Mancini relanza una Italia expansiva

DEPORTES

CARL RECINE

Firmó por cinco años para modelar un proyecto de cambio a largo plazo y ya está recogiendo frutos

13 jul 2021 . Actualizado a las 09:18 h.

Nada más empezar la Eurocopa, después de la primera jornada, Roberto Mancini concedió una entrevista a fifa.com en la que explicaba cómo fue su desembarco en una selección que, por vez primera en su historia, se había quedado fuera de una fase final de un mundial, el de Rusia.

Llegó con las ideas claras, con pretensiones de cambio pero sin romper con el pasado ni dejar de reconocer las conquistas: «Nuestros éxitos, con cuatro mundiales y una eurocopa, se lograron jugando un fútbol bastante defensivo. Cada país tiene su estilo de juego y el buen hacer defensivo que ha caracterizado históricamente a Italia sigue marcando la diferencia hoy en día. Para ser un buen equipo necesitas alcanzar el equilibrio perfecto entre ataque y defensa».

Vía libre al talento

Y eso es lo que hizo, mantener la fiabilidad defensiva y, a la par, buscar la portería rival con un nuevo plan de ruta, basado en la posesión de balón y en abrir nuevas vías de expresión a la creatividad. «Tomé las riendas de la selección en un momento muy complicado, pero nuestra intención era hacer algo verdaderamente distinto de lo que se había hecho anteriormente. Y entonces llamamos a muchos jugadores jóvenes y de talento que considerábamos apropiados para adoptar un estilo de juego diferente, más ofensivo que en el pasado. Siempre he intentado dotar de ese tipo de filosofía a los equipos que he entrenado hasta la fecha», añadía el técnico.

No hay más que ver la alineación de la final ante Inglaterra para concluir que esa apuesta por el buen toque de balón va más allá de las palabras. La tripleta Jorginho, Barella, Verratti en el centro del campo no sobresale por su condición física. Son tres futbolistas a los que no les quema la pelota y saben asociarse. Por delante se situaron otros tres jugadores de clara vocación ofensiva y de mucha movilidad: Chiesa, Insigne e Immobile. Eso sí, en Italia el trabajo con y sin balón es cosa de todo el colectivo. No hay liberados.

Mancini llegó a la selección tras completar un interesante palmarés de títulos nacionales en los equipos por los que pasó: Lazio, Inter de Milán y Manchester City, además de Galatasaray y Zenit. Pero en esa etapa no terminó de brillar en las competiciones continentales.

Lo acaba de conseguir con Italia. Firmó un contrato por cinco años, para hacer un proyecto a largo plazo. Y en el tercer curso ya empieza a recoger el fruto de los títulos y del reconocimiento a un fútbol expansivo.

Coincide también con una etapa en la que los equipos italianos están rompiendo con el corsé del catenaccio. El caso actual más extremo es el del Atalanta, por su atrevimiento, por su capacidad goleadora.

No obstante, Roberto Mancini ya había avanzado en su paso por los banquillos del Lazio y el Inter de Milán su gusto por un fútbol de talante atacante.

Nada dogmático, pragmático

Siempre tuvo muy claro el norte, y los matices, como demostró antes y durante el choque de semifinales con España. En la previa del partido ya lo precisó: «Nuestra posesión es ligeramente diferente. Somos italianos y no podemos convertirnos de repente en españoles».

En aquella cita perdió claramente la batalla de la posesión, pero supo responder con un repliegue que hacía tiempo que no se le veía. En eso Italia sigue siendo la de siempre, una escuadra pragmática y lista, competitiva en cualquier escenario.

A un solo partido de igualar el récord de 35 sin perder que ostenta España

La mejor racha de partidos sin perder está en poder de España, y corre peligro. La selección encadenó 35 del tirón sin conocer la derrota entre los años 2007 y 2010. Venía de verse doblegada en Solna por Suecia, 2-0, en la fase de clasificación para el Mundial de Sudáfrica, un 7 de octubre del 2006. En la siguiente jornada, ya en el 2007, un 24 de marzo, abrió la secuencia con una victoria por 2-1 frente a Dinamarca en Madrid.

El registro hubiese apuntado todavía bastante más alto de no ser por la derrota frente a Suiza en la primera jornada del Mundial de Sudáfrica, en un choque en el que el colectivo de Vicente del Bosque mandó en todas las parcelas excepto en el marcador.

Desde que Mancini cogió las riendas de Italia, el equipo solo ha perdido dos encuentros. Uno ante Francia y otro frente a Portugal, un 10 de septiembre del año 2018. Cayó por la mínima diferencia.

A partir de esa fecha encadena veintisiete victorias y siete empates. Los dos últimos encuentros de la Eurocopa, la semifinal con España y la final con Inglaterra, acabaron en tablas y cayeron del lado transalpino en la tanda de penaltis.

El anterior mejor registro de Italia remite a los años 30, cuando la selección enlazó treinta partidos sin perder a las órdenes de Vittorio Puzzo, entre 1935 y 1939.

La selección de Brasil también firmó una secuencia de 35 encuentros sin caer derrotada, entre 1993 y 1996. Pero se le escapó la final de la Copa América de 1995 en la tanda de penaltis.

Roberto Mancini puede presumir de tener la fortuna de su lado en momentos muy puntuales y de máxima trascendencia. Es el caso de los penaltis en esta Eurocopa o el título de liga que conquistó en la Premier con el Manchester City después de remontar en la última jornada, frente al Queens Park Rangers, con un gol en el minuto noventa y otro en el tiempo añadido.