Ferrari sorprende con el SF21 de la resurrección

David Sánchez de Castro COLPISA

DEPORTES

Scuderia Ferrari Press Office

El nuevo monoplaza de Maranello, primero de Carlos Sainz en la escudería, llega con una renovación profunda y sorpresas en su decoración

10 mar 2021 . Actualizado a las 19:25 h.

El Ferrari SF21 vio la luz este miércoles, aunque no de la manera que hubieran querido. Una absurda brecha en la seguridad de su web (bastaba con cambiar la hora del reloj del ordenador) permitió ver el vídeo de presentación horas antes de lo inicialmente previsto, con lo que lo que iba a ser una gran sorpresa perdió bastante efecto. Aun así, el nuevo monoplaza de Maranello no ha dejado a nadie indiferente.

Primero porque no es todo lo rojo que podría parecer. La parte trasera, una de las más trabajadas técnicamente, se difumina en un color más similar al magenta, parecido al que lució la decoración especial del pasado Gran Premio de la Toscana, en Mugello, con motivo de sus 1.000 carreras. El motivo es que quieren homenajear al histórico 125S, el primer F1 de Ferrari. Pero sobre todo lo que sorprende de la nueva librea es el logo Mission Winnow, el leitmotiv que llevan empleando unos años, en un vistoso verde fosforito que nadie esperaba. «No lo vimos venir», admitía Sainz en el vídeo de la presentación.

Técnicamente, este es un Ferrari con muchos retoques. La paupérrima temporada 2020 se cerró con su peor resultado en 40 años. «Se ha revisado la aerodinámica y tiene una unidad de potencia totalmente nueva», afirmó Mattia Binotto, consciente de que el buen rendimiento de este coche marcará su propia continuidad. En concreto han retocado el morro, las suspensiones, el suelo, el fondo plano, los aletines laterales y las tomas de aire. Esto solo en la aerodinámica, ya que en el motor han creado un nuevo modelo totalmente nuevo, el 065/5, que tiene un nuevo ICE (motor de combustión), nueva transmisión y revisión de los sistemas de recuperación de energía eléctrica. Toda una revolución con la que pretenden olvidar el agujero negro del 2020. Sainz y el espejo cóncavo de Ferrari Carlos Sainz, Charles Leclerc, Mattia Binotto, los directores técnicos. el nuevo SF21 tiene muchas miradas puestas en él. En 2020 el desastre fue tal que rozar un podio era casi un milagro, y así lo entendieron todos. Con el madrileño como símbolo de la nueva era que quieren abrir, el alzamiento es obligado.

Ferrari es el equipo deportivo, en general, más ciclotímico del mundo. Pueden conseguir arrasar como casi nadie en cinco años, hundirse sin motivo aparente, resucitar en medio del barro con un piloto que ni contaba para ellos y volver a caer sin sentido. Así han sido, básicamente, 20 años de una estructura que siempre ha adolecido del mismo problema: el departamento técnico. Ni en los años de Michael Schumacher contaron con una clave ganadora en sus monoplazas, sino con camiones y camiones de Bridgestone a las puertas de Fiorano para dar infinidad de vueltas hasta crear los coches perfectos.

Ese gran hándicap lo tienen que paliar con el SF21 dos de los pilotos más jóvenes de la parrilla. Hay que remontarse a 1968 para ver a una pareja de tan poca edad defender el escudo del Cavallino sobre amarillo de Módena, y quieren que esa vitalidad les ampare para dar el salto. No tanto en este 2021 como en 2022, pero sin olvidarse de que deben mejorar en esta temporada que arranca el 28 de marzo en Baréin.

Sainz ya sabe lo que es llegar a un equipo en plena depresión. Cuando fichó por McLaren para sustituir al mismísimo Fernando Alonso (vuelve a pisar por terrenos ya caminados por el asturiano) se encontró a un equipo en plena revolución. Ahí, sin embargo, la figura de Zak Brown sí fue clave. El equipo inglés sería un espejo perfecto para Ferrari, si por el camino se volviera cóncavo, como los del Callejón del Gato que contaba Valle-Inclán.

Binotto no es Brown, ni mucho menos. La etapa de gloria de Ferrari se debió en buena medida al triunvirato que formaron Ross Brawn (director técnico), Michael Schumacher y Jean Todt (jefe de equipo). Desde entonces, la multitud de máximos responsables han hecho cojear por algún lado el proyecto. La gestión de Binotto, un hombre de la casa desde los años noventa, está más que en entredicho y está en buena medida detrás del esperpento de Ferrari vivido en 2020, con Sebastian Vettel marchándose por la puerta de atrás. Sainz llega para intentar enderezar el rumbo en la medida de lo que pueda, pero tiene que estar preparado para que el reflejo que vea en el espejo no sea como el que espera. Si el SF21 ha nacido sano, ayudará a que enderezar el camino y la imagen de la Scuderia.

Sainz y Leclerc, un bromance para triunfar

Contar con dos pilotos jóvenes y mentalidades similares permite que se creen sinergias muy buenas. La mejor prueba es lo ocurrido en McLaren en los últimos años: Carlos Sainz y Lando Norris se llevaron a las mil maravillas, han llegado a trabar amistad y eso se trasladó a la pista.

De igual manera, Ferrari pretende hacer algo parecido con el madrileño y Charles Leclerc. Después de que la relación con Sebastian Vettel saltara por los aires, no quieren que se repita eso, máxime cuando tarde o temprano tendrán que soportar uno y otro las desagradables -pero necesarias- órdenes de equipo. Si en la presentación del equipo (pero no del coche) ya protagonizaron un curioso diálogo, ahora han repetido.

«¿Qué te parece el nuevo coche, Charles?», interroga Sainz a su compañero. «Me gusta, el color se ve más oscuro con respecto al año pasado y esa forma hacia el final. Es muy bonito», dice el monegasco, a lo que el español confiesa que ni ellos mismos sabían que iban a llevar esos detalles verdes. «No nos lo esperábamos, nos enteramos hace una semana o así», revela Sainz, algo que a Leclerc también le pilló a contrapié. «Me va a costar tiempo acostumbrarme», admite su compañero.

La primera oportunidad de ambos al volante de este coche será este viernes, en el circuito de Baréin donde este fin de semana se celebran ya los test. Darán unas diez vueltas cada uno, limitados por reglamento, para comprobar que todo está en orden y de paso hacer una sesión de vídeo y fotos. La hora de la verdad llegará el último fin de semana del mes, con el gran premio inaugural en este mismo circuito.