Italia, con el doble de remates, buscará su segundo título en el torneo ante una Inglaterra de hierro en defensa
11 jul 2021 . Actualizado a las 17:46 h.La historia ya está escrita. Cualquiera que sea el resultado el domingo en Wembley, la final de esta Eurocopa será recordada de por vida por su cartel. Un cartel inédito, por muy extraño que parezca vistos los nombres de la selecciones que lo componen. Inglaterra e Italia, dos potencias del fútbol continental y mundial —sobre todo la Azzurra—, asiduas de los grandes campeonatos, se verán las caras por primera vez con una preciada copa en la banda esperando dueño. Un pulso decisivo en la conquista del trono europeo entre dos equipos con las vitrinas cerradas a cal y canto desde hace bastantes años. Los italianos no han vuelto a levantar un gran trofeo desde el Mundial del 2006 y los británicos, desde mediados del siglo pasado (1966) —su único gran éxito—. Llegó la hora de desempolvarlas.
ANTECEDENTES
Solo una victoria inglesa en partidos oficiales desde 1933
El efecto Wembley contra la historia. Jugar en casa será, sin duda, una gran ventaja para el conjunto británico en su intento por reivindicarse como una selección de primer nivel y acabar con la maldición que le persigue cuando Italia se cruza en su camino. Se la ha encontrado en 27 ocasiones desde 1933 y su porcentaje de victorias no alcanza el 30 %. De sus ocho victorias, siete llegaron en partidos amistosos y solo una se produjo en un partido oficial. Fue en la fase de clasificación para el Mundial del 78 (1-0). En la Eurocopa, la final del domingo solo tiene dos antecedentes. En el 2012, la Italia de Pirlo y Balotelli, entre otros, eliminó a los ingleses en los penaltis tras 90 minutos y una prórroga sin goles; mientras que en el torneo de 1980, jugado en territorio italiano, coincidieron en el segundo grupo y los anfitriones vencieron gracias a un solitario tanto de Tardelli en el tramo final. Las mismas veces se encontraron en un Mundial. En el de Italia 90 libraron el partido por el tercer y cuarto puesto, con victoria local por 2-1. Roberto Baggio abrió el marcador ante una defensa apática, David Platt igualó y Toto Schillaci marcó el tanto de la victoria. El otro enfrentamiento tuvo lugar en el 2014 en Brasil y el desenlace fue el mismo: 2-1 para los italianos.
TRAYECTORIAS
Italia, a menos; Inglaterra, a más
La selección italiana comparecerá en la final de Wembley con más minutos en sus piernas. Tras una primera fase que convirtió en un camino de rosas, con triunfos ante Turquía (3-0), Suiza (3-0) y Gales (1-0), en los octavos de final encontró sus primeras dificultades y necesitó de una prórroga para eliminar a Austria (2-1). En los cuartos de final volvió a sufrir ante Bélgica (2-1) y en las semifinales ante España también disputó 30 minutos extra y selló el billete en los penaltis. Inglaterra siguió un camino inverso. Fue a más con el paso de los partidos. Titubeante en la fase de grupos —victorias ante Croacia (1-0) y República Checa (1-0) y empate ante Escocia (0-0)—, la selección inglesa apeó después a Alemania (2-0) y Ucrania (4-0) con menos apuros de los previstos antes de enfrentarse a su única prórroga en la semifinal ante Dinamarca (2-1).
ESTILOS
Mismo dibujo, pero diferentes propuestas
Hace tiempo que Italia se ha despojado de la etiqueta que arrastraba desde tiempos inmemorables. La Azzurra sigue dominando el catenaccio —puede dar fe España—, pero ha dejado de ser su mejor arma. Ahora también es solvente con el balón y es capaz de hilvanar acciones de mérito en los ataques posicionales gracias al 1-4-3-3 dibujado por Roberto Mancini. Por el mismo esquema apuesta el seleccionador inglés, Gareth Southgate, aunque con las costuras mucho más apretadas y dando mayor prioridad a la defensa para explotar cada error no forzado del contrario, aprovechando su velocidad por los costados. Su portería permaneció inmaculada hasta el duelo de semifinales, mientras que su número de remates en el torneo (58) es poco más de la mitad de los que hizo su rival en la final (108).
JUGADORES MÁS EN FORMA
La pegada de Kane y el liderazgo de Jorginho
A la hora de buscar los hombres más en forma en uno y otro equipo, en el colectivo inglés todos los caminos conducen a Harry Kane. Se echaron de menos sus goles en la primera fase, pero aparecieron cuando más lo necesitaba su equipo. Sentenció a Alemania en los octavos de final, hizo un doblete ante Ucrania y en la semifinal ante Dinamarca anotó en el rechace de un penalti el gol que les llevó a la final. En el bando italiano, mientras Lorenzo Insigne absorbe casi todos los elogios de la prensa y la afición por su enorme talento, Jorginho es el más admirado por sus compañeros por su capacidad de liderazgo. Lo apodan «Radio Jorginho» porque durante los encuentros anima y corrige a sus compañeros sin descanso.
IDENTIDAD
Las dos selecciones con más futbolistas jugando en casa
No ha habido participantes en esta Eurocopa con plantillas de fabricación más casera que las de Italia e Inglaterra. De los 26 futbolistas convocados por Southgate, solo tres juegan fuera de la Premier: Jadon Sancho y Bellingham, que compiten en la Bundesliga con el Borussia Dortmund, y Trippier, lateral del Atlético de Madrid. En Italia, la Serie A fue el principal vivero para Roberto Mancini. Jorginho y Emerson, que militan el en Chelsea, y Verratti y Florenzi, que lo hacen en el PSG, son los cuatro «emigrantes» del combinado italiano