El entrenador del Obradoiro lamenta la pérdida de Robertson en el tramo final
14 mar 2021 . Actualizado a las 01:07 h.Un recital de triples en el último cuarto no fue suficiente para protagonizar la sorpresa en Badalona. El Obradoiro, que realizó un mal segundo cuarto en el que los catalanes adquirieron una ventaja que a la postre fue decisiva, volvió al partido cuando menos se esperaba, en el momento en el que el colectivo local alcanzó su mayor renta. El equipo compostelano mostró su orgulloso y resucitó para, a base de triples, acercarse peligrosamente en el marcador. Los catalanes llegaron a imaginarse lo peor, pero los gallegos nadaron para morir en la orilla. El Obra nunca tiró el partido. Jamás se dio por vencido, cuestión que destacó Moncho Fernández al término del encuentro. El entrenador de Pontepedriña valoró el compromiso de sus jugadores para volver al duelo y poner contra las cuerdas al Joventut.
El técnico, tras caer en Badalona, indicó que «el compromiso del equipo no se puede poner en duda. Mostraron siempre muchas ganas de hacerlo bien». Destacó que el Obra regresó a la pelea por la victoria pese a ir perdiendo por una diferencia de 16 puntos. «Tuvimos capacidad para creer, pelear y seguir luchando por el partido. Casi hacemos la machada porque a falta de pocos minutos nos pusimos a dos puntos en el marcador y con la posesión del balón a nuestro favor», subrayó Moncho Fernández.
El técnico obradoirista calificó de desgracia la pérdida de balón en el medio de la cancha que propició una bandeja de Pau Ribas. Una acción que mató a su equipo cuando podía empatar el partido o ponerse por delante en el marcador. Robertson perdió una ocasión de oro para acorralar a los verdinegros. Esta jugada, reconoció el de Pontepedriña, le hizo daño a la postre al fallar los jugadores visitantes varios triples que les dejó sin opciones de remontar.
Moncho Fernández indicó que el Joventut les hizo «pagar cada error defensivo que cometió el equipo a lo largo del partido». Explicó el responsable técnico del Obradoiro que se quedaba con la segunda parte de su equipo en la que se defendió mejor y sin bajar nunca los brazos. No quiso buscar excusas por la ausencia del pívot lituano Birutis para justificar la derrota. Insistió en que «piensa en positivo» y que los que jugaron en Badalona eran «argumentos suficientes para ganar».