Algo hay diferente en la previa de esta Eurocopa. Hago el ejercicio de recordar los días anteriores a otras competiciones de la selección e intento analizar el porqué tengo sensaciones encontradas. Lo sé: la pospandemia , las dificultades de las convocatorias , los jugadores fatigados de un curso sin pretemporada, los positivos y los no positivos, las vacunas y las no vacunas. Todo esto, para mí, va en el haber de los responsables de la selección. Es muy difícil trabajar en estos tiempos y lo valoro enormemente.
Pero no, no es nada de eso. Mi reflexión esta basada en el fútbol, en lo que va a ocurrir en el césped. Ahí es donde encuentro respuesta a esta dualidad entre la apatía y la expectación. Porque falta un día para el debut de la selección y no sé cuál es la idea de juego, no sé quién va a ser el portero —me lo puedo imaginar—, no sé quiénes serán los centrales y tampoco el delantero o delanteros. Estábamos acostumbrados a manejar una selección con trece o catorce jugadores fijos y que, desde ahí, llegasen otros que reforzaban una idea clara. Si entraban con fuerza y determinación, se convertían en una opción para el once.
Las transiciones no son fáciles y la de nuestra selección era una muy complicada. La generación que se ha ido es irrepetible. La labor de Luis Enrique no la pongo en duda. Incluso, con un día grandioso como el de la goleada a Alemania, nos dio esperanzas de que ya habíamos encontrado el camino para ver a un grupo mas o menos fijo que trabajase para llegar a la Eurocopa cohesionado. Pero se han sucedido más cambios, las alineaciones es imposible recordarlas y la ultima convocatoria ha traído mas dudas a nivel general.
Así que, mi conclusión, es que nos tienen que enganchar ellos a nosotros. Nos tienen que enseñar el camino y cambiarnos esta sensación de falta de identidad que planea en el ambiente.
Eso sí, estos son los jugadores que nos van a defender y este es el cuerpo técnico que los lidera, por lo tanto, desde hoy, tenemos que estar apoyándoles y creer firmemente en todos y cada uno de ellos. Y ojalá nos lleven hasta el final, los análisis globales vendrán luego.