Viñales enseña su mejor versión en Catar

Borja González

DEPORTES

EFE

Las Ducati de Zarco y Bagnaia dejan sin podio al campeón Mir en una carrera que no defraudó y en la que fueron muchos los protagonistas de la pelea

28 mar 2021 . Actualizado a las 22:38 h.

«La Ducati parece muy fuerte, y la Suzuki tiene muy buena pinta también. Y las demás Yamaha han sido también muy rápidas. En estos momentos parece que vamos a tener en Catar una pelea Yamaha-Ducati-Suzuki». Esta predicción de Franco Morbidelli, actual subcampeón del mundo, después del único test de pretemporada 2021 disputado en el circuito de Losail, se confirmó en la carrera de este domingo. Aunque sin papel para el propio Morbidelli, que ni tan siquiera acabó en los puestos de puntos. Yendo actor por actor, Ducati deslumbró en el entrenamiento oficial, con la pole estratosférica de Pecco Bagnaia, y en el inicio de carrera, con una arrancada brutal que dejó a Francesco Bagnaia junto a Johann Zarco, Jack Miller y un sorprendente Jorge Martín, novato en la categoría, copando las primeras cuatro plazas del grupo delantero. La realidad hizo que Martín se fuese descolgando, mientras que por delante se conformaba un grupo de seis pilotos con las dos Yamaha oficiales de Maverick Viñales y Fabio Quartararo, y con la Suzuki de Alex Rins.

El segundo actor, Yamaha, cumplió con sus dos teóricos hombres fuertes, aunque el rendimiento de los dos no fue igual. Maverick Viñales, con la victoria y la estrategia de carrera entre ceja y ceja, lo clavó. «La salida no fue muy bien, pero luego sí que sentí el potencial, he pilotado bien, y he buscado el momento adecuado, salvando neumáticos. Y lo he hecho y he sido capaz de administrarlo todo muy bien. Ha sido un fin de semana increíble», explicaba el piloto de Roses (Girona), que aún se lamenta de la debilidad en la salida de su moto, después de verse abrasado por los prototipos italianos. Aunque, por lo menos esta vez, la partida fue discreta y suficiente.

Por lo que respecta a Fabio Quartararo, el francés pagó un bajón en el inicio del último tercio de la prueba, aunque al final pudo amarrar un quinto puesto que viendo lo hecho por su compañero de equipo puede saberle a poco. El cuarto hombre de Yamaha, Valentino Rossi, se fue deshaciendo como un azucarillo para terminar duodécimo. El tercer actor, Suzuki, también dejó dos caras distintas. Primero, la de un peleón Rins, que parecía tener contralada la situación como para poder aspirar a todo, con el teórico punto fuerte de su moto, esa consistencia que permite a sus pilotos gestionar muy bien los finales de carrera. Aunque el catalán fue perdiendo comba hasta terminar sexto, en una carrera ocho segundos más rápida que la última disputada por MotoGP en el mismo escenario -en 2019 ganada por Andrea Dovizioso- y en la que Viñales pudo mejorar el récord de vuelta rápida que databa de 2016 y que había firmado Jorge Lorenzo.

Remontada de Mir

El paso hacia atrás de Rins contrastó con la remontada del campeón del mundo. Joan Mir, que llegó a estar a casi tres segundos y medio del primero en la vuelta siete y a dos segundos del que terminó ganando la prueba. Fue rebasando rivales vuelta a vuelta mostrando sus galones, hasta llegar a rodar segundo, con las dos Ducati de Zarco y Bagnaia por detrás, muy cerca. Una situación algo peligrosa teniendo en cuenta la potencia de las motos italianas. Un error en la última curva, o una interpretación equivocada de la trazada, entrando demasiado abierto, permitió que Zarco y Bagnaia se pusiesen a su rueda y le destrozasen con su mayor potencia, lo que dejó a Mir en la cuarta plaza final. Un resultado que puede saber a poco, pero que en clave campeonato podría tener un valor relevante después de que el mallorquín saliese desde la décima plaza de la parrilla en un trazado en el que su moto nunca ha estado en el podio.

Por detrás de los teóricos favoritos al título, descontando el pinchazo de Morbidelli y, a falta del regreso de Marc Márquez, terminaron los dos hermanos Espargaró. Séptimo Aleix, con un muy buen rendimiento con la que pasa por ser la peor moto de la parrilla, la Aprilia, y con Pol octavo (a 56 milésimas del mayor de la familia) en su debut con Honda, y tras un fin de semana complicado. Dificultades normales después de haber tenido muy poco tiempo de trabajo con una moto nueva y tan compleja como la RCV. Tiempo del que tampoco han dispuesto los novatos en la categoría, lo que da mucho valor al décimo puesto logrado por el campeón de Moto2, Enea Bastianini.

Los pilotos del Mundial se quedarán en Catar durante esta próxima semana, en un circuito que les dará una segunda oportunidad en una semana, en el bautizado como Gran Premio de Losail.