De Bosnia a Kosovo con Pablo Fornals

L. Balado

DEPORTES

VALDRIN XHEMAJ | EFE

El futbolista del West Ham, que debutó con la selección con apenas 20 años, marcó su primer tanto como internacional en su estreno como titular

08 sep 2021 . Actualizado a las 23:20 h.

Vicente del Bosque comenzó el camino de preparación para la Eurocopa de Francia del 2016 con una lista llena de poco habituales. Se medía el combinado nacional a Bosnia en Suiza con Asenjo, Bellerín, San José, Bartra, Nolito, Jorge Meré, Denis Suárez o Iñaki Williams en la lista. Un experimento nada disimulado del entrenador mirando a un relevo generacional que no lograría culminar. De aquellos 20 nombres que se bajaron del autobús el 29 de mayo del 2015, solo tres estaban ayer en Pristina: Azpilicueta, Íñigo Martínez y Pablo Fornals, que llegó a disfrutar de sus primeros siete minutos como internacional.

Fornals (Castellón de la Plana, 1996) era por entonces un futbolista del Málaga al que su primera oportunidad con la camiseta nacional le llegaba a los 20 años recién cumplidos. Era un habitual de la sub-21 y allí estaba su sitio. No fue a Francia y tampoco a Rusia en el 2018. De hecho, no volvió a jugar con la absoluta hasta noviembre del 2018, cuando Luis Enrique tocó en su puerta. Curiosamente, otra vez ante Bosnia y ya como futbolista del Villarreal. Un poco más, 26 minutos de juego, antes de volver a caer en el olvido y que la selección entrase en su enésimo ciclo destructivo.

Fornals emigró al fútbol británico y Luis Enrique volvió al banquillo de España. Y los caminos volvieron a cruzarse. Tras asistir a Sarabia en la goleada ante Georgia, a 500 kilómetros de Bosnia, Fornals quiso aprovechar su primera titularidad como internacional, que le llegó con 25 años y como futbolista del West Ham.

En el minuto 26 Fornals cortó un balón fundamental. La jugada llegaba por el costado de Marcos Llorente, que veía llegar a Rashica como el conejo que espera que le arrollen los faros de un camión en la autopista. Era medio gol y lo impidió. Seis minutos más tarde, en una jugada catalizada por Soler y finiquitada a la media vuelta con maestría por el castellonense, llegó su premio. Otra nota positiva a rescatar para una España que sigue buscándose.

Otra mala experiencia de Llorente como lateral diestro

Luis Enrique se enfrenta a un problema recurrente de su cargo. Lo tuvo Clemente con Míchel, lo tuvo Camacho con Valerón y lo tuvo Vicente del Bosque con David Silva, claro que cuando se gana un Mundial las cosas nunca son tan graves. Al asturiano le cuesta encontrar un hueco para el que probablemente sea su jugador más en forma.

Marcos Llorente volvió a ser ayer el lateral derecho, una posición en la que volvió a no sentirse cómodo y Luis Enrique cejó en su empeño en la segunda mitad viendo que el colchonero sufría atrás y no aportaba lo esperado en el ataque.

La presencia del jugador del Atlético en la lista es casi obligada, pero el seleccionador ha encontrado acomodo mucho más rápido para hombres como Fornals o Soler que a la estrella del Atlético de Madrid, con la que sigue experimentando. Llorente sufrió cuando tuvo que defender de frente y sigue sufriendo para frenar su instinto atacante.