Rubén Fernández García: «El motocrós es cuestión de familia»

El motocrós es una cuestión de familia para Rubén Fernández García (Vigo, 1999), campeón de España de la disciplina y que esta temporada ya se subió al podio en el Mundial pese a no ser piloto oficial de Honda, algo de lo que podrá disfrutar la próxima temporada. Rubén define al motocrós como un deporte completo y de riesgo. También como un reto de vida después de que tuviera que irse solo de casa a los 16 años para residir en Holanda.

—¿Cómo está llevando esta temporada en el Mundial?

—Bien. Las últimas pruebas no han salido como yo quería, pero al principio estuve peleando adelante y estoy contento.

—¿Es el año que se lo toma más en plan profesional?

—No más profesional, sino que en el equipo en el que estoy mejora en todo con respecto al año pasado y eso ayuda.

—¿Está siendo una muy buena temporada?

—Diría que sí. No contaba con hacer el campeonato de España pero al irse retrasando el Mundial pude correr la mayoría de las carreras menos la última que no me hizo falta, y estoy contento porque es un título más y me gusta mucho correr en España. En el Mundial comencé con buen pie, haciendo podio en la primera carrera, el primero en un Mundial en toda mi trayectoria y en la segunda también poniéndome incluso líder del campeonato.

—¿Qué tal la moto?

—Comparando con el año pasado, bastante mejor. Yo diría que es bastante competitiva, pero no llega a ser tampoco una moto oficial y ahí si que noto algo de diferencia, pero ya se vio que podemos estar en el podio con esta y en principio, bien.

—¿Cuál es su situación con Honda?

—Mi equipo es privado, tiene apoyos pero no el apoyo directo de fábrica. Ellos tienen un presupuesto para el equipo, pero no es tanto como si fuera oficial y, en ese ámbito, ya penalizamos. Con ese dinero podemos hacer lo que podemos hacer.

—¿Estaba abocado a estar en este deporte por razones familiares?

—Sí, me viene por parte de padre e incluso mis hermanos llegaron a correr. Hubo una época en la que corríamos todos a nivel gallego. Mi padre fue el que asumió todo.

—En alevines ya fue subcampeón gallego de supercrós.

—Hay un par de campeonatos gallegos por ahí, había de motocrós, de supercrós... A veces ganaba mi hermano y, a veces, yo.

—¿Por qué se decantó por el motocrós?

—Porque el motocrós es cuestión de familia. Crecí viendo a mi padre correr y desde pequeño siempre me llamó la atención. Comenzamos por diversión, nos lo pasábamos pipa y al final me fui metiendo profesionalmente y seguí por este camino. Tengo la suerte de hacer lo que me gusta. Además, considero que el motocrós es uno de los deportes más completos a nivel cardiovascular y hay que trabajar todos los músculos del cuerpo.

—Y viendo esos saltos impresionantes, ¿es tan arriesgado?

—Es un deporte de alto riesgo. A estas alturas se podría decir que está todo controlado pero siempre hay cosas que escapan de tu mano. No puedes dar nada por sentado.

—¿En la moto también se implementó la figura del psicólogo deportivo?

—Depende de cada uno, pero en mi equipo tenemos una persona que nos ayuda y nos marca un poco.

—¿Es duro salir de Galicia por una práctica deportiva?

—Es duro. Me fui con 16 años a vivir a Holanda, estuve cuatro allí y cuando me fui no conocía a nadie, no hablaba inglés... Luego estuve dos años en Italia, ahí estuve mejor porque su forma de ser, los horarios y la comida es parecida a la española y ahora en Francia estoy muy a gusto, en Soorts-Hossegor, a 30 minutos de la frontera con España y cojo los canales de las televisiones españolas y estoy como en casa. Ahora lo llevo mejor, pero al principio fue bastante duro.

—¿Qué se plantea de cara al futuro en el motocrós?

—Esta temporada quiero acabar cerca de los tres primeros clasificados y para la próxima, que tendré moto oficial (con la marca Honda, con la que renovó), intentar pelear por el título.

—¿Renovar con Honda le da tranquilidad?

—Desde luego, pero me sigo poniendo presión, no quiero fallar en ninguna carrera para acabar arriba.

—¿Jorge Prado le ha dado un impulso a este deporte?

—Ahora mismo, Jorge Prado es el referente a nivel español. Ganó dos mundiales de MX2 y lógicamente le está dando un impulso al motocrós en España, pero anteriormente ya hubo pilotos muy buenos españoles como fue Jonathan Barragán, Vico, Campano.... Jorge había comenzado en trial y luego se pasó al motocrós. Comenzamos corriendo juntos en el gallego y hasta ahora.

En corto

Rubén Fernández se muestra un punto crítico con las redes sociales. Las considera importantes para dar a conocer el mundo del motocrós pero también sabe que hay gente que no hace el uso más apropiado de ellas.

—¿Qué son las redes sociales para usted?

—Es una forma de comunicar, es algo importante, sobre todo para los deportistas a la hora de hacernos ver y de cara a patrocinadores y cosas así, pero al mismo tiempo pienso que no es algo muy sanote porque hay gente que no le da el mejor uso.

—¿Practicó algún otro deporte?

—Todos los deportes que practico a mayores son complementarios. Me gusta mucho correr, el mountain bike, bici de carretera, voy al gimnasio. Todo para complementar lo que es la moto.

—¿Cuál es su comida favorita?

—La pizza me encanta, pero no puedo comerla todos los días, tan solo darse el capricho de vez en cuando.

—¿Bebida?

—Agua.

—¿Un sitio para perderse en el mundo?

—Galicia, Vigo más en concreto.

—¿Pero para triunfar en motocrós hay que salir?

—Desde luego.

—¿Con qué personaje se iría de cañas?

—Mi ídolo ha sido James Stewart, que era un piloto americano de supercrós. Fue en el que más me fijé desde pequeño.

—¿Modelo de coche?

—Mercedes clase G.

—¿Una película?

—Me gustó mucho Avatar.

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