España sigue sin tener claro su carné de identidad

DEPORTES

IRAKLI GEDENIDZE

La solidez de la selección continúa en cuestión a un partido de la Eurocopa y Luis Enrique no acaba de definir un bloque

29 mar 2021 . Actualizado a las 11:17 h.

Después de empatar con Grecia, Luis Enrique trató de enmendar la moral de la tropa con una de esas boutades que permite la barra del bar del fútbol: «Fue, en defensa, el mejor partido que ha hecho un equipo mío desde que soy entrenador». Lleva dirigidos más de 400. Si esa era la bandera de una selección entonces miope en ataque, ha venido Kvaratskhelia en Georgia para llevársela. Y si el problema era el gol, al que España sigue sin presentar méritos notables, el error en el salto de Giorgi Loria con la campana sonando le ha servido para disfrazarlo.

Se engañaría Luis Enrique si se queda con la última copla.El problema de España es que, a pesar del esfuerzo dialéctico de su seleccionador, y de la épica del último minuto en Tiflis, que evita los titulares apocalípticos, no acabamos de saber qué es lo que hace sufientemente bien la selección como para considerarla candidata a algo. Ni siquiera sabemos si España es la de la primera parte, la de la segunda, o ninguna de las dos.

Luis Enrique volvió a agitar el árbol. Siete cambios respecto a Grecia. Falta un partido oficial para la Eurocopa —ante otra potencia como Kosovo— y, entre alineaciones y convocatorias, España no tiene carné de identidad. La primera parte ante Georgia fue otro cúmulo de imprecisiones, de eso que el seleccionador llamó ante Grecia «errores en el pase no forzados», aplicando la lógica tenística. España no cuenta con un bloque sólido, entre otras cosas, porque ni siquiera tiene ahora mismo un bloque. Al menos, a la vista.

Un apagón obligó a Luis Enrique en la previa al choque a suspender el entrenamiento. Los jugadores se ducharon con la luz de los móviles. España estuvo también muchos minutos a oscuras en Tiflis. Se libró por un destello que no puede cegarle.