El taekuondo moderno que situó a España a la altura de Corea

DEPORTES

Miguel Gutiérrez

La irrupción del arbitraje electrónico y el cambio de reglamento provocó una evolución de la táctica e incluso de la fisonomía del deportista

07 ago 2021 . Actualizado a las 13:36 h.

Fue necesario introducir un elemento objetivo para que los coreanos dejasen de creerse los dioses del tatami. Ese elemento fue el arbitraje electrónico, mediante el cual cascos y petos conectados a máquinas contabilizan los contactos entre los contendientes. Ese elemento equilibró una balanza que, antes, frente a la duda, siempre tendía hacia el lado coreano. Y España fue la gran revelación. En los Juegos de Tokio, Adriana Cerezo fue un buen ejemplo de ello.

Pero, ¿en qué momento el taekuondo cambió su cara? Los más experimentados observan un claro cambio de tendencia desde hace década y media, con la introducción del recurso tecnológico, reorientando la competición hacia el corsé táctico y defensivo frente a la vistosidad ofensiva de antaño. Década y media de evolución que se consolidó desde los Juegos de Londres.

Arroja luz al respecto Jesús Benito, que fue entrenador de las selecciones de España, Portugal, Marruecos y México y actualmente ejerce como técnico en el CGTD de Pontevedra. Para empezar, hace una salvedad: «Este año, debido a la pandemia, el deportista no se pudo rodar tanto antes de los Juegos, cuando por lo general los mejores se enfrentan constantemente en los campeonatos continentales, mundiales, los grand slam, grand prix y clasificatorios. Eso provoca que no haya tanta diferencia en la élite». «Es muy difícil valorar estos Juegos, muy extraños, en términos de evolución del deporte. A excepción de Cerezo, que protagonizó una bestialidad y una competición tremenda, hubo muchas sorpresas sobre los pronósticos iniciales de quién podría llegar en mejor estado de forma en condiciones normales. Han ganado deportistas que no estaban ni ranqueados. Hubo muchos participantes de los primeros puestos que no estaban a punto por no haberse podido entrenar en condiciones o no haber logrado un espárring de calidad», concluye.

LA DIFERENCIA DE CONCEPTO

Antes se mantenía más la esencia del taekuondo

«El taekuondo moderno es más deporte y apenas guarda aspectos de arte marcial. Hay un reglamento y unas situaciones que se deben afrontar», avanza Jesús Benito. «Antes se elegían acciones con amplio recorrido porque se perseguía pegar muy fuerte ya que imperaba el sonido a la hora de que el árbitro concediese el punto. Esto propiciaba deportistas potentes, bajitos, que pegaban desde atrás», describe. «Ahora, se trata de llegar lo antes posible al peto o casco, exponiéndose al menor riesgo posible. Por eso, se buscan recursos técnicos que te permitan tocar el peto y no te toquen a ti. Prima la táctica», compara.

el peRfil base

Defensa, envergadura y pierna adelantada

Para Benito, «si un deportista sabe cubrirse bien para que no le puntúen, ya le genera problemas al rival. Si, además, tiene buena envergadura y una buena pierna adelantada, mejor». «Esto favoreció a estos últimos. Y buscan la guardia al contrario, con acciones que se trabajan a partir del choque con el rival, de modo que la gente que tiene una buena pierna de apoyo puede desestabilizar al adversario», describe.

ADAPTACIÓN

Los nativos electrónicos y los que se quedaron fuera de combate

Hubo que especializarse y algunos taekuondistas tuvieron que adaptarse sobre la marcha a un deporte que no practicaban de esa manera. «La mayoría de los veteranos se quedaron en ese punto, porque cuando uno lleva toda la vida compitiendo tiene los gestos automatizados. Y si los tenían enfocados al golpeo más duro con la pierna atrasada, de pronto tuvieron que enfocarlos al trabajo de la pierna adelantada», analiza Jesús Benito.

el reglamento

Moldea la competición

Tres asaltos de dos minutos, con uno de descanso. Eso no ha cambiado. «Pero ahora cada cinco segundos debes actuar, lo que implica una alta presión temporal por parte del árbitro. Y si antes pegabas más potente, cada cinco segundos eres incapaz de mantener la potencia, de modo que tienes que entrenarte para ser más resistente y constante. El tapiz también se ha reducido y eso ha estrechado la distancia. Por último, el valor de los contactos también cambió. Una patada en la cara son tres puntos, de giro 4, de giro arriba 5 y un puñetazo 1. Eso ya define el devenir de los gestos de los contendientes», explica el técnico.

españa

Supo adaptarse

El taekuondo español siempre fue una potencia a nivel mundial. «Sin embargo, aparte de la medalla de Esparza, no acababa de cuajar en el olimpismo. Eso, en la época del arbitraje subjetivo, pero se adaptó muy bien al electrónico y emergieron deportistas como Joel González, Eva Calvo... con un palmarés brillante», apunta Benito.

LOS ENTRENADORES

Actualización, constante incluso en temas tecnológicos

Benito recalca: «Se abren muchos frentes. Deben controlar de preparación física, técnica y táctica, pero también de tecnología: si los petos van duros o blandos, si es más fácil que el punto salte en los laterales que en el frontal, o si el casco es más o menos sensible... Debe estar al día. Esto va muy rápido».