Galicia y el difícil éxito olímpico

Rafael Martín Acero TOKIO2020

DEPORTES

KIYOSHI OTA

09 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En el deporte olímpico y profesional cada día es más difícil tener éxito, requiere la conjunción de muchos factores personales, contexto social y organizativo. No es suficiente solo el talento individual, ni solo la organización.

El éxito de una persona con talento per se es un mito, nadie en solitario puede alcanzar los niveles de excelencia que hoy se precisan. El talento deportivo es un fenómeno complejo y multifacético (genético, fisiológico, biomecánico, psicológico, de estilo de vida, entorno social, organización deportiva...). El deportista de talento va demostrando en su proceso una capacidad excepcional para responder y aprender. Precisa de experiencias formativas, de oposición y de ayuda. La más específica la proporcionan los buenos entrenadores, como nuestro Suso Morlán, que acompañó a tres piragüistas a conseguir ocho medallas olímpicas.

También se puede mitificar que la organización per se garantiza éxitos deportivos. Galicia tuvo un incremento exponencial de dinero público en el sector deportivo desde el inicio de la década de los 90. El 80 % de las medallas de Galicia han llegado después. El deporte de alta competición es de responsabilidad estatal que, después del Plan ADO 92, no ha incorporado prácticamente ninguna otra política tan efectiva, siendo insuficiente treinta años después. Solo un ejemplo, el 70 % de los olímpicos italianos son funcionarios de fuerzas de seguridad, como el gallego Arévalo y Craviotto, si bien ellos por esfuerzo personal.

La organización de cada deporte precisa de suficientes practicantes para poder detectar entre ellos a los muy capacitados, y después acompañarlos y estimularlos al nivel de reto creciente, y con servicios científicos de apoyo, como los que tienen nuestras universidades.

En Galicia vive uno de cada veinte españoles. De los federados en España, dos de cada veinte son gallegos en atletismo o en vela, y seis de cada veinte en piragüismo. Hay masa crítica de practicantes en Galicia, sobre todo, en estos tres deportes que han dado éxitos olímpicos en el pasado cercano.

Considerando la relación del número de olímpicos por habitantes en Tokio 2020, Galicia tuvo más del doble que España. Seguro que nuestros olímpicos han tenido dificultades, y un gran apoyo de su entorno, sobre todo en las edades críticas de abandono deportivo. Nuestra organización deportiva, mejorable, parece estar cumpliendo su función con talentosos gallegos, aunque seguramente lo hace a expensas de excesivos esfuerzos personales que pueden provocar algunas crisis irreparables.

Que el deportista olímpico pueda mantener niveles de rendimiento excepcional en la edad adulta precisa de mucha motivación, perseverancia y resolución de problemas, que es donde la organización tiene que apoyar, siendo adaptativa para potenciar cada binomio deportista-entrenador e incorporar otros recursos.

Rafael Martín Acero fue responsable de atletismo (femenino, velocidad y relevos) en el CAR de Sant Cugat hasta Barcelona 92; es decano de la Facultad de Ciencias del Deporte de la UDC y experto en Metodología del Rendimiento.