España ilusiona ante Argentina y se clasifica para cuartos de final (81-71)

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KIYOSHI OTA | EFE

La selección de baloncesto vence y convence ante la subcampeona del Mundo y, ya clasificada, se jugará el liderato del grupo ante la Eslovenia de Doncic

29 jul 2021 . Actualizado a las 21:16 h.

Se mascaba la tensión en el Saitama Super Arena en la cara de los argentinos que, tras llegar en modo chirigota al desfile inaugural, en la segunda jornada ya se veían aterrizando cabizbajos en el aeropuerto internacional Ezeiza de Buenos Aires. Durante el himno, nada de dar el do de pecho, concentración y mucho respeto. Era más difícil ponderar el nivel de nervios de la selección española, sin opción de cantar la letra de su himno. Scola y Gasol, cabeza de ambas delegaciones, acaparaban los primeros planos. Dos jugadores de leyenda con diez presencias en los Juegos entre los dos.

Ambos equipos se conocen sobradamente. Ocho de los doce jugadores argentinos tienen pasado o presente en la ACB y se habían medido ya diez veces, con ocho victorias para el combinado español y solo dos para la albiceleste. La última, la final del Mundial del 2019 en la que el grupo de Scariolo apalizó a los sudamericanos. Esa última, obviamente, sobrevolaba. Argentina es un equipo de sangre caliente y que no olvida. Sin embargo, su inicio cogió a España por sorpresa.

Cuatro pérdidas en los primeros tres minutos para la selección, asfixiada ante la intensa —y previsible— defensa rival. Repitió titularidad el gallego Alberto Abalde y para él fue el primero tiro del partido. Un triple que se salió, síntoma de lo que sería un inicio plagado de errores que se saldó con un 0-7 de parcial de salida y un Laprovittola estelar. Como cada vez que se enfrenta a España.

La ventaja crecía y crecía y solo Ricky Rubio, cada día más líder, respondía. El drama sobrevoló la cancha cuando el base se tuvo que retirar al vestuario por una hemorragia tras un golpe en la nariz.

A base de triples, España encontró un camino a recorrer para recortar distancias. La selección firmaba buenos porcentajes de lanzamiento, pero en el primer cuarto perdió más balones y reboteó menos que su rival. Y lo que era peor, se estaba jugando a un marcador alto. El escenario que gusta a los argentinos. España encajó 25 puntos tras el primer parcial.

Reacción

En el segundo cuarto cambió el partido. España se activó en defensa y logró secar a Argentina. Una salida fulgurante sirvió para un parcial de 11-4 a favor. Reapareció además Ricky Rubio en la rotación. Las cosas mejoraban a velocidad de crucero y con el 31-29, la selección española tomó por fin las riendas del partido.

Los de Sergio Hernández, que se desgañitaba en la banda —a su equipo le costó cambiar el chip ante el juego interior tan diferente que Pau Gasol propone a Usman Garuba—, se quedaron en únicamente nueve puntos en el segundo parcial. Y, tras el tiempo de descanso, el buen momento de España se prolongó.

En el tercer tiempo, carburaba Willy Hernangómez, carburaban Rudy Fernández y Sergio Llull, pero por encima de todos carburaba un Ricky Rubio que desde la final de Pekín en el 2019 sigue en modo MVP, con 4 triples en cinco intentos y 21 puntos al descanso. Con una canasta con tiro adicional de Pau Gasol, España lograba la máxima renta del partido, un +14 (61-47), pero Argentina lo maquilló hasta el 61-53 con el que comenzó el período definitivo.

Argentina bajó los brazos

Como ocurrió en el segundo cuarto, España puso una marcha más en defensa en el último período dejando al Chacho Rodríguez que hiciese lo que mejor sabe, dirigir la orquesta. España, con la defensa de Pau, Claver o Sergio Llull cerró los caminos a canasta y, desde el triple, el aro se le empequeñeció a Brussino, Vildoza o Laprovittola, que bajó el nivel cuando más lo necesitaba su equipo. Solo Scola estaba fino desde el 6,75. Mala señal.

Argentina se frustró muy pronto. Casi dio por perdido el partido antes de tiempo. El seleccionador Sergio Hernández fue cazado en un tiempo muerto pidiendo a sus jugadores que fuesen inteligentes, que pasaba de ronda el mejor tercero. Pese a que restaban cuatro minutos, el técnico argentino llamaba a abdicar con honores.

España gestionaba una ventaja que se movía entre los 15 y 10 puntos cuando Facu Campazzo fue eliminado por faltas. Se rasgó su camiseta en el único gesto de carácter de los argentinos en el último cuarto. España, muy superior, suma dos de dos y ya tiene el billete a cuartos a la espera de encontrarse con Luka Doncic y dirimir el primer puesto del grupo.