Susana Rodríguez Gacio: «Tras diagnosticarme la cardiopatía, solo di pasos seguros hacia Tokio»

DEPORTES

M.MORALEJO

Experta en sortear obstáculos, disputó con un holter la prueba en que se proclamó campeona paralímpica de triatlón

07 sep 2021 . Actualizado a las 21:17 h.

Susana Rodríguez Gacio (Vigo, 1988) no para. En sus primeros días en casa desde que aterrizó con la medalla de campeona paralímpica de triatlón al cuello el pasado miércoles, apenas ha tenido respiro entre disfrutar de los suyos, atender compromisos varios y, además, seguir entrenando para las próximas citas que aún le esperan esta temporada. Pero a la deportista, con discapacidad visual severa y licenciada en Medicina, le ha dado tiempo a asimilar sus grandes logros. Porque al oro le sumó un diploma en los 1.500 metros en Tokio. Ni siquiera una cardiopatía detectada meses atrás ha podido frenarla.

-¿Le ha dado tiempo ya a asimilar lo que logró en los juegos paralímpicos?

-Creo que, poco a poco, sí voy asimilando lo conseguido en Tokio; cuesta su trabajo, sobre todo porque competí tres días seguidos y, en cuanto terminé, ya cogí el vuelo para volver a casa. Fue todo muy rápido. Ahora que estoy en Galicia, pienso que ya es cuando entiendo de verdad que la liamos a tope.

-¿De quién se acordó o qué pensó en el momento de recibir la medalla?

-Me acordé de mi entrenador, de mi familia y de lo mucho que habrían disfrutado de estar allí. Las circunstancias lo impidieron y tenía muchas ganas de disfrutarlo ahora con ellos. Fue algo inmenso. Pensé muchas veces que quería ganar la medalla, me preparé para eso, pero la realidad lo superó.

-En Río no pudo subir al podio. ¿Le daba miedo que se pudiera volver a repetir?

-Los juegos de Río ya pasaron y lo que tuve en cuenta fueron aquellas cosas que me quedó claro entonces qué debía corregir en Tokio para hacerlo mejor. No sentí miedo al pensar en la opción de no conseguir medalla: lo difícil es conseguirla porque hay tres y todo el mundo se prepara con toda su fuerza para unos Juegos. En mi cabeza, imaginaba la carrera con el final que tuvo y eso fue importante.

-Estos juegos eran diferentes por la pandemia y usted llegaba con 33 años y como favorita. ¿Los vivió de una manera muy distinta?

-Sí, los viví de un modo diferente porque aquí iba con una carta de presentación mejor, con una preparación tan buena como brutal. Lo que era igual en los dos casos eran las ganas.

-Hablaba a su llegada a Peinador de la dificultad de gestionar los nervios y la presión. ¿Los había vivido hasta ese punto en otras competiciones?

-No, nunca había vivido tanta presión en otras competiciones y algunos días antes de las pruebas no lo pasé bien por eso mismo. Todo el mundo te anima diciendo que cuentan con tu éxito… Y tú piensas que, si no lo consigues, es un fallo. Pero al final acabas razonando y sabes que estás ahí principalmente por ti, porque tú has trabajado y eres tú quien pone el esfuerzo y las expectativas.

-¿Qué fue lo más duro de este ciclo paralímpico tan largo?

-Para mí fue pasar mucho tiempo sin comeptir a nivel internacional con todas las rivales.

-En septiembre del 2020 reveló a La Voz que le habían detectado un problema de corazón y, finalmente, compitió con un holter. ¿Llegó a pensar que no podría estar en Tokio?

-Tras el diagnóstico de la cardiopatía, no tuve miedo de no ir a Tokio. Tenía claro que quería ir y todo fueron pasos para hacerlo con seguridad y tranquilidad. Aunque no fue nada fácil, lo conseguí y disfruté mucho de los últimos meses de preparación de los juegos. Estuve bien acompañada en todo esto.

-A la medalla le sumó un diploma en atletismo tras haberse quedado a las puertas de Pekín en esa disciplina. ¿Se ha quitado esa espina?

-El diploma en atletismo no cambia nada respecto al pasado. Me hizo mucha ilusión conseguir esa quinta plaza y dar absolutamente todo lo que tenía hasta la línea de meta. Fue un resultado justo y la carrera de la final se ganó con récord del mundo, hubo récord de África, récord de Europa… No es nada fácil clasificarse en dos modalidades y luego hacer récord de España tras la carrera de triatlón.

-¿Cómo es la relación con sus guías -Sara Loehr en paratriatlón y Celso Comesaña en atletismo- y qué papeles han jugado ellos?

-Los guías hacen posible que un deportista con discapacidad visual pueda moverse por los circuitos y, en definitiva, practicar determinadas modalidades. Mi relación con mis guías por un lado es profesional y por otro, es de amistad. Tiene que haber confianza ciega nunca mejor dicho

«Nunca me planteé irme fuera de Galicia, me gusta todo de aquí»

Rodríguez Gacio reivindica que quien sigue los juegos paralímpicos, se engancha. Celebra una evolución en el reconocimiento a estos deportistas y presume de una carrera desarrollada íntegramente en su tierra, Galicia.

-¿Cómo están siendo estos días de reencuentro con los suyos?

-La vuelta a casa ha sido emocionante. Primero me encontré en el aeropuerto con mi familia, algunos amigos y mi entrenador, que habrían querido estar en Japón y por la pandemia no fue posible. ¡Así que el reencuentro fue genial! Luego me hicieron algunas sorpresas los amigos y me sorprende ver a toda la gente que ha seguido la carrera de triatlón, atletismo y los Juegos Paralímpicos.

-¿Le ha sorprendido también la repercusión de sus actuaciones?

-El deporte paralímpico ha evolucionado mucho en todo a lo largo de los años y creo que, en especial, desde los juegos del 2012. Sorprende la repercusión porque los años que no tenemos juegos, no somos tan visibles. ¡Pero la gente que ve los paralímpicos se engancha a ellos!

-Hace poco presumía en redes de una carrera desarrollada íntegramente en Galicia. ¿En algún momento se planteó irse?

-Nunca. Me gusta Galicia, me gusta todo de aquí… Siempre recuerdo que Iván Raña decía que se podía ser campeón del mundo de triatlón entrenando en una piscina de 25 metros. Eso no quita que ojalá en Vigo tengamos algún día una de 50 o un lugar donde se pueda practicar la natación de competición.

-Aparcó la medicina por los Juegos. ¿La retomará en breve?

-Estoy disfrutando de lo conseguido y pensando en diferentes opciones para el futuro. Todavía no tengo nada claro lo que haré. ¡No es fácil tener el futuro claro tras cinco años entrenando para una carrera de un día!