El debate sobre España regresa al campo

Ignacio Tylko COLPISA

DEPORTES

Pablo Garcia

La balsámica goleada a Georgia pone el foco en las virtudes de Llorente o Soler, no en los gestos de Luis Enrique o su distante relación con la prensa

06 sep 2021 . Actualizado a las 20:32 h.

Georgia es uno de esos rivales que no permite extraer grandes conclusiones sobre el nivel de España, ya que la victoria e incluso la goleada se dan por descontada y solo es noticia un batacazo. Sin embargo, el contundente triunfo logrado por la selección en el Nuevo Vivero de Badajoz devuelve las aguas a su cauce y corta la marejada que produjo la derrota en Suecia.

El debate ha vuelto a la senda futbolística y se aleja de polémicas extradeportivas más propias de los tiempos de Javier Clemente en el banquillo español. Luis Enrique fue como futbolista uno de los pretorianos del técnico de Barakaldo y quizá por eso cuando llegan los malos resultados habla poco de fútbol y desvía la atención al señalar al periodismo como el enemigo más cercano.

Zanjada, o al menos apartada, la disputa sobre si al técnico español le llaman o no los informadores, asunto nada relevante más allá del respeto que siempre se debe existir entre protagonistas y críticos, lo fundamental es que España recuperó sensaciones y superó el bajón que produjo caer en Solna tras una Eurocopa para soñar con un futuro mejor. La primera clave es entender que España ni estaba muerta el domingo ni ahora hay que descorchar el cava. Es una selección joven, en transición, con idas y venidas, capaz de ganar, perder y sobre todo empatar con cualquiera si no tiene un buen día. No es un equipo de estrellas, hay bastante igualdad entre los convocados y el aspecto táctico y mental cobra gran relevancia.

El segundo detalle redunda en que Luis Enrique, guste o no, ejerce con personalidad. Hace lo que cree y lo que quiere, ajeno a presiones externas. Porque le pagan para eso y porque sabe que a los soldados hay que defenderlos sobre todo cuando se les ataca, insistió con Eric García y Aymeric Laporte como centrales. No parece una pareja de garantías para un gran campeonato, sobre todo en comparación con el tándem Sergio Ramos-Gerard Piqué, pero el gijonés no da su brazo a torcer.

La tercera consideración pasa por la posición de Marcos Llorente, letal ante los georgianos como interior derecho. Luis Enrique reculó en la Eurocopa y acabó con Azpilicueta de lateral derecho en lugar del madrileño, y ahora quizás haya concluido que Llorente es una fuente inagotable de generación de ocasiones en la demarcación donde le descubrió el Cholo Simeone. «En ese puesto hice la mejor temporada de mi carrera, es donde me siento mejor y los entrenadores lo saben», subrayó Llorente tras asistir a Carlos Soler y Ferran en dos de los tres primeros goles a los exsoviéticos. «Yo escucho a todos, pero que decide es el entrenador y la versatilidad de Marcos nos da mucho y nos permite poder utilizarle en varios sitios», matizó Luis Enrique.

Calidad, desparpajo y llegada

Otra gran noticia es la aparición de Carlos Soler, que ha entrado en la absoluta como si llevase toda la vida. Calidad, desparpajo, trabajo, inteligencia táctica y remate, con dos goles en dos partidos. Logró el valenciano que no se eche de menos a Pedri. Disponer de centrocampistas goleadores es clave en todo equipo ganador. «También en la Eurocopa jugadores como Koke llegaron mucho desde atrás», advirtió el técnico al insistirle en que con Llorente hay más gol que con su colega en el centro del campo del Atlético.

Hay que aplaudir a Luis Enrique su insistencia en Ferran Torres y su apuesta por Pablo Sarabia, autores de nueve y cuatro goles en 19 y 11 partidos con la absoluta, respectivamente. De ambos alabó el asturiano su desborde por banda, visión, capacidad para asistir, llegada e implicación colectiva. Aplaudió incluso que el madrileño haya dejado el PSG, donde la batalla por un puesto es brutal con Neymar, Messi y Mbappé en el equipo, y su aterrizaje en el Sporting de Portugal.

A Rodri Hernández se le debe exigir que asuma algo más de riesgo y profundidad en los pases, ya que abusa del toque de seguridad, pero sigue haciendo méritos para competirle el puesto a Busquets. Y queda la portería. Unai Simón es el portero, pero el estreno de Robert Sánchez, muy del agrado del técnico por su envergadura y ser un tipo muy valiente echado para adelanrte, reanima el debate. «El rol en ese puesto ha cambiado y no sabemos si volverá a hacerlo, advirtió Luis Enrique en Badajoz. De Gea, antes titularísimo, está fuera de foco.

Sergio Reguilón sustituirá al lesionado Gayá para el partido contra Kosovo

Sergio Reguilón se incorporó ayer a la concentración de la selección española para ocupar la plaza de José Gayà, que regresó a Valencia tras las molestias que le impidieron acabar el partido del domingo en Badajoz ante Georgia. Al lateral valencianista se le sometió esta mañana a una resonancia magnética que reflejó un «pequeño edema muscular en el sóleo izquierdo». Los médicos de la Federación Española le recomiendan un par de días de reposo y posteriormente valorar la evolución.

También está tocado Jordi Alba, el otro lateral zurdo de la selección, que pasó pruebas médicas en la Clínica Sanitas La Moraleja, aunque sus molestias no parecen de importancia. Tampoco las de Aymeric Laporte, sustituido durante el partido ante Georgia en Badajoz por problemas musculares.

Entrenamiento

Reguilón se ejercitó ayer a las órdenes de Luis Enrique en la ciudad del fútbol de Las Rozas y viajará mañana con la expedición a Prístina, para medirse a Kosovo en un nuevo partido de clasificación para el Mundial de Catar.

Reguilón habló para los medios oficiales y explicó que lo primero que hizo fue escribir a Gayà. «Le puse un mensaje rápido para ver qué tal estaba». Además, se mostró orgulloso de regresar: «Es bonito que te tengan en consideración y estar aquí con mis compañeros». «Cuándo me llamaron tenía una sensación agridulce porque el equipo ganó y encima Gayá marcó», añadió.

El lateral madrileño aprovechó la ocasión que le otorgó Solari durante su etapa en el Real Madrid, lo que le permitió desbancar a Marcelo del once titular. Aunque quiso seguir como blanco, el jugador fue cedido al Sevilla, donde también cuajó una gran temporada. Finalmente el conjunto capitalino decidió traspasarlo al Tottenham Hotspur, al que llegó como petición de José Mouriño.