Adrián Ben busca la gloria en el día de su cumpleaños

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Europa Press

Celebra hoy sus 23 años disfrutando como el primer español en una final olímpica de 800, pero sin renunciar a nada con su estrategia infalible

04 ago 2021 . Actualizado a las 10:53 h.

Hoy es 4 de agosto. Ese mismo día del año 1998 nació Adrián Ben. Su 23 cumpleaños no podrá ser en familia, pero para un joven que lo dejó todo en su Viveiro natal para poder cumplir el sueño de estar en una final olímpica, no puede haber mejor regalo que convertirse este mediodía (14.05 horas, La 1 y Europort) en el primer atleta español presente en la carrera definitiva de los 800 metros.

Adrián llega no con los deberes hechos, sino con el sobresaliente asegurado. El gallego se ha convertido en el atleta que ha derribado todos los muros de una de las distancias más respetadas y duras de la pista. Fue sexto en el Mundial de Doha, hizo la mejor marca de un español en una gran competición internacional y ahora pisa la tierra prometida.

Lo hace con el diploma olímpico bajo el brazo, ninguna presión y a priori con el único objetivo de disfrutar. Pero conociendo a Adrián, por ambición y valentía no va a quedar. Si los dos días de recuperación entre la semifinal y la final le han permitido almacenar fuerzas, presentará batalla. A su modo, de una manera tan conocida como efectiva.

Aunque todos los focos apunten al estadio, él no se cegará. Saldrá siendo fiel a la estrategia que le ha reservado un sitio entre los mejores: a cola de grupo, con la sangre fría suficiente para no entrar en ningún cambio de ritmo que altere su apuesta casi matemática: calcar el tiempo en las dos vueltas, para en la segunda salir con valentía a la calle libre para recoger cadáveres una vez que el ácido láctico comience a hacer estragos y él sea capaz de sostener su velocidad punta. Así se metió en semifinales por puestos, así alcanzó la final por tiempos (pasando de la octava a la cuarta posición) y así remontó hasta la sexta plaza en el Mundial de Doha, cuando algún despistado de la calle de al lado preguntaba quién era aquel chaval. Hoy, el que está de cumpleaños, ya no es un desconocido.

El más joven de los finalistas

Aun cambiando de edad hoy mismo, Adrián Ben será el más joven de los nueve finalistas (fue repescado Nijel Amos). El único del mismo año es el francés Gabriel Tua, mientras que el keniata Rotich es el mayor (31 años).

El repescado Amos (Botsuana), con el que coincidió en la primera ronda (fue uno de lo dos que le ganó), es el gran favorito para el oro después de haber corrido este año en 1:42.91. Los keniatas Korir y Rotich también tienen opciones de subir al podio, igual que el polaco Dobek y el estadounidense Murphy, todos ellos con mejor marca que Adrián, que es el sexto por crono de la final.

Pero aunque el reloj sea la prueba del algodón del atletismo, en una final casi todo puede pasar. Probablemente sea una carrera táctica y cuando se trata de sacar la libreta de matemáticas en medio del tartán, nadie tiene el esquema mental de Adrián. Por eso quiere llevar el sueño al siguiente nivel.

«Saldré a dar todo lo que tengo buscando la mejor posición. Ya sé que no, pero ¿y si sí?»

Adrián Ben abandonó el estadio el domingo directo a la bañera de hielo para comenzar la recuperación cuanto antes. Desde entonces, el descanso, y la activación, han sido sus tareas a la espera de un gran día en donde el gallego en absoluto va a renunciar a nada. «Saldré a dar todo lo que tengo dentro de mí para buscar la mejor posición posible. Porque ya sé que no, pero ¿y si sí?», apuntó en sus redes sociales proclamando su ambición para la final.

Antes de la primera eliminatoria, todavía en capilla, ya había comentado a La Voz que su sueño no solo era estar en unos Juegos, sino ser «campeón olímpico», una frase que más allá de la posibilidad real describe la confianza plena que el de Viveiro tiene en sus fuerzas después de haber protagonizado una temporada espectacular.