El Open Británico regresa a uno de sus campos más duros

Manuel Piñero

DEPORTES

LEE SMITH

El último grande del año se disputa desde hoy en Royal St. George?s, un recorrido emblemático con muchas salidas ciegas

15 jul 2021 . Actualizado a las 09:39 h.

Después de un año sin Open Británico por la pandemia, regresa hoy a Royal St. George’s (Movistar Golf, 7.30). Allí gané el PGA de 1977, el segundo torneo más importante de Europa, en un campo que siempre se me dio muy bien y donde fui sexto en el British de 1981, que conquistó Bill Rogers. Por eso tengo un recuerdo muy nítido de sus calles. Si hace viendo, lo considero el campo más duro de toda la rotación de este torneo. ¿Por qué? Porque hay muchos golpes ciegos desde el tee y, con viento, pegarle sin ver la calle en su totalidad es muy complicado.

Los nueve de ida en Royal St. George’s son terribles: en el 2 ves más los bunkers que la calle; en el 4 tiras por encima de una duna; en el los bunkers estrechan mucho la zona de tiro; el golpe de salida del 7 es ciego; en el 8 ves muy poco la calle, igual que en el 9... En la segunda vuelta quizá el campo se abre algo más.

La meteorología condiciona todo en el British. Si hace mal tiempo, Royal St. George’s es un campo muy difícil. Ha sido de los menos frecuentes en la rotación actual. Sandwich, aunque está muy próximo a Londres, en sus cercanías apenas ofrece facilidades ni a los jugadores ni al público para localizar casas de alquiler o plazas hoteleras.

Rahm, Thomas, Morikawa...

Volviendo a las características del recorrido, es un campo típico del British, con mucha tradición, duro y con condiciones para ofrecer un espectáculo emocionante. A mí me gustaría que se jugase con un tiempo adverso, porque ahí se ve de verdad al jugador que controla mejor la bola.

Con todos estos condicionantes, Jon Rahm llega en un momento extraordinario para ganar. Además, se trata de un campo exigente, y los recorridos exigentes, por su actitud tan positiva al afrontarlos, le van muy bien. Otro punto a su favor es su dominio del driver, un palo fundamental en Royal St. George’s.

Otros nombres a tener en cuenta son los de Justin Thomas y Collin Morikawa, por aunar una demostrada potencia y un elevado control. También cuento para la pelea con Louis Oosthuizen gracias a su solidez. Y no descartaría que Royal St. George’s permita también alguna sorpresa, la presencia arriba de un jugador que de antemano no cuenta en las apuestas.