El trencilla rumano Octavian Sofre, acusado de racismo en el pasado, pidió la firma al noruego para recaudar fondos contra el autismo
11 abr 2021 . Actualizado a las 09:03 h.No es la primera vez que el juez de línea rumano Octavian Sofre se ve metido en un lío. Él formaba parte del trío arbitral que se tuvo que enfrentar a acusaciones de racismo en el partido de Champions League de esta temporada entre el PSG y el Estambul, un incidente que nunca quedó aclarado. Al parecer, aquel día, un miembro del colectivo arbitral se dirigió a Webó llamándole «negro». El ex de Osasuna, asistente técnico de los turcos, lo habría escuchado y el partido se detuvo en medio de un lío tremendo. Nunca se supo si la expresión salió de la boca de Sebastian Colescu, cuarto árbitro aquel día, o del propio Octavian Sofre.
Cuatro meses más tarde, Octavian Sofre ha sido suspendido. Pero la razón nada tiene que ver con aquel episodio supuestamente racista. La razón ha sido que el rumano, juez de línea del partido de Liga de Campeones entre Manchester City y Borussia de Dortumnd de esta semana, pidió un autógrafo al delantero noruego Erling Haaland al finalizar el mismo. Un gesto que se produjo en el túnel de vestuarios y que captaron las cámaras.
Por este acto, la comisión de árbitros rumana ha suspendido a Sofre por lo que consideran un episodio de falta de profesionalidad. Con posterioridad se ha sabido que la firma buscaba ser un impulso para la recaudación de fondos contra el autismo. Una justificación que de momento no le ha servido para esquivar el castigo.