La entrada del argentino da la vuelta al tanto inicial del Betis y el portugués culmina la victoria en el tramo final con un golazo
07 feb 2021 . Actualizado a las 23:36 h.Tuvo que aparecer el de siempre para remontar y también el que nunca aparece para rematar. Así es el fútbol, con sus certezas, como Messi, y su imprevisibilidad, como Trincao. Al portugués, que costó el pasado verano 30 millones, ya nadie le esperaba en Barcelona. Medio año después de su fichaje, todavía no había marcado un gol. Para el primero escogió el momento más oportuno, el que mantiene al Barça en la pelea por la segunda plaza.
Koeman tiene claras las prioridades. La Copa manda y en el Benito Villamarín dejó en el banquillo a Messi, a De Jong y a Pedri, media columna vertebral del equipo. Que solo faltaban por descansar Ter Stegen y Araujo, pues a los seis minutos el central se marchaba lesionado. Lo que le faltaba al Barcelona antes de medirse al Sevilla y al PSG, perder a su mejor defensa, que se torció el tobillo de apoyo en un despeje. El descanso de De Jong no duró ni diez minutos.
La presión ordenada por Manuel Pellegrini dificultaba la salida del balón, y solo Dembélé con sus escurridizas conducciones lograba romper el entramado verdiblanco. Lo que el francés daba en ataque lo concedía en defensa, dejando solo a Mingueza ante las incursiones de Alex Moreno. Ganando la línea de fondo, el lateral zurdo generó las tres primeras ocasiones locales, aunque ninguno de sus pases rasos encontró rematador. Solo un centro de Borja Iglesias desde la derecha acabó en un cabezazo de Juanmi muy desviado.
Casi a la media hora, el Barça tendría su única ocasión antes del descanso. Fue en un saque de esquina botado en corto y que terminó con Jordi Alba buscando el centro desde tres cuartos de campo. La jugada de laboratorio, si la hubo, pilló desprevenida a la defensa bética: Lenglet cabeceó sin marca en el borde del área pequeña, aunque la echó fuera cuando lo más difícil era no dirigirla hacia la portería.
Perdonó el Barça, pero no el Betis. Fekir armó el contragolpe y encontró a Emerson corriendo la banda derecha, mano a mano con Jordi Alba. El lateral verdiblanco, propiedad del Barcelona en un 50%, se adelantó el balón y despachó a Alba en el esprint para colocar un centro raso perfecto al área pequeña. Borja Iglesias solo tuvo que embocarla, y lo hizo entre las piernas de Ter Stegen.
Al descanso, Koeman introdujo a Pedri y en la trama del partido el Barcelona pasó a ser protagonista. Dembélé, el más activo, sentó a su marcador sobre la línea de fondo y cedió la pelota atrás para que Mingueza fusilase y Joel reaccionase con una gran parada. En el dominio azulgrana, eso sí, la más clara la tuvo el Betis cuando Fekir se inventó un pase a la única rendija posible entre los defensas del Barça. Ter Stegen apareció con un papel estelar para sacarle un pie milagroso al disparo de Juanmi.
Koeman le vio entonces las orejas al lobo y decidió acabar con el descanso de Messi. Ahí se terminó la película del Betis porque el '10' no tardó ni dos minutos en marcar el 1-1. Recibió de Dembélé en la esquina derecha del área y ajustó el disparo seco en la base del palo corto. Imparable para Joel, que poco después evitaría el 1-2 en una picada de Dembélé.
El Barça ya no le daba un respiro al Betis. Atacar, presionar, recuperar. Atacar, presionar, recuperar. Así una y otra vez. Era cuestión de minutos que llegase el segundo tanto. Al final, ni diez transcurrieron entre el 1-1 y el 1-2, aunque hay que decir que el Betis tuvo una fortuna pésima. Messi volvió a aparecer para devolverle a Jordi Alba una pared entre cuatro defensas, el lateral puso el pase de la muerte y quien remató a gol no fue Griezmann, errático en su taconazo, sino Víctor Ruiz, que no se esperaba el rebote.
Víctor Ruiz, cal y arena
A pequeña escala, lógicamente, pero Messi también tiene su homólogo en el Betis. En la zurda de Fekir hay más clase que en Harvard, aunque no hace gala de ella tanto como al aficionado le gustaría. Ante el Barça, quiso lucirse. Con su equipo contra las cuerdas, puso una falta lateral de fantasía para que Víctor Ruiz se desquitase del gol en propia con otro en la meta rival.
Tras el 2-2, al encuentro se le abrieron todas las grietas. En cualquier momento podía hacerse añicos. Desaparecieron los sistemas de juego y eso perjudicó al Barcelona, que sufría en el caos. Al contrario, el Betis parecía cómodo y Canales, un generador de desorden, creó las ocasiones de peligro. Las dos más claras, un cabezazo de Víctor Ruiz y un remate de Loren, acabaron despejadas por Ter Stegen.
Sin embargo, y como el azar mandaba en el Villamarín, el partido lo resolvió el actor menos esperado. Trincao le robó la cartera a Víctor Ruiz en la frontal y sin pensarlo dos veces soltó el zurdazo a la red, previo paso por el larguero. Un golazo para estrenarse como azulgrana en el momento más oportuno.
Con su segunda remontada de la semana, la cuarta el último mes, el Barça mantiene el pulso al Real Madrid por la segunda plaza, empatados con 43 puntos. La derrota frena al Betis, séptimo, en su carrera por Europa, que le queda a cinco puntos.
Ficha del partido
Betis: Joel Robles, Emerson, Mandi, Víctor Ruiz, Alex Moreno, Paul (Guido Rodríguez, min. 76), Guardado, Ruibal (Rodri, min. 65), Fekir (Canales, min. 82), Juanmi (Tello, min. 76) y Borja Iglesias (Loren, min. 82).
Barcelona: Ter Stegen, Mingueza, Araujo (De Jong, min. 11), Lenglet, Jordi Alba, Pjanic (Trincao, min. 57), Busquets, Riqui Puig (Messi, min. 57), Dembélé, Griezmann y Braithwaite (Pedri, min. 46).
Goles: 1-0: min. 38, Borja Iglesias. 1-1: min. 59, Messi. 1-2: min. 68, Víctor Ruiz, en propia puerta. 2-2: min. 75: Víctor Ruiz. 2-3: min. 87, Trincao.
Arbitro: Del Cerro Grande (Madrileño). Tarjetas amarillas a De Jong, Dembélé, Busquets y Víctor Ruiz.
Incidencias: Partido correspondiente a la 22ª jornada de Liga, disputado en el Benito Villamarín, a puerta cerrada.