El rival de España sacó corazón y fútbol tras un inicio titubeante
24 jun 2021 . Actualizado a las 12:58 h.La España de Luis Enrique reaccionó a tiempo, pero sus pecados en la primera fase tienen castigo. Descorchar el cava ante Eslovaquia sirvió a la selección para darse un festín y continuar en la Eurocopa, pero la manda al lado más duro y con viajes más largos del cuadro y pone en su camino el próximo lunes a las 18 horas a la vigente subcampeona del mundo, Croacia. La eliminatoria se antoja igualadísima y contrasta con el mejor cruce que encuentra Suecia, la primera del grupo E: Ucrania.
Y es que de todos los partidos programados para los octavos de final, solo el Inglaterra-Alemania y el Bélgica-Portugal suenan más sugerentes. Por primera vez en el torneo, la Roja se topará a un rival que quiere la pelota y que sabe manejarla sin importarle caer en ritmos lentos porque cuenta con el talento de Luka Modric, bien escoltado por Kovacic, Brozovic, Perisic o Vlasic. Todo un examen para la presión tras pérdida que propone Lucho.
Croacia mantiene buena parte de los nombres y la esencia del equipo que, como pocos, tuvo contra las cuerdas a España en el cierre de su ciclo triunfal, en la fase de grupos de la Eurocopa 2012. Jesús Navas en una acción aislada que inventaron Fábregas e Iniesta salvó los muebles para una selección que días después levantó el título y a la que los bálticos apearon de la siguiente Eurocopa y de la fase final de la Liga de Naciones 2018-19, a pesar de que entre ambas hubo una victoria española por 6-0.
Al igual que España, el equipo arlequinado va de menos a más en el torneo e intenta hacer olvidar a varios nombres propios de un ciclo histórico. Slatko Dalic no tiene un gran referente en el ataque sin Mario Mandzukic -por el momento no dio minutos al osasunista Ante Budimir- y también ha tenido que sobreponerse a la ausencia de Iván Rakitic, que renunció a jugar con su país en septiembre. Con Kovacic renacido en el Chelsea y Luka Modric tirando del carro, el centro del campo sigue funcionando como un reloj. Mayores problemas hay en una defensa donde Vida y Lovren piden a gritos un relevo generacional y el central de 19 años Gvardiol, flamante fichaje del Leipzig, ha jugado de lateral.
Pero, por encima de fútbol, si algo tiene Croacia es carácter y corazón. A la final del Mundial 2018, donde le batió Francia, llegó tras superar tres prórrogas y dos tandas de penaltis; igual que España, en esta Eurocopa ya tuvo un pie fuera. Ante Inglaterra perdió 1-0 y dio una imagen muy pobre y luego Perisic rescató el empate ante una República Checa que había aprovechado un error grosero en un penalti de Lovren. Tampoco fue cómodo el partido decisivo frente a Escocia (3-1), pero Modric agitó su varita y se inventó un golpeo de exterior imparable desde la frontal del área.