Así se blinda la Xunta ante la picaresca de los salvoconductos del deporte
El Gobierno gallego exige a las federaciones una actualización semanal de las personas con derecho a él
Serán el paso del tiempo y los estudios rigurosos de lo que todos hemos venido haciendo desde el descubrimiento del covid-19 en China en enero del 2020 los que determinen el grado de incidencia de cada actor social, individual y colectivo, en las sucesivas oleadas de la pandemia. En este momento, en mitad de la tempestad epidemiológica y socioeconómica, una de las frases más repetidas por los expertos médicos y científicos habla de la alta responsabilidad mostrada por el 90 % de la población y el daño tremendo causado por el ponzoñoso comportamiento insolidario de ese 10 % restante. La Xunta, administración delegada competente al frente de la lucha contra la presente crisis sanitaria, ha endurecido en los últimos días sus medidas de restricción de la movilidad. Con decretos y órdenes que hilan cada vez más fino para cercar a ese 10 % en beneficio del 100 %. En el ámbito deportivo, su último paquete de medidas incluye mecanismos para poner coto a aquellas personas que pudieran buscar retorcer la letra pequeña de la norma para beneficiarse de las excepciones de un nuevo marco que ha estrechado todavía más la actividad deportiva permitida.