Tarde de gloria para el racinguismo

DEPORTES

JOSE PARDO

Hacía cuarenta años que el Deportivo no disputaba un partido de liga en Ferrol

21 feb 2021 . Actualizado a las 00:07 h.

El derbi de ayer entre el Racing y el Deportivo era especial para el racinguismo, un partido marcado en rojo desde que se conoció el calendario. Hacía cuarenta años que el club herculino no jugaba un partido de liga en Ferrol. El camino de ambos clubes se disoció hace muchos años, aunque en Ferrol siempre quedó la esencia de esta rivalidad que habían vivido y disfrutado los más veteranos y que transmitieron a sus hijos o nietos.

La pandemia por el coronavirus se llevó por delante la pasión en las gradas, que ayer estuvieron vacías y en las que solo se escuchaban los gritos de los suplentes protestando por alguna acción del árbitro o dando ánimos a sus compañeros.

El colectivo Diablos Verdes colocó distintas pancartas, tanto en A Malata como en alguno de los puentes que hay en los accesos a la ciudad, con lemas en referencia al Racing, a su historia, carácter y dando ánimos para el choque. También llenaron de pancartas la grada de fondo sur, en donde se suelen ubicar. «Anima al equipo de tu ciudad» decía alguna de ellas o «Ferrol, la quinta provincia gallega», otra.

Tan solo un pequeño grupo de aficionados se acercaron al final hasta las instalaciones de A Malata para felicitar a los jugadores, padres con hijos, aunque cumpliendo las más estrictas medidas de seguridad.

El Deportivo, por mucho que ahora se encuentra por diferentes circunstancias en la Segunda B, es un club grande, porque así lo pone de manifiesto su historia y sus títulos. Seguro que algún día podrá reverdecer los viejos laureles.

Por eso, para el racinguismo fue una tarde gloria, un triunfo de los que quedarán para la historia, de los que se sumarán a las estadísticas de los enfrentamientos entre dos clubes, dos clásicos del fútbol gallego.

Una buena imagen

El valor del choque de ayer no estuvo solo en ganar al Deportivo, sino en que fue el Racing el que se llevó el gato al agua en un partido especialmente importante para los dos clubes, que buscan, ya de forma desesperada, meterse entre los tres primeros de un subgrupo de la Segunda B que se está mostrando especialmente igualado y en que son varios los clubes que se postulan para pelear por esas tres primeras plazas de la clasificación que dan acceso a pelear por el ascenso a la Liga de Fútbol Profesional.

No hubo fiesta en las calles de Ferrol, las normas de seguridad por la pandemia no lo permiten, como tampoco en las gradas de A Malata, aunque seguro que muchos racinguistas se sintieron ayer orgullosos de su equipo por el triunfo y por la forma de ganar.