Otra vez inaccesible en Melbourne

Fernando Rey Tapias

DEPORTES

LOREN ELLIOTT

El serbio brilló en su pista preferida, la Rod Laver Arena, para ganar su noveno título del Open de Australia y sumar 18 grandes, a dos de Federer y Nadal

21 feb 2021 . Actualizado a las 21:11 h.

Lo que parecía que iba a ser una final larga y dura para ambos contendientes, acabó siendo casi un paseo para Novak Djokovic, que ganó por 7-5, 6-2 y 6-2 su noveno título en Australia para 18 grand slams. Medvedev llegaba a esta final pletórico, con 20 victorias consecutivas, 12 seguidas sobre top 10, mientras Djokovic todavía arrastraba dudas de cómo se sentiría de sus molestias físicas si el partido exigía de esfuerzos extra.

Sin embargo el partido solo tuvo de disputado el primer set, porque los dos siguientes fueron casi un paseo para Novak.

La pista preferida del serbio

Las causas, para mí hay que buscarlas, primero, en el escenario: la Rod Laver Arena es la pista en donde Novak ha conseguido sus mejores resultados, donde mejor tenis ha desarrollado, y donde ha notado un ambiente más favorable por parte del público.

Más experiencia del balcánico

En segundo lugar juega la experiencia. Djokovic está sobrado en este aspecto, mientras que el ruso es la segunda final de un grand slam que jugaba, y de la otra, tiene el mal recuerdo de que Rafa Nadal le había remontado un partido que parecía tenerlo ya ganado.

La diferencia del servicio

En tercer lugar y en el aspecto meramente tenístico, el saque era un elemento muy importante en el desarrollo del partido. Daniil tiene un gran primer saque y un segundo accesible para un gran restador como es Novak. Conseguir sacar un gran porcentaje de primeros era vital para sus aspiraciones y su confianza, pero el ruso no tuvo su mejor día, al contrario que su rival, que sacó muy bien y, sobre todo, como los grandes campeones, en los momentos más importantes.

Más recursos de fondo

En cuarto lugar, ambos tienen un extraordinario juego de fondo, siendo capaces de mantener largos peloteos a un ritmo infernal, pero el serbio tiene una mayor variedad y recursos para cambiar el juego cuando es necesario.

Desmoronamiento mental

Y por último el equilibrio mental, lo más importante. Djokovic comienza el partido de forma impecable tomando ventaja de 3-0. El ruso reacciona e iguala a 3. A partir de ahí el juego se iguala, hasta que Novak consigue break en el 5-5 y luego gana el primer set. Un set muy disputado que auguraba una disputada final. Medvedev rompe el saque de su rival en el primer juego, y en vez de aprovechar la ventaja con su saque, empieza con doble falta y desconcentrado pierde un juego decisivo que devuelve la igualdad al marcador. El serbio, mucho más seguro de sus posibilidades se pone 3-1 y, a partir de ese momento, Medvedev se desmorona mentalmente. Con continuas quejas, miradas y charlas hacia su entrenador, se fue diluyendo, sin ningún plan alternativo a la superioridad y fortaleza de su rival.

Soberbio ganador

Gran partido de Novak Djokovic, excelente con el saque, extraordinario como siempre con el resto, muy buena movilidad, imponiendo un durísimo ritmo en el fondo de la pista, aguantando el de su rival, concentrado en todo momento, y con inteligencia para manejar los momentos importantes del partido.

El serbio hizo honor a su condición de número 1, empequeñeciendo la figura de un rival que venía de una racha de triunfos impresionante, y que acabó totalmente desconcertado. El balcánico es sin duda el rey de Melbourne y lo demostró un año más, pero no un año cualquiera. Las enormes dificultades que la pandemia planteó a la organización nos deja una muy buena sensación al ver las gradas con público, sensación que esperemos se repita por todo el mundo, lo que significaría la vuelta a la normalidad.

En definitiva, un comienzo de temporada que se inicia con la victoria de Djokovic, en el que es su mejor torneo. Confiemos en que Rafa cumpla los pronósticos de ganar Paris, y luego tendríamos ya a Federer como otro aspirante a esta carrera de victorias en los grand slams que mantienen los 3.