Carlos Arévalo: «Por supuesto que mi objetivo también es una medalla en K1 200»

Paulo Alonso Lois
paulo alonso TOKIO / ENVIADO ESPECIAL

DEPORTES

Carlos Arévalo
Carlos Arévalo PAULO ALONSO

Ambicioso para la prueba individual, centra su prioridad en el poderoso K4 500

03 ago 2021 . Actualizado a las 12:07 h.

El cronómetro habló, y habló claro. Dentro del espectacular K4 500, el barco bandera del piragüismo español que comienza su participación en Tokio el viernes, Carlos Arévalo (Betanzos, 1993) arroja los mejores tiempos. Por eso, además de figurar en el kayak que encadena tres platas en Campeonatos del Mundo, se ganó el derecho a doblar prueba. En la madrugada de mañana en España (2.37) debutará en el K1 200, igual que Saúl Craviotto, el emblema del equipo por sus cuatro medallas olímpicas. «Las sensaciones son muy buenas. Tuvimos un período de preparación muy exigente, pero llegamos en unas condiciones óptimas», explica ya instalado en la Villa de Tokio, después de dos semanas de concentración en Kyotango (Kioto).

-Por solo unas décimas se quedó fuera del K2 200 de Río que luego ganó el oro. Pese a aquel revés, buscó la mejor manera de prepararse para Tokio. Y cinco años después por fin debutará en los Juegos.

-En el 2017 decidí entrar en el Ejército para enderezar mi vida y poder estar en los Juegos, en el 2019 accedí al equipo del K4 y luego el año de la pandemia se hizo largo, al preparar una temporada para nada. Pero la salud era lo más importante y era todo lo que había que hacer. En cambio este 2021, en el que, además, ya competimos, fue de mucha ilusión.

-Va a doblar, así que competirá de miércoles a sábado, primero en el K1 200 y luego en el K4 500.

-Sí, voy a por todas. En la última Copa del Mundo ya vi que es compatible. El K4 es lo prioritario, pero en el K1 se puede pelear por un muy buen resultado.

-El K4 500 acapara toda la atención, por sus resultados y por el significado que tiene.

-Muestra el potencial de un país porque requiere cuatro palistas de alto nivel, es la prueba reina del piragüismo en los Juegos y todos los países se vuelcan en ella.

-En K1 200 no ha competido tanto en Mundiales y demás pruebas de primer nivel.

-Competí lo que pude este año: los selectivos para hacer el equipo nacional, la Copa del Mundo de Szeged... Hicimos entrenamientos más orientados al K4, porque es la prueba que nos ilusiona a todos y la más importante. Pero entrenando me encuentro muy bien y en el K1 200 saldré a por todas.

-¿Calcula por qué posiciones se puede mover en el K1?

-Es una prueba tan rápida, de apenas 33 segundos, que tiene algo de lotería. El inglés [Liam Heath] ha dominado este ciclo olímpico y es el gran favorito para el oro. El resto de puestos ya cambian más. Entre el primero y el octavo la diferencia es de medio segundo, apenas medio metro, por lo que es muy complicado saber por dónde me puedo mover.

-En ese contexto, ¿su objetivo es la medalla en K1 200?

-Por supuesto que mi objetivo es también una medalla en K1 200. Voy a luchar por ganar, eso está claro, pero no puedo aventurarme mucho más allá sobre qué va a suceder.

-Tiene como referencia que ya le ganó en varias ocasiones a Carlos Garrote, campeón del Mundo de la distancia en el 2018.

-Sí, este año gané las dos tiradas de 200 metros del selectivo, y eso estuvo muy bien. Me da una cierta seguridad para saber que puedo estar ahí. Luego, en la última Copa del Mundo fui quinto, pero durante esos días no estaba con buenas sensaciones en el K1.

-Saúl Craviotto le ha señalado, medio en broma medio en serio, como líder del equipo al lograr los mejores tiempos del selectivo.

-Saúl es quien tiene referencias propias muy buenas, y el que siempre que sale saca medalla. En las últimas semanas estuvimos haciendo entrenamientos de velocidad juntos y no se puede decir ni que él ni que yo esté delante. Ya se verá. Nos centramos en el K4 y esta prueba es secundaria.

-En el K4 hace unos meses cambiaron los puestos del barco y han arañado algo de tiempo.

-Sí, delante va Saúl, y luego íbamos yo, Marcus [Cooper] y Rodri [Germade]. Ahora Marcus y yo intercambiamos nuestras posiciones. Nos adaptamos muy rápido. Al entrenador, [Miguel García], le pareció un cambio interesante y vamos a apostar por él.

-El proceso de selección del barco fue muy duro y polémico. ¿Les puede pasar factura o por el contrario hacerles más fuertes?

-Ya pasó. El proceso está resuelto y hay que mirar adelante, a los Juegos, que son el gran objetivo de todos estos cinco años. Con tiempo valoraremos lo que sucedió.

-Después de Tokio, llegaría a París 2024 con 30 años.

-Sí, todavía soy joven dentro del piragüismo. La plenitud, de hecho, se alcanza sobre los 30 años.

-Habrá nuevos cambios en el programa del piragüismo.

-Desaparece el K1 200, entra el K2 500 y sigue el K4 500. Esas dos últimas pruebas serían las que mejor se adaptan a mis condiciones.

«Si gano medalla, haré el Camino, pero en realidad lo haré igual», bromea

Carlos Arévalo no ha realizado ninguna promesa ligada a un podio en Tokio, pero avanza un plan que realizará en cualquier caso. «Si gano medalla, haré el Camino de Santiago, pero en realidad lo voy a hacer igual (ríe). Si puedo hacerlo con una medalla, lo haré con más ganas o con más recorrido, pero eso ya tendría que negociarlo con mi novia (ríe)».

-¿Ya soñaba de niño con ser olímpico o fue una expectativa que surgió más tarde?

-Surgió según mi carrera iba avanzando. Fui viendo el significado de unos Juegos Olímpicos y al final sueñas con llegar a disputarlos.

-¿Cuál es su primer recuerdo de unos Juegos?

-Mi primer recuerdo es ver a Saúl y a Perucho ganar el K2 500 en los Juegos de Pekín. Andaban muy cerca de los alemanes, estaban para pelear esa medalla, pero al final fueron campeones derrotando a un barco que llevaba invicto ocho años.

-¿Cuál es su situación en el Ejército, su principal respaldo para poder volcarse en el piragüismo?

-El Ejército es el mayor apoyo que tengo, me da estabilidad, valores y el empujón que necesitaba para poder prepararme bien para los Juegos de Tokio. Estoy en el Ejército de Tierra, en el Regimiento de Infantería Príncipe número 3, en Cabo Noval, en Asturias, y me conceden permiso para competir en Japón.