«Macana» de hoy, abono para mañana

DEPORTES

Alejandro Garcia | EFE

29 dic 2020 . Actualizado a las 22:26 h.

Fue antes de la pandemia y por eso parece que han pasado mil años, pero en realidad han transcurrido «solo» 10 meses de la última visita del Eibar al Camp Nou. Aquel partido, justo tras el estallido del Barçagate, será recordado por la mastodóntica pitada que recibió Bartomeu de la grada por sus chapuzas, que ya no tapaban los resultados. Aquello sí fue noticia.

Que el Barça sufriese para rascar un punto ayer ante el conjunto de Mendilibar, que nunca había logrado puntuar en Barcelona, es solo el discurrir trágico de la historia. Nacer, crecer, reproducirse y morir. Y el Barça, pese a que ganaba hace 10 meses, ya estaba medio muerto por dentro. Luego ya llego la pandemia para rematarlo.

Sin Messi, es todavía más difícil disimular el tufo a putrefacción. En aquel Barça-Eibar, los de Setién ganaron 5-0 y Messi marcó cuatro goles. El argentino no estaba ayer y solo consiguieron marcar uno. Parece lógico. Podrían haberse llevado los tres puntos de no ser por una «macana» —así lo definió el protagonista— de Ronald Araújo en defensa, regalándole un uno contra uno a placer a Kike García.

En Uruguay y otros países, una «macana» es un «hecho o situación que produce incomodidad o disgusto». El zaguero charrúa no solo nos enseñó ayer una palabra, sino responsabilidad, pidiendo hablar ante los micrófonos tras un error que le costó otros dos puntos al equipo. Ese es el carácter que ha de exigírsele a la nueva hornada de talento culé, aún en pañales. Porque lo que huele a podrido debe ser abono de lo que llegará.