Kanté marca el paso en una selección francesa sin fisuras

DEPORTES

BERNADETT SZABO

El combinado de Deschamps quiere sellar la clasificación para octavos ante Hungría en un Puskas Arena que estará abarrotado

19 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hubo abarrotamiento en el Puskas Arena en la primera jornada del grupo F y se repetirá la escena esta tarde, a partir de las 15 horas, en el duelo que librarán la anfitriona Hungría y la gran favorita al título, Francia. El combinado que dirige Didier Deschamps ya sabe que le espera uno de los pocos escenarios en los que la pasión y el gentío recuerdan estampas de antes de la pandemia.

Esa será la principal baza del conjunto local que, como demostró ante Portugal, es un colectivo esforzado, trabajador, de los que tratan de rentabilizar al máximo el orden en la contención y algún chispazo o algún fallo del rival en la elaboración.

Enfrente estará una selección que tiene de todo y a la que no se le adivinan puntos débiles. Brillan nombres como los de los tres tenores que se reparten la proa, Griezmann, Benzema y Mbappé, tres delanteros muy complementarios. También resuena Pogba en la línea media.

Pero hay un futbolista que no atrae tanto los focos y que probablemente refleja mejor que nadie el perfil de Francia, el de un equipo férreo, laborioso y poderoso, con y sin balón: N'Golo Kanté. Ganó la Premier con el Leicester y con el Chelsea. Esta temporada añadió a su palmarés la Champions. Es campeón del mundo con Francia y busca la Eurocopa.

Alejado del lujo

No lo tuvo fácil para llegar a la cima. Nunca dejó de creer que podía triunfar como futbolista profesional, a pesar de que más de un club lo descartó por su baja estatura. Nunca ha perdido la humildad ni se ha dejado cegar por el brillo del lujo. En su garaje no hay Ferraris ni Lamborghinis. Sorprendía verlo al volante de un Megane y, más todavía, cuando lo cambió, que eligiese un Mini.

Recuerda cierto paralelismo con Kawhy Leonard, estrella de la NBA, que también sobresale por su discreción, pese a que los ceros se acumulan en su cuenta corriente. En su etapa en los San Antonio Spurs iba a entrenar, a menudo, en un Chevrolet que ya tenía antes de firmar su primer gran contrato.

Son jugadores que pasaron por una infancia difícil, que supieron sortear los riesgos y que nunca han perdido la perspectiva. Y quizás proyectan esas vivencias en el juego como estandartes de equipo que siempre están a la orden y nunca se achican.

Kanté es el mejor socio que todos quieren tener a su lado. Incansable y listo, siempre bien colocado. Aparece por todas partes. Pero no se queda ahí, porque sabe sacar el balón con sencillez, sin complicarse en el primer pase, o bien conduciendo durante unos metros. Y tampoco se queda ahí, porque también sabe llegar con peligro a las inmediaciones del área rival y filtrar el último o el penúltimo pase.

Así es el fútbol de Francia, un equipo de mosqueteros muy redondo, en el que todos los jugadores corren hacia arriba y hacia abajo y pueden generar más de una avería al adversario con el balón en los pies. Pero en ese ir y venir, el que más se prodiga es N'Golo Kanté.

Marco Rossi

Marco Rossi, seleccionador de Hungría, subraya que el conjunto galo es el favorito en el duelo de esta tarde y uno de los más firmes aspirantes al título. De hecho, apunta que estarán pensando en «jugar siete partidos y llegar a la final», por lo que no descarta que su colega, Didier Deschamps, pueda hacer algún cambio en el once inicial para ir administrando fuerzas.

Francia buscará la segunda victoria consecutiva, que le garantizaría ya la clasificación para octavos de final y le permitiría afrontar la última jornada del grupo, frente a Portugal, con los deberes hechos.

Cabe prever un partido distinto al de Alemania, ya que el conjunto de Löw apostó claramente por la posesión de balón mientras que el de Marco Rossi esperará más atrás y tratará de sorprender al contragolpe. Francia no encontrará espacios, deberá generarlos.