Biles contempla el circo desde fuera

Paulo Alonso Lois
paulo alonso TOKIO2020

DEPORTES

MIKE BLAKE | REUTERS

30 jul 2021 . Actualizado a las 06:51 h.

No hay público en el espectacular Ariake Gimnastics Centre, pero las reacciones de las deportistas en la grada viendo a sus compañeras, y hasta de los periodistas, acentúan los instantes de alegría y drama. No es un día cualquiera. Simone Biles sigue la final del concurso general, que tenía que protagonizar, desde el otro lado de ese fabuloso circo de cuatro pistas que es la gimnasia artística. Aunque siempre hay algún estúpido que la molesta solo unas horas después de haber renunciado a varias competiciones olímpicas porque la presión afectaba a su salud mental. Hasta ayer, solo una deportista había interrumpido la era Biles desde el año 2013, Morgan Hurd con su título mundial del 2017.

En lugar de Biles, ahora le toca el turno a su compañera de equipo, Suni Lee, que celebró por fin el oro cuando la brasileña Andrade se quedó a décima y pico del 13,802 que necesitaba para desbancarle del título.

Mientras todo esto sucede, la gigantesca sala de prensa del Ariake Gimnastics Centre permanece en silencio y vacía. Los periodistas que siguen uno de los grandes deportes olímpicos tienen el buen gusto de ver las competiciones desde las tribunas de prensa o la grada, y no a través de la comodidad de las pantallas de plasma. Concluido el concurso general, las tres medallistas incluyen a sus equipos médicos entre sus agradecimientos en público.

Andrade confiesa que las lesiones estuvieron a punto de hacerla retirarse antes de tiempo, como también reconoce la campeona. El caso Biles, a su pesar, sobrevuela la comparecencia de las medallistas, y Lee admite una presión añadida por el hecho de ganar después de la renuncia de la favorita. Melnikova, además, hija de su tiempo, toquetea su móvil durante la comparecencia. Así, contemplando el circo desde fuera, podía leer lo que ella misma estaba diciendo en ese instante.