Los últimos de la Polideportiva inundan de nostalgia el regreso del Leyma a «casa»

DEPORTES

CESAR QUIAN

El equipo del 2010-2011 hace repaso a sus memorias de una cancha que hoy vuelve a recibir como local al Básquet Coruña

18 dic 2020 . Actualizado a las 12:36 h.

Hoy el Leyma tiene una noche ajetreada. Jugar un partido de baloncesto, afrontar una mudanza, adaptarse a un cambio de pista, viajar al pasado y manejar la nostalgia. Todo eso toca ante el Oviedo (20 horas, LaLigaSportsTV), que, aún encima, es la bestia negra del conjunto coