De Josiño a José Juan: el compañero de Aspas que fue el héroe de la victoria del Alcoyano ante el Madrid

DEPORTES

AFP7 vía Europa Press

El meta gallego se convirtió con sus intervenciones, a sus 41 años, en un muro infranqueable para el equipo de Zidane

21 ene 2021 . Actualizado a las 23:44 h.

Hace más de 20 años que un joven José Juan Figueiras (Vigo, 1979) llamó la atención del Celta. José Juan era entonces Josiño y guardaba -tras una experiencia en Valladolid- la meta del extinto Club Deportivo Ourense. A Josiño lo que le gustaba era la pelota. Se crio en un barrio aledaño al estadio de Balaídos y empezó en el fútbol como jugador de campo. «Era interior izquierdo o incluso delantero, pero no metía muchos goles. Con siete años, el entrenador que tenía me dijo: "tú para atrás" y acabé en la portería». Defendió la del Colegio Hogar dos años como juvenil de División de Honor hasta que el Pucela se fijó en él y lo fichó para su filial.  «Era la primera vez que salía de casa y fue una experiencia bonita». Volvió a Galicia, con Ourense como estación. Las tres temporadas que pasó de rojillo el equipo jugó promoción de ascenso. Y las tres se quedó a las puertas de conseguirlo. Le llamó el Celta para su filial, en el que jugaban Iago Aspas y Borja Oubiña.

Marta G.Brea

Un penalti con expulsión de Cavallero, en un partido ante el Racing de Santander, supuso su debut en Primera División. Pinto tenía varicela y José Juan, con 23 años, se vio como protagonista inesperado cuando Lotina le gritó que se preparara. El duelo acabó con empate a dos y le supo agridulce. Los cántabros igualaron al final de un eterno descuento. «¡Seis minutos! El gol del empate me lo marcó Diego Alonso al final de todo, de hecho fue marcarlo y el árbitro pitar el final del partido», comentó luego. Progresar en aquel Eurocelta se hacía complejo y Josiño regresó a Ourense. Volvió a sellar un buen año y el Ciudad de Murcia requirió sus servicios. Fue el punto en el que decidió cambiarse de nombre. «Hasta entonces era Josiño, todo el mundo me llamaba así, pero cuando fui para Murcia tenía que poner el nombre en la camiseta, encima del dorsal y claro, no podía poner Josiño y puse José Juan», confesaba en una entrevista en Lugoslavia. Lo cuenta con el humor que nunca le ha faltado.

Allí comenzó un periplo entre el fútbol murciano y el granadino, que lo llevó también a militar en el Granada 74, el Águilas y acabar firmando por el Granada, que por entonces jugaba en Segunda B. A la sombra del chantadino Roberto pasó tres campañas. A ascenso por año hasta alcanzar de nuevo la cima del fútbol español. Su última temporada fue un suplicio. José Juan no jugaba y el mal fario de las lesiones se había cebado con él. «Me rompieron el pómulo dos veces y me salieron piedras en el riñón. Fueron seis meses en los que pasé más tiempo en el hospital que en los campos de fútbol».

Agenncia Lof

Su contrato expiró y José Juan pasaba el verano en Albacete, a la espera de que el teléfono sonase. Y llegó una llamada desde Lugo. Diego Rivas se había marchado y necesitaban un recambio. «Fui de rebote, por una temporada, y me quedé cinco». Otro ascenso le esperaba, el que llevó al equipo de Setién a la categoría de plata en la que todavía habita. «Fueron los años más felices de mi carrera». En el 2017, cuando finalizó su vínculo con Lugo, lo querían retirar. Cumplía 38 años -nació el día de fin de año- y entendían que se le acababa el tiempo. El Elche le ofreció un contrato y para allá se fue dos temporadas. Jugó quince partidos. 

OSCAR CELA

Otra vez, la sombra de la retirada. «Me cuido mucho, intento alimentarme bien y me planteo mi carrera año a año». Era el verano del 2019 y José Juan cumplía los 40. Pero se resistió a abandonar. El Alcoyano, en Tercera, le ofreció otra prórroga. Quería regresar a la división de bronce. La competición se paralizó con la crisis del covid, pero la federación optó por ascender a los cuatro equipos que tenían que disputar la repesca. «Fue un ascenso raro. Tenía otro año de contrato si ascendíamos y me llamaron para decirme que lo querían cumplir». Y así le dieron los 41. El fútbol le guardaba todavía la propina.

OSCAR CELA

José Juan es un héroe en este municipio alicantino de casi 60.000 habitantes, tras un despliegue de intervenciones que han servido para eliminar al Real Madrid. Se levantó hoy, al día siguiente, y llevó a su hija al colegio. «Los padres me han felicitado, es un premio a mi carrera». La carrera de un obrero del fútbol.