El bum de Belén Toimil: psicólogo, perder 20 kilos y cambiar de técnica

DEPORTES

PAULO ALONSO

La lanzadora de Mugardos, a punto de debutar en Tokio como olímpica explica su proceso: de estar hundida a batir récords

29 jul 2021 . Actualizado a las 10:34 h.

La atleta española que más récords bate había tocado fondo durante los años 2015 y 2016. Después de tres en el Centro de Alto Rendimiento de León, un bajón anímico hundió entonces a Belén Toimil (Mugardos, 1994). Su manera de levantarse explica su éxito actual, convertida en baza para un diploma olímpico en la prueba de lanzamiento de peso, que empieza el viernes. La deportista gallega, que había llegado a León en el 2012 con una marca de 15,46 metros y hoy es plusmarquista nacional con 18,80, evoca ese largo viaje de los últimos siete años hasta la Villa de Tokio: «Sin obsesionarme, este siempre fue mi sueño: ser olímpica. Y mira».

PSICÓLOGO

«No me gustaba ir a entrenar, y solo salía de casa para eso, para no perder la beca»

«Tuve años chungos mentalmente, superhundida. No me gustaba ir a entrenar, era algo a lo que me veía forzada porque lanzar era mi trabajo, algo que hago desde los 9 años. No pensé en dejarlo e irme, pero lo pasé muy mal hasta que me puse en manos del psicólogo del CAR, José Lombo», explica Toimil, que se había trasladado a León en el 2012 para entrenarse a las órdenes de Carlos Burón, el preparador del referente español Manuel Martínez. Los problemas de la atleta mugardesa empezaron en el 2015 por motivos personales. Y desencadenaron su aumento de peso: «Todo eso afectó a mi rendimiento, a mis marcas, a mis estudios del ciclo superior de Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear. Si no entrenas a gusto... Durante dos años dormía todo el día y no iba a la residencia ni a comer. Solo salía para entrenar y no perder la beca. Estaba bloqueada mentalmente, todo me generaba desánimo. Solo dejaba que pasaran los días, no era vida. Cuando vi que no podía seguir así, fui al psicólogo para reencauzar mi vida». Entonces, sin saberlo, empezó el camino a Tokio, al dejar atrás los negros 2015 y 2016.

ALTIBAJOS

«Me quedé a un centímetro de ir al Europeo de Berlín, y luego sufrí un esguince en el dedo que no supe gestionar»

El 2017 abre dos años de transición para Toimil. Sus marcas dan un salto adelante en 12 días mágicos de julio del 2017, en los que lanza 16,51 metros, 16,81, 16,91 y 17,38 en cuatro campeonatos casi seguidos. «Remonté gracias a las pesas. Pero en el 2018, con 16,49, me quedé a un solo centímetro de la mínima para el Europeo de Berlín, y luego sufrí un esguince en el dedo que no supe gestionar a nivel mental». El 2018 no fluyó y terminó, además, con una lesión grave, la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Paradójicamente, un doble cambio iba a lanzar su carrera la campaña siguiente.

NUTRICIONISTA

«Llegué a los 124 kilos, pero bajé 20 en seis meses: aprendí a saborear los alimentos»

En octubre del 2019, Toimil hizo como su compañera June Kintana y acudió a la nutricionista Priscila Farias. «Había llegado a los 124 kilos dos años antes, pero bajé 20 en seis meses, de los 117 a los 97 —y llegué a estar hace poco en 94,900—. Los lanzadores somos grandes, pero no es lo mismo serlo de músculo que de grasa. Así que seguí un plan de comidas a rajatabla: usar aceite de oliva, cambiar la sal normal por la rosa del Himalaya, eliminé el alcohol porque inflama los músculos... Y yo, fan del Nesquik [ríe], y lo sustituí por cacao puro. Aprendí a saborear los alimentos, sin tanto azúcar», razona la lanzadora, de 27 años.

