Onésimo: «Este partido es una gran opción de alcanzar un objetivo muy alto»

M. V. F. VIGO

DEPORTES

XOAN A. SOLER

El técnico cree que no quedar entre los tres primeros nunca sería un fracaso

14 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Onésimo Sánchez insiste en que su equipo, el Celta B, ve el partido frente al Deportivo como una oportunidad. Avisa de la dificultad, pero se lo plantea a sus futbolistas como un reto ilusionante. Han llegado entre los tres primeros a la penúltima jornada de la primera fase y el objetivo es no moverse de ahí.

-¿Cómo llega el Celta B a esta cita?

-Es un partido con muchas connotaciones y lo afrontamos en un buen momento, con mucha ilusión, con muchas ganas y con el derecho que nos hemos ganado a soñar con lo siguiente.

-¿Hasta qué punto le preocupan las bajas con las que cuentan?

-Siempre preocupan, en el sentido de que todos queremos tener a nuestros jugadores; cuantos más, mejor. Pero es un año en el que estamos relativamente acostumbrados. Entre unas circunstancias y otras, con las fichas que tenemos que están con el primer equipo, nos hemos tenido que adaptar. Lo bueno es que tenemos a todos los chicos metidos y preparados.

-Los jugadores hablan de semana especial. ¿Se vive diferente en el vestuario?

-No nos podemos aislar de todo lo que puede connotar, ya pasó en la primera vuelta, pero creo que también se suma a la sensación de que quedan dos jornadas de la primera fase y los chicos se han ganado el derecho a estar. Es especial por muchas cosas, pero es fútbol, un gran partido, tres puntos importantes. Lo sería igual por la situación que nos toca vivir de cara al final de la fase. Sumando todo, es una semana importante, motivadora. Buscaremos que se compita y se juegue a lo que queremos para tener opciones de llevarnos el partido.

-¿Cómo valora la temporada y la situación del Deportivo?

-Está claro que es un gran equipo y que es una situación extraña por todo lo que conlleva. Nadie se pasea en ninguna categoría. Los rivales siempre son duros, tienen sus virtudes. Pero creo que el Deportivo sigue siendo el rival a batir pese a que no esté en esas primeras posiciones. Con todo lo que ha pasado, sigue con opciones, sigue vivo a dos jornadas del final y eso demuestra su potencial. Y que para nosotros va a ser un partido tan ilusionante como complicado.

-¿Haber ganado en la ida supone más confianza o presión por repetir?

-Presión, nunca. Cada uno se pone la que quiere. Jugar con presión es parte del escenario, hay gente que la adora, que la soporta muy bien y juega mejor con ella, mientras otros se vienen abajo y les entra el miedo. Nosotros lo vemos como una gran oportunidad, sabiendo de la dificultad. El partido de allí nos marcó por lo que supuso, pero ya pasó y lo importante es lo que viene. Lo vemos como una gran opción de conseguir un objetivo muy alto.

-¿Le preocupan el revuelo generado y las expectativas alrededor de este partido?

-No. Al final, el día a día con mis jugadores es mío, eso no me lo quita nadie. Está en nosotros que crean en nuestro mensaje. Lo otro es parte del fútbol y también es bueno que lo vivan si queremos que lleguen a lo más alto.

-¿Ha cambiado la visión que tenía desde fuera de esta rivalidad?

-Los que llevamos tiempo en el fútbol conocemos estas rivalidades. Para mí, son bonitas, no les veo malas connotaciones siempre que sean dentro de los cauces lógicos y los parámetros deportivos. Da colorido al fútbol y hace que sea un deporte diferente.

-¿Sería un fracaso no quedar entre los tres primeros al llegar ahí a estas alturas?

-Primero, no lo contemplo, y segundo, no era el objetivo. Nunca hemos dudado de nada, no hemos quitado la vista a cualquier cosa. Pero ha sido un año complicado en todo, hay que valorar lo que han hecho los chavales. Después del año que llevan, nunca sería un fracaso.

«El fútbol ha perdido la naturalidad»

Onésimo añora sus años de futbolista, pero cada vez disfruta más como técnico. Se ve reflejado en sus jugadores y lamenta que el fútbol ha perdido naturalidad.

-¿Qué balance hace de este año y pico al frente del Celta?

-Vine con el objetivo de trabajar en un club de élite y hemos conseguido que nos vean, que sepan lo que proponemos. Los resultados siempre son lo que cuenta, pero para mí cuentan esas otras cosas: sentirme arropado, trabajar a un nivel alto en cuanto a las condiciones profesionales que busco. Venir fue una decisión acertada. Fue un año raro, pero estoy contento.

-¿Se sentía más realizado como jugador o ahora como técnico?

-Si se pudiera, hubiera sido jugador siempre. Me gusta jugar y el fútbol ha sido mi vida. Ahora llevo tanto tiempo que me siento más entrenador y disfruto de mi profesión, del día a día. Me gusta ayudar a los jugadores a sacar sus condiciones individuales para un colectivo.

-¿Se ve reflejado en sus jugadores?

-Siempre te ves. Hay gente de tu carácter, tu competitividad, con parte de tus condiciones... Ahora ves el fútbol de manera más global, porque tu trabajo es mejorarlos a todos. Pero siempre hay jugadores que te recuerdan a tu manera de verlo en aquella época, a los errores que cometías...

-¿En qué cambio el fútbol para bien y para mal en estos años?

-Tienes muchas más armas y más medios, tanto a nivel físico como psicológico. Pero claramente se ha perdido la naturalidad y prevalecen otras cosas por encima del talento. En el global, sigue siendo fuerte e impredecible y puede con esas cosas que quedan en gustos personales.

-¿Pondría el Onésimo entrenador al jugador?

-Sí, sería importante, pero le mejoraría muchas cosas que no se mejoraron en su momento. La grandeza de un entrenador es mejorar las condiciones de un futbolista, es su gran virtud.