El regatista gallego Nico Rodríguez se cuelga el bronce en los Juegos de Tokio

Paulo Alonso Lois
Paulo Alonso ENVIADO ESPECIAL A TOKIO

DEPORTES

El deportista vigués, vigente subcampeón mundial de 470, logra una medalla que premia su impecable ciclo olímpico

04 ago 2021 . Actualizado a las 16:57 h.

Medallistas de todo durante cinco años fabulosos, el vigués Nico Rodríguez y el barcelonés Jordi Xammar cerraron este miércoles el círculo con el podio olímpico en 470 con un soberbio bronce en los Juegos de Tokio. Ya antes de llegar a tierra celebraron emocionados el éxito, primero abrazados y desatados por la alegría en el barco y luego dándose un primer chapuzón. Llegaron a la bahía de Sagami con el respaldo y la presión de lucir el número uno en el ránking mundial. Y manejaron esa responsabilidad con un temple extraordinario, escuchando cada día los consejos de la psicóloga del equipo, Patricia Díaz-Tendero, una profesional cuyo peso va más allá del de su parcela en una especialidad en la que la parte mental tiene tal relevancia como la vela. Los regatistas compiten en un escenario inestable, en el que el cambio de presión o viento puede dar y quitar una medalla. Los elementos incontrolables. En la medal race de este miércoles apenas sopló el viento, como el día anterior: sobre nueve nudos, con el mismo calor pegajoso que ha ido acompañando todos los Juegos. Su quinto puesto del día les concedió el tercer cajón del podio. 

Completaron las medallas los barcos de Australia, que cumplió los pronósticos que lo situaban como favorito y ya había asegurado el título antes de la última regata, y Suecia, plata.

Las diez regatas anteriores habían dejado al 470 español en una situación favorable de cara a la medal race, que puntúa doble. A pulso se habían ganado su tercer puesto provisional Nico Rodríguez y Jordi Xammar en las nueve mangas que contaban para la clasificación general, pues todos los barcos realizan el descarte del peor resultado. Lucieron dos victorias parciales, un segundo puesto, un tercero y un quinto. Resultados tan solo al alcance de unos favoritos. Por eso llegaron al día grande con opciones de plata y bronce, con el barco australiano ya matemáticamente campeón. Para asegurar la plata necesitaban superar al menos por dos puestos al barco sueco, que les sacaba cuatro puntos, y no verse rebasado por ningún otro rival. Para conseguir el bronce, no podían permitir que el equipo neozelandés le superase por más de dos puestos ni el británico por más de cuatro.

Y la medal race, con cuatro barcos disputándose dos medallas, estuvo bastante controlada en todo momento para el barco español.

El bronce representa el premio a un rendimiento constante entre la élite: bronce en el 2018, plata en el 2019 y bronce en el 2021 en los Mundiales; y bronce en el 2017, plata en el 2019 y plata en el 2021 en los Europeos. Si antes del inicio de los Juegos de Tokio se podía señalar un barco que nunca fallaba dentro del conjunto olímpico español, ese era el del tándem galaicocatalán. Además, fueron el equipo que más etapas pudo planificar de entrenamientos en Enoshima, la isla donde se celebró la competición de vela. Allí, al sur de la capital, sumaron un duodécimo puesto en la Copa del Mundo del 2019 y también se habían colgado un bronce en el Test Event de ese mismo año, una especie de ensayo general que celebran todos los deportes para engrasar la maquinaria olímpica y permitir a los participantes competir en el escenario. 

El futuro y la presencia en París 2024, en el aire, porque el 470 pasa a ser mixto

El increíble viaje de Jordi Xammar y Nico Rodríguez desde finales del2016 hasta hoy termina aquí. En los Juegos de París 2024 solo habrá una prueba de 470, y será mixta, por lo que el equipo ve ve abocado a separarse, salvo que se reinvente en un proyecto conjunto en otra prueba muy diferente. «Es pronto para decirlo. Ya veremos los planes para el futuro», dijo en relación con la cita en el puerto de Marsella.