José Luis Garci: «Hice debutar a Javier Irureta en el cine»

DEPORTES

ABRALDES

Recuerda cómo, en su primer corto, dio la alternativa en la gran pantalla al entonces jugador del Atlético de Madrid

05 abr 2021 . Actualizado a las 21:16 h.

Durante años fue el Luis Suárez del cine, al figurar como el único director español con un Óscar —el coruñés sigue siendo el único futbolista español con un Balón de Oro—. Su prestigio traspasa fronteras y su currículo impone: diecinueve largometrajes, la mayoría obras maestras de nuestro cine, una veintena de libros, premios por doquier... Solo su conocido desencuentro con la Academia del cine le ha impedido sumar más. Dirigió a los mejores actores y actrices del país e hizo debutar a unas cuantas promesa. Y, tanto en muchas de sus películas como en su vida, el deporte ha estado muy presente. Empezando por su estreno como director, cuando presume de haber hecho debutar a Javier Irureta, el entonces joven futbolista del Atlético de Madrid y con los años prestigioso entrenador.

El cine es la vida de José Luis Garci (Gijón, 1944); el boxeo, su pasión, la comunicación, su afición —une ambos en Campo de Gas, los viernes en la Cope junto a Jaime Ugarte y Joseba Larrañaga— ; y la humildad, su bandera: «Muchas gracias por acordarse de mí», insiste desde su confinamiento malacitano: «Aquí me pilló todo esto y no tengo edad para andar jugando. Así que aquí sigo hasta que me toque la vacuna», explica.

-Su primer corto, «Al fútbol», ya era toda una declaración de intenciones: fútbol y Atlético.

-Sí, pero no se crea que soy un fanático del fútbol. No soy el típico que no ve más allá de su equipo. De hecho, de niño, yo era socio del Real Madrid, porque iba con mi padre. En cuanto a mi primer corto, es cierto que era un documental de fútbol. Y me permitió conocer a dos personas que con el tiempo me marcarían: Luis Aragonés y Jabo Irureta. De hecho, hice debutar a Irureta en el cine (se ríe).

-¿Irureta, actor?

-Sí, sí. Le cuento. Estaba preparando ese primer corto y había pedido permiso al club, en concreto a don Vicente [Calderón], para rodar unos planos en la portería del fondo Norte. Llegué allí y era el primer entrenamiento de Luis Aragonés como técnico del Atleti. Se me acercó y me preguntó qué necesitaba. «Un portero y un delantero que chute bien», le respondí. Me ofreció a Irureta y a Pacheco. No sé si estaba más nervioso Luis en su estreno o yo con mi corto. El caso es que mientras él organizaba unos ejercicios y un partidillo, yo filmé con dos cámaras, a alta velocidad, los disparos de Irureta y las paradas de Pacheco. Así me estrené yo como director e Irureta como actor (más risas). Qué gran persona y qué gran entrenador sería después. ¿Ve? Soy colchonero, pero lo que de verdad me gusta es el fútbol. Y con aquel Superdépor, primero de Arsenio, y luego de Irureta, disfruté mucho. ¡Qué equipazo! Donato, Mauro, Fran, que para mí es uno de los mejores tipos creando fútbol que recuerdo. Y Bebeto, aún no me explico por qué no tiró el penalti. Ya sé que la mujer le pidió que no y no estaba en racha, pero...

-Su otro deporte es el boxeo.

-Y el atletismo. De hecho, este fue el único que practiqué. Lo hice hasta los 18 años. Corría 1.500. Pero sí, el boxeo me encanta. De hecho, ahora que estoy aquí esperando la vacuna, que apenas salgo, el fútbol y el boxeo me dan la vida. Me paso el día viendo partidos y combates.

-Dice que era socio del Madrid, pero luego se cruzó el Atleti y se hizo aficionado. Con lo cómodo que podía estar con 13 Copas de Europa. ¿El club colchonero es su particular Julia (personaje de «La herida luminosa»)?

-Yo es que no fui infiel al Madrid con el Atleti. Y no sufro tanto. Hay gente que sí. Pero ya le digo que yo me lo tomo con calma. Por eso, si tengo que darle una personalidad al Atleti, creo que sería más el Humphrey Bogart del fútbol. Un perdedor. Tiene algo misterioso, casi imposible de definir. Es un equipo que se mueve en la estética del cine negro y su fatalismo romántico.

-¿Qué estilo futbolístico está más próximo a su ideal?

-Me gustan muchos tipos de fútbol. El Madrid de Di Stéfano, Puskas... El Brasil de Pelé y Garrincha. La Quinta del Buitre. La selección alemana de muchos partidos. El Atlético de Madrid que jugaba al contragolpe. De hecho, aquel de Irureta fue el primer equipo que alineó un 4-4-2 con ese estilo.

-No incluye el Atleti del Cholo.

-Lleva mucho tiempo. Ha hecho una gran carrera en el club. Casi irrepetible. Ha ganado la Liga, la Copa, la Supercopa... No lo voy a descubrir yo ahora. Pero sí que creo que en los partidos clave debería tener mayor valentía. No dejar que pase el tiempo. A veces se echa demasiado atrás en las grandes citas en vez de ir a por el partido. Eso es lo que no me gusta tanto.

-Ya que veo que se moja, hágalo ahora para escoger un futbolista y un boxeador.

-Futbolista, pues casi Di Stéfano. Pero también están Pelé y Messi. Cada uno con sus facultades. Y boxeador... No he visto a Sugar Ray Robinson, que todo el mundo dice que fue el número 1. También tuvo que ser la leche Rocky Marciano, que se retiró sin perder un combate. De los que he visto, me quedo con Cassius Clay.

-Parece que usted no tiene duda entre Maradona y Messi.

-No, porque he visto casi toda la carrera de ambos y creo que Messi es mejor. Hay muy buenos futbolistas, números uno: Gento, Cruyff, Puskas, Beckenbauer, que innovó dirigiendo desde atrás... Pero si tengo que elegir el mejor, creo que Messi está por encima de Maradona. Por cada gol de este último, Leo ha metido ocho o diez. Eso sí, Diego es probable que haya sido el mejor pie izquierdo de la historia.

-Quizá ahora se proteja más a los jugadores y sea más fácil destacar, ¿no?

-Porque aparecieron las tarjetas y ese fue el gran hallazgo del fútbol. Ahora también está el VAR, que creo añade una complicación más, porque un árbitro puede decir que es penalti y otro que no. Pero yo creo que los buenos siempre estuvieron castigados por los defensas. Y lo siguen estando.

-¿Un combate o un partido?

-No creo que sean ni comparables ni incompatibles, porque, ya lo dijo Joyce Carol: «El boxeo no es deporte». Y tiene razón. Nadie dice que juegue al boxeo... Es más espectáculo. Todo lo que abarca: antes, durante y después... El boxeo está en los límites del cine negro, de gánster... Siempre hay una rubia en la fila 2. Y si es difícil quedarse con un boxeador o con un futbolista, imagínese con un partido o una pelea... Los que vivimos en directo la de Cassius contra Joe Frazier, la recordamos. A mí tampoco se me olvida el Pedro Carrasco-Miguel Velázquez, por el título de Europa. Es la mejor pelea que he visto en directo. Y a nivel futbolístico, la final de la Copa de Europa entre el Madrid y el Eintracht (7-3).