Ana Peleteiro: «Visualizo la medalla en Tokio hace tiempo, antes de creer que podría tenerla»

Paulo Alonso Lois
PAULO ALONSO TOKIO / ENVIADO ESPECIAL

DEPORTES

COE

«La final parece hecha para mí, a la hora del vermú en España», bromea en una entrevista desde la Villa Olímpica de los Juegos

29 jul 2021 . Actualizado a las 10:38 h.

Cuando era una niña de 16 años, Ana Peleteiro Brión (Ribeira, 1995) logró la mínima para unos Juegos de Londres a los que no la llevaron, y ayer transmitía una energía contagiosa porque mañana en la calificación del triple salto (12.05, Eurosport 1) ya cumple un sueño, con la final prevista para el domingo (13.20). «Estoy muy bien. Acabo de hacer mi último entrenamiento, estaba en el gimnasio, vi el móvil y dije: ‘Ya está, ahora sí está todo el ciclo olímpico completo, solo queda descansar, competir y demostrar para lo que estoy preparada'», explica a La Voz desde la Villa Olímpica de Tokio.

-En los días previos se le ha visto disfrutar mucho de la experiencia en la Villa.

-Sí, ayer aún le decía a Iván [Pedroso, su entrenador, leyenda del salto de longitud] que esto es lo que más me va a sorprender, estar en la Villa con tantos deportistas de todas las partes del mundo. Es algo brutal. Ayer volvía de entrenar de noche, y me pasó lo mismo al ver Tokio iluminado. Esas cosas, que eran las que más me podían distraer, ya las he pasado. En la pista va a ser lo de siempre, con o sin público. Lo único es que de fondo va a haber estos aros y por la tele lo ve mucha más gente.

-¿Ha tenido contacto con alguno de sus deportistas favoritos?

-Ves a todos. Como a Djokovic, o a Pau [Gasol]. También estuve con Javi Gómez Noya, y conocerlo fue la leche porque lo admiro muchísimo y tuve una conversación brutal con él. Ahora charlé con Ona Carbonell... Nos vamos conociendo. Y ves que son personas como tú, como cualquiera, y que solo destacan en un deporte.

-Es usted la estrella del TikTok con sus vídeos en la Villa. ¿Lo utiliza como estrategia para quitarse presión o como divertimento?

-Solo grabé tres vídeos ayer (ríe), pero se viralizan. La gente se vuelve loca. En uno llevo casi dos millones de visualizaciones. No lo hago como estrategia, sino que nos aburrimos. Todo el mundo baila, solo que unos lo graban y otros no. Lo subimos para tener como recuerdo. Si veo el vídeo dentro de 20 años bailando con estas dos locas, [Lucía Rodríguez y Fátima Diame], será un recuerdo divertido, que me hace ilusión, como las fotos del Tuenti de hace tiempo, que las veo ahora y alucino, o como eran las fotos reveladas.

-Ya ha dicho que, si no cree en el podio, no lo consigue, ¿lo ha visualizado?, ¿de qué manera?

-Yo visualizo la medalla desde hace mucho tiempo, antes de creerme que podría tenerla, porque confío mucho en mi trabajo, en mi entrenador. Las oportunidades las pintan calvas, y hay que aprovecharlas y disfrutarlas. Luego saldrán o no, pero las ganas siempre están ahí.

-El nivel de la prueba exigirá un récord de España y saltar más de 15 metros para estar en el podio. ¿Eso también le motiva?

-Lo sabemos desde hace tiempo. Es la calificación de los Juegos en la que más nota de corte se pide desde hace mucho tiempo, desde que estaban todas dotadísimas y saltaban 14,80 todas. La media de nivel está altísima, y es algo positivo para mi prueba, porque genera más expectación, la gente va a estar muy atenta al triple.

-¿Habla con su familia?

-¡Cómo no voy a hablar si estoy aquí gracias a ellos! Aún ayer hablé con todos porque fue el cumpleaños de mi ahijada, que cumplió tres. Soy muy familiar, hablé con mis padres, tenemos todos los grupos y nos mandamos cosas. Eso no puede fallar.

-¿Y es consciente de la expectación que genera en Galicia?

-Sí, pero no estoy con el teléfono viendo cosas todo el día, sino que intento evadirme. Ese interés puede convertirse en una obsesión que te puede apartar del camino. Pero todo el cariño que recibo siempre de Galicia y de toda España es brutal; se agradece y daré lo mejor de mí para que la gente vibre. Además, esta final parece hecha para mí. A muchos deportistas les coincide de madrugada en España, y tanto mi calificación como la final son a la hora del vermú. Allí van a estar todos disfrutando (ríe).

-En el Europeo de Torun (Polonia), con ese salto final que le dio la plata, hizo llorar a Pedroso.

-Fue la primera vez que le vi llorar. Como salga bien esta competición, le da algo, entre Yuli [Rojas, la plusmarquista mundial, que también entrena con Pedroso] y yo, le da un chungo (ríe). Iván confía mucho en su trabajo y en nosotras, y estamos muy unidas. Nos consideramos un equipo pese a ser rivales en la pista. Esta vez vamos a pelear juntas. Me siento muy unida a Yuli, y estamos muy bien; y eso, quieras o no, es importante. Para estar dentro de una pista y acojonar a las otras tengo una buena guardaespaldas. Ella me apoya, que soy pequeñita, pero matona (ríe a carcajadas).

-España ha empezado con dos medallas de mujeres y una de un hombre. ¿Usted lleva esa bandera? ¿Pueden ser otra vez los Juegos de las mujeres en España?

-Me dan mucha pereza esas cosas. Yo creo en la igualdad. Valen lo mismo unas medallas que otras. Hay que visibilizar a todos sin diferencias de género, de razas, de religiones. Basta ya. Estamos en el siglo XXI. Vamos a avanzar de una vez. Vale lo mismo la medalla de Adriana [Cerezo, la taekuondista], que la de Pepito Pérez. Me hace la misma ilusión. En eso hay que copiar al atletismo, en el que todos somos iguales. Que la gente se venga al atletismo, donde solo hay diferencias por el carisma de cada uno.

-A Mo Katir le cuestionó Isaac Viciosa sus récords de España por no tener «apellidos castellanos», aunque después se disculpase. Siguen los comportamientos racistas incluso en el deporte.

-(Largo silencio) No comment. Da mucha vergüenza. Lo mejor de esas declaraciones es el feedback que tuvieron, como le contestaron otros deportistas. Yo estoy centrada en los Juegos y no voy a entrar ahora en redes sociales con eso. Lo más bonito del mundo es la mezcla. Si yo estoy aquí hoy, es porque alguien un día le dio la oportunidad a un hombre africano para trabajar en España. Quien no entienda estas cosas es un troglodita. Que vean como las potencias del deporte, Estados Unidos, Italia, Francia, nos ganan gracias a que tienen una mezcla. La aceptan y sienten igual de nacional al blanco, al negro, al asiático. No hay apellidos de ningún lado, se mezclan en todos los sitios, gracias a dios. Parece mentira que los españoles digamos eso, que en la guerra emigramos, y los gallegos también estamos en todos sitios.

«Poco antes de los Juegos sufrí otra vez alopecia areata, con otra calva por el estrés»

Durante la entrevista, la renuncia inicial de Biles a la final por equipos por un problema de salud mental, se amplía a la de su participación individual en los Juegos de Tokio. «Lo digo siempre. Tratar la cabeza es muy importante. A veces la tratamos, pero no con la persona correcta. A lo mejor tiene que pararse y analizar si lo que hace es lo correcto. Con su madurez y experiencia, que te falle la cabeza en unos Juegos, y en la gimnasia, creo que es un fallo, pero me parece súper valiente no ocultarlo y decirlo: no estoy lesionada, pero algo aquí no está bien. En la gimnasia, además, te juegas la vida; si no vas con decisión de voy a hacer todo, te puedes reventar», considera Peleteiro, que ha tenido que lidiar en varios momentos de su carrera con situaciones extremas.

-Usted también tuvo un momento de colapso mental y llegó a perder pelo, una alopecia areata, por un cúmulo de presiones mientras participaba en el concurso televisivo «El desafío», por el estrés de la prueba de apnea.

-Sí, la alopecia areata aparece por estrés y yo sufría un estrés muy alto: me acababa de mudar, grabé El Desafío, tenía entrenamientos, estaba en el año olímpico y el cuerpo me avisó. Desde entonces estoy muy atenta. Poco antes de los Juegos sufrí otra vez alopecia areata, me apareció otra calva por el estrés, pero mas pequeñita. El doctor Sergio Vañó la paró enseguida, pero al principio lo pasé fatal: era una cacho calva gigantesca en la primera vez que trabajaba en tele. Para mí el pelo es muy importante y me pareció bueno compartirlo. La cantidad de gente que me escribía desde perfiles falsos preguntando cosas porque les daba miedo dar la cara.

-¿Le ha sucedido ahora otra vez, antes de los Juegos?

-Sí. No me siento estresada, pero compites, tienes menos descanso y el cuerpo lo manifiesta de unas maneras o de otras: hay gente que adelgaza y yo pierdo pelo. Eso pasó ahora, un mes antes de venir en los Juegos, en el mitin de Madrid.

-Para esos temas, además, antes no trabajaba con psicólogo, pero ahora ha recurrido a una «coach», Rebeca López.

-No tuvo que ver con la alopecia y el estrés. Eso viene de estar sola en el confinamiento. Nunca pensé que lo necesitara, pero lo comenté: necesito ayuda. Y Carlos Benito, mi fisio, me recomendó a su mujer, que es coach.