Marta Bobo y Candela Martínez, madre e hija, y gimnastas: «Estamos unidas por una misma pasión hacia la gimnasia rítmica»

Miriam Santos / A. C.

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CESAR QUIAN

La exolímpica Marta Bobo comparte deporte con su hija Candela, tercera de España en cinta con tan solo 16 años

04 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Era el año 1984, en los Juegos de Los Ángeles, cuando Marta Bobo se convertía en la primera deportista olímpica gallega. Se quedó muy cerca de la medalla, pero marcaría un antes y un después en la historia de la gimnasia rítmica española. Ahora, 37 años más tarde, su hija mayor, Candela Martínez Bobo, ganaría la medalla de bronce absoluta en cinta en el Campeonato de España. «Fue totalmente inesperado pero ahora ya sé que puedo estar arriba con cualquier aparato, no solo con la cinta», afirma. Ambas comparten la pasión por el mismo deporte, pero tienen claro que, a pesar de la relación madre-hija que las une, cada una lleva su propio camino. «Somos personas y gimnastas diferentes, y a veces a la sociedad le cuesta ver eso», destaca Marta.

De pequeña, Candela, que acaba de cumplir los 16 años, disfrutaba acompañando a su madre a las competiciones y desde los tres se enamoró de la gimnasia rítmica. «Iba conmigo fuese a donde fuese. Era como la mascota del equipo», recuerda Marta entre risas.

A punto de comenzar el Bachillerato, Candela es cauta respecto a su futuro, y prefiere «ir paso a paso». Sus objetivos a corto plazo son aprender a competir con una mayor tranquilidad y sin fallos, porque, aunque ganó la medalla dice: «No fue tampoco mi mejor campeonato». «Es una alegría y un reconocimiento al trabajo y un estímulo que de vez en cuando viene bien», añade su madre.

Por otra parte, en plena celebración de los Juegos de Tokio, la ex gimnasta olímpica, lamenta que no vaya a haber representación del equipo nacional de rítmica, ni en individual ni en conjunto, pero cree que «se trata de un momento de transición que sin duda servirá para volver más fuertes a los Juegos de París 2024».

Una pionera que transmite su experiencia en la facultad y el club

Todos recuerdan a Marta Bobo sobre el tapiz, pero ahora su papel es diferente. Siempre vinculada a la gimnasia rítmica tanto a nivel nacional como internacional, desde hace un par de años es la coreógrafa y la entrenadora de su hija, en colaboración con el equipo técnico del Club María Barbeito. «A veces es complicado, pero cada vez lo vamos llevando mejor y a mí me gusta mucho trabajar con ella», explica Candela.

Marta ejerce como profesora de Expresión Corporal y Danza en la Facultad de Ciencias del Deporte y de la Educación Física de A Coruña desde hace varios años, y disfruta especialmente con el proceso de creación. «Quizás la parte que más me guste es la de composición coreográfica, la de creación de movimiento, en la que mi hija también participa y aporta mucho», expone.

Además, Candela, una joven a la que su madre describe como «muy trabajadora y que siempre da el 100 %», destaca el apoyo de su progenitora, que siempre le ha aconsejado que «haga lo que más me guste y lo que quiera hacer». «Es importante dejarle libertad de elección a los hijos», añade Marta.

Bobo hizo historia y abrió el camino para muchas que llegarían después. Ahora, es su hija Candela, con la medalla nacional al cuello, la que busca seguir creciendo en un mundo en el que los grandes resultados están reservados para muy pocos, pero con la suerte de poder hacer lo que más le gusta y con la ambición de querer seguir mejorando.