El trauma de Mancini

Pablo Carballo
Pablo Carballo EUROCOPA 2021

DEPORTES

FILIPPO MONTEFORTE

27 jun 2021 . Actualizado a las 09:47 h.

Para diseccionar a esta Italia hay que buscar el instrumental en el álbum de fotos de Mancini. Un tipo que ganó trece títulos como futbolista y pese a todo arrastró un trauma: haberse marchado del Mundial de 1990, en el que su país ejerció como anfitrión, sin haber jugado un solo minuto. Vicini no le dio ni los de la basura. «Fue el mayor lamento de mi carrera».

En los últimos compases del partido ante Gales, con el que Italia cerró la fase de grupos, Mancini cambió de portero. Retiró a Donnarumma y llevó al campo a Salvatore Sirigu. No era una excentricidad. Con la entrada del veterano guardameta, Mancini le había dado minutos ya en esta Eurocopa a 25 de sus 26 convocados. Solo Meret, el tercer portero, llegó a estos octavos de final sin haber debutado.

Un año después de aquel verano frustrante de 1990, el Sampdoria de Vujadin Boskov, en el que Lombardo corría la banda y Mancini filtraba los pases para que Gianluca Vialli ejecutase, superó al legendario Milan y se alzó con el único título de liga de su historia. La misma Samp que luego caería en la final de la Copa de Europa ante el Barcelona en Wembley.

Hace tres años, a Vialli le diagnosticaron un tumor en el páncreas, del que recayó meses antes de la Eurocopa. «Espero que el cáncer se canse de mí». Cuando la federación le propuso a Mancini comandar a Italia, pidió que le acompañasen Lombardo y Vialli. El primero en el cuerpo técnico y el segundo como jefe de la expedición. A Vialli le sorprendió: «Honestamente no lo esperaba. Mancini ha creado un clima de confianza y cuando un jugador tiene fe puede caminar sobre las aguas».

A Italia se le atragantó Austria. Tanto, que el VAR la tuvo que reanimar. Tanto, que casi no lo cuenta. Pidió prórroga ante un debutante en octavos. La corriente con la que electrocutaba a los rivales se evaporó. A su cartel de favorito, se le fundió la luz. Hasta que aparecieron Chiesa y Pessini para reivindicar los minutos que Mancini extrañó en aquel Mundial.