Zverev repite en Madrid

Enric Gardiner COLPISA

DEPORTES

Chema Moya

El alemán se lleva su segundo título en el Masters 1.000 de la capital al derrotar en la final a Berrettini

09 may 2021 . Actualizado a las 22:58 h.

Alexander Zverev posee un récord inédito en Madrid. El alemán nunca ha perdido en la pista Manolo Santana de la Caja Mágica. Cuenta sus partidos en esta central como triunfos. Todos ellos. Y es que el germano vive un idilio con la capital española. Pese a las dudas que ha arrastrado en los últimos tiempos, Zverev, uno de los abanderados de la ya quemada 'Next Gen', conquistó este domingo su segundo Masters 1.000 de Madrid al derrotar en la final a Matteo Berrettini por 6-7 (8), 6-4 y 6-4.

El alemán se alzó con su cuarto Masters 1.000 en un torneo impecable en el que venció por el camino a Rafa Nadal, a Dominic Thiem y culminó el título imponiéndose al poderoso servicio de Berrettini. Zverev, que con el triunfo en cuartos ante Nadal sumó un peculiar récord, al haber sido capaz de derrotar al balear en arcilla, a Roger Federer en hierba (Halle, 2016) y a Novak Djokovic en cemento (Londres, 2018), refrendó su victoria en 2018 en estas pistas y se convierte en el tenista que más Masters 1.000 ha ganado tras los cuatro grandes.

Con sus cuatro entorchados, Zverev se pone a la altura de Juan Carlos Ferrero, Andrei Medvedev y Stefan Edberg, y se queda a uno de figuras como Marcelo Ríos, Boris Becker, Michael Chang, Jim Courier y Guga Kuerten.

Solo se le acerca Daniil Medvedev de los jugadores que están en activo, con tres títulos.

El alemán, en una tarde lluviosa en Madrid que obligó a cerrar el techo retráctil de la pista, se sobrepuso a los 32 golpes ganadores de Berrettini y a la pérdida del primer set, pese a conseguir igualar un 1-5 adverso en el 'tie break'. Zverev, que se vio ayudado por los 50 errores no forzados del italiano, exhibió lo que siempre le ha fallado, la cabeza, y poco a poco fue minando la resistencia de un jugador inexperto en esta clase de partidos.

Berrettini, en su primera final, pagó la novatada y ni siquiera las siete dobles faltas del alemán le ayudaron a rematar un título que por un momento lució transalpino. Zverev, que nunca había remontado una final en la que empezara perdiendo, se olvidó de los fantasmas del US Open, la gran derrota de su carrera y que le impidió ganar su primer Grand Slam, y aceleró hacia un Masters 1.000 que le distancia de contemporáneos de su generación como Dominic Thiem, el príncipe de la tierra batida, que solo tiene uno y fue en pista dura.

A las puertas de Roland Garros, que comienza en menos de un mes, Zverev afianza su figura con un triunfo en el torneo que mejor se adecua a su juego, con una altura que potencia su agresividad y su servicio, con el que llegó a colocar segundos saques a más de 220 kilómetros por hora.

Con Montecarlo en el bolsillo de Stefanos Tsitsipas, Barcelona en el de Nadal y Madrid en el Zverev, la gira de tierra batida toma el avión hacia Italia, donde el Foro Itálico de Roma presenciará la última cita preparatoria para París. Nadal acudirá para lograr un título que ha ganado en nueve ocasiones, pero que se le escapa desde 2019. Tiene la oportunidad de sumar puntos tras haber caído en cuartos de final el año pasado, en un torneo que reclamó Novak Djokovic.