Peleteiro presenta su candidatura en Tokio

x.r. castro

DEPORTES

HANNAH MCKAY

La atleta gallega supera la calificación de triple salto con la mejor marca española de la historia al aire libre (14,62 metros) y se postula para las medallas

31 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Ana Peleteiro no solo solventó con autoridad el trámite de la calificación del triple salto, sino que presentó su candidatura al podio en la final olímpica de mañana (13.20 horas, La 1). Porque la gallega firmó la mejor marca de su vida al aire libre, 14,62 metros, y demostró un estado de forma que invita a soñar con todo. Tan solo le superó Yulimar Rojas, su compañera de entrenamiento, plusmarquista mundial en pista cubierta y favorita al oro. Todas las demás adquirieron su pasaporte para la final por detrás de la gallega.

La tarjeta de presentación de Ana Peleteiro Brión (Ribeira, 1995) en el estadio olímpico de Tokio fue portentosa. En el primer intento voló hasta los 14,34 metros, a seis centímetros de la marca requerida y dejándose 15 en la tabla, situándose como segunda, por detrás de la venezolana Yulimar, con quien comparte entrenador en la figura de Iván Pedroso, y que hizo los deberes con un único intento (14,77 metros, el mejor brinco de la calificación).

La gallega superó el requisito en el segundo intento. Comenzó con su ritual previo habitual, entró en el pasillo rebosando fuerza y confianza, ajustó la tabla (solo se dejó 2 centímetros) y voló hasta los 14,62 metros, su mejor marca de siempre al aire libre, y por lo tanto, la mejor de la historia del atletismo español. Un centímetro por encima del registro de Getafe que le dio un nuevo campeonato de España. Ese salto fue, además, el segundo mejor de todo el concurso, por delante de Thea Lafond (14,60 metros) y Patricia Mamona (15,54). Las dos, conjuntamente con la cubana Povea y la jamaicana Ricketts, también en las quinielas, se clasificaron al primer intento, pero con peor marca que la gallega.

La puesta en escena de Ana Peleteiro deja varios mensajes para la gran cita de mañana. El primero, que el gen competitivo le acompaña allá a donde vaya, pero a esa baza que la gallega siempre lleva de serie también se le puede añadir que está en un excelente estado de forma —seguramente el mejor de siempre—, con una técnica muy depurada, rebosante de confianza y decidida a firmar el concurso de su vida. No quiere dejar pasar la oportunidad de subir al podio en su primera cita olímpica, algo tan solo al alcance de las mejores. Llegaba con unas ganas «locas» por competir y ha ido a por todas desde el principio.

El listón

Para conseguir la medalla seguramente tendrá que superar su récord de España de 14,73 metros firmados en Glasgow cuando se proclamó campeona de Europa en pista cubierta en el 2019 o incluso aproximarse a esa barrera de los 15 metros que le está esperando desde hace tiempo. Un registro por el que apuesta todo el atletismo español desde que Ana se proclamó campeona del mundo júnior en Barcelona y desde que se convirtió en plusmarquista española de la disciplina.

Si es así, el podio olímpico estará al alcance de su mano, porque más allá de la intratable Yulimar Rojas, nadie parece estar a su nivel. Su