Italia vuelca a un tractor

José Luis Losa EUROCOPA2021

DEPORTES

Alessandra Tarantino / POOL

11 jun 2021 . Actualizado a las 23:50 h.

Estaba anunciado que Mancini había cocinado la revolución que la selección italiana exigía tras la humillación de quedar fuera del Mundial de Rusia. Un largo adiós al catenaccio. Enfrente, se esperaba que la defensa turca confrontara poniendo a Italia frente al espejo de su largo y muchas veces victorioso pasado. Un cerrojo con diez clones de Gentile marcando a los maradonitas del Calcio, los Immobile, Insigne o Berardi. Pero nadie puede entender a qué salió Turquía al Olímpico. Su descarga ilegal del modelo transalpino del catenaccio fue una bajada pirata file. En vez de poner el autobús, lo que los turcos pusieron ante su portería fue un tractor de antes de la revolución agraria de los koljoses. Tú haces una fase de clasificación en la que ganas a Francia. Llegas a Roma con defensa imbatible. Y sabes que tienes 84 millones de turcos frente al sofá. Y luego explica el ridículo.

El once turco salió con los 10 del tractor y con Burak Yilmaz, el rocoso fajador que logró hacer campeón de la Ligue One al Lille, escarbando feos y peleados goles de la veta del carbón de la Francia mineral. Sin plan alguno, aún se atrevió a facilitar más las cosas a los de Mancini, con un autogol pecho lobo. Luego llegó ya el festín de los ídolos de Nápoles y Lazio (ojo: en la selección italiana, el peso de Inter, Juve y Milán es no residual pero sí secundario. Tome nota la Superliga).

Y un apunte sentimental: en esta Italia donde todos corren hacia el área rival, cuando Immobile e Insigne marcan entre multitud, me sobrevino un chispazo de nostalgia por aquellos delanteros lobos solitarios de la Italia del cero-cerismo. Y recordé a Roberto Bettega, que en el Mundial de Argentina se pasaba los 90 minutos como un náufrago de Forges en las áreas rivales. Tanto debió de sufrir Bettega aquellos aislamientos como destino que con 28 años el pelo se le volvió blanco. Pienso en aquellas canas de la saudade de la Penna Bianca ahora que los immobiles golean entre risas a un tractor.