente a Brais Méndez para suplir su ausencia, pero el medio del Celta se retiró en el partido de la última jornada ante el Elche por un esguince en el tobillo izquierdo y el elegido esta vez fue Sergi Roberto, que suma su polivalencia y experiencia pero está lejos de su mejor momento, lo que añade más polémica a una convocatoria ya de por sí controvertida en la que vuelve a no aparecer ningún integrante del Real Madrid pero sí figuran cuatro componentes del Barça, la escuadra con más representantes pese a su depresivo estado.

Otro que entró a última hora fue Bryan Gil, recambio del también lesionado Marcos Llorente. Luis Enrique había citado esta vez al versátil futbolista del Atlético como delantero, por lo que se decantó por el habilidoso extremo del Tottenham para cubrir la plaza en el frente de ataque.

Luces y sombras

Así las cosas, a Luis Enrique le toca oficiar como costurero de una selección que está a dos pasos de levantar un título, algo que no logra desde que en 2012 cerrarse, con la conquista de la Eurocopa en Kiev, el ciclo dorado que había iniciado cuatro años antes en Viena. Cierto es que la Liga de Naciones no tiene la enjundia de otros campeonatos, pero tocar metal siempre apetece y la ilusión por suceder en el palmarés a Portugal es máxima.

Aunque el verdadero objetivo del proceso de regeneración acometido desde la llegada de Luis Enrique es el Mundial de Catar del próximo año, cuya fase de clasificación está siendo muy comprometida para La Roja, seduce en primer término la posibilidad de vengar ante Italia la derrota en semifinales del reciente Europeo. España sacó entonces su gen más competitivo y demostró que estaba capacitada para pelear con cualquiera, pese a que terminó claudicando en la tanda de penaltis.

Pero el combinado nacional sigue arrojando luces y sombras. Refrescante y valiente, se ganó el pasaporte para esta 'final four' de la Liga de Naciones vapuleando a Alemania (6-0 en La Cartuja). Sin embargo, sigue siendo un equipo tierno que puede tropezar de modo inesperado, como sucedió apenas un mes atrás en tierras suecas. Pese a ello, Luis Enrique se mantiene refractario a las críticas. Convencido de que el rumbo adoptado es el adecuado, esta semana tiene una nueva prueba de fuego y está más exigido que nunca por las lesiones.