TÉCNICA ROTATORIA

«Al principio parecía un pato mareado, pero pronto logré el billete para mi primera cita internacional en dos años»

Al mismo tiempo que varió su alimentación, Burón instó a Toimil a un cambio radical: de la técnica de lanzamiento lineal a la giratoria. «Durante todo el invierno parecía un pato mareado —bromea—. Aunque había lanzado disco con esa técnica en categorías inferiores, no es lo mismo hacerlo como profesional. Me pasé un invierno aprendiendo casi de cero con ejercicios básicos. Poco a poco cogí el ritmillo, y en la Copa de la Reina [el 1 de febrero del 2020] me sorprendí al lanzar 17,21, casi un metro más que mi mejor marca en pista cubierta [16,27]. Hacía dos temporadas que no competía fuera y ese lanzamiento me valía para ir a la Copa de Europa. Era mi mejor marca de siempre desde los 17,38 que había lanzado al aire libre en Pontevedra [en julio del 2017]. Vino el covid y se cancelaron las competiciones, pero se veía que el cambio de técnica tenía futuro y no había perdido seis meses de trabajo», explica. Aquello era solo el comienzo.

MÍNIMA OLÍMPICA

«No me esperaba esa marca ya en marzo; quiero acercarme a los 19 metros»

A la vuelta del confinamiento, Toimil cambió la historia del lanzamiento de peso en España. Primero con su triple logro del Europeo en pista cubierta de Torun (Polonia), ya en el 2021, con 18,64: récord de España, séptima clasificada y mínima olímpica: «Ese invierno había estado entrenando muy bien, y confiaba en ese objetivo realista de ir a los Juegos de Tokio, pero lanzaba contra la red, sin referencias de distancia. No me esperaba esa marca ya en marzo. Conseguirlo supuso una alegría increíble y me daba tranquilidad para entrenar con ilusión». Así pudo batir más veces el récord de España, hasta llevarlo a los 18,80 metros. «Cuesta repetir esos tiros, aunque ya voy dominando la técnica rotatoria. Quiero acercarme a los 19 metros y, sobre todo, pasar muchas veces de los 18», indica.

CARLOS BURÓN

«Por la tarde me entrena a mí sola, clases particulares»

Toimil, desde hace días instalada en la Villa Olímpica de Tokio, lleva nueve años con Carlos Burón como técnico. Ahora ya se entienden a la perfección. «No es un entrenador paternalista, que te pregunte qué te pasa a nivel personal. Venimos a entrenar. Me costó adaptarme a su método de trabajo. Tras la pandemia, valoro más qué tengo que hacer. Y ahora hago gimnasio por la mañana y por la tarde entreno con Carlos la técnica, yo sola. Es un lujo, como clases particulares. Aumentó la comunicación entre nosotros y mejoró nuestra relación. Ve todos los lanzamientos, me corrige todo y fue superproductivo», destaca la lanzadora gallega.

Trabajo de respiración para evitar una excesiva tensión que le impida rotar

El trabajo de Toimil con el psicólogo fue más allá de su ayuda para superar su desánimo. Con el paso del tiempo, incorporó a José Lombo como un miembro más de su equipo de trabajo. «Disponer de otra visión desde fuera es muy enriquecedor. Durante los dos primeros meses trabajamos la motivación. Luego vimos la confianza en la competición. Porque me atacan los nervios, no tenía confianza, cuando en realidad es como ir a un examen porque me lo merezco. Para eso resulta importantísima la respiración, y el psicólogo me ayuda con ella», explica la plusmarquista española de lanzamiento de peso.

Para su prueba, la respiración resulta clave. «Me ha dado muchas herramientas para calmar el diafragma. Si me pongo nerviosa y tenso el abdomen, no giro, no lanzo la cadera. Así que ese problema de nervios me afecta directamente a la técnica», explica Toimil.

Concentración sin tensionarse

La lanzadora gallega insiste en el valor de encontrar el punto justo de concentración sin tensionarse. «Con la respiración abdominal eres consciente de que los músculos están relajados, pero sin aplatanarte, manteniendo la activación, pero sin ansiedad. Si tengo alguna preocupación precompetición, también se la transmito a Lombo para ponerlo en perspectiva. Ahora soy consciente de lo que me pasa, pero él me ayuda», destaca.

«¡Estoy en el mismo evento que tantos fenómenos!»

Aunque los de la pandemia sean unos «Juegos raros», Toimil lleva días entusiasmada en la Villa Olímpica. «¡Estoy en el mismo evento que tantos fenómenos que me veía por la televisión!», comenta eufórica, aunque es consciente de la cantidad de restricciones que limitan la convivencia con otros deportistas. «Hace poco lo comentaba con una amiga. Me encanta MasterChef y voy a ver a Saúl Craviotto [ganador hace un par de años del concurso televisivo], que además es un increíble deportista», comenta divertida antes de citar a la selección de baloncesto como otra de sus preferidas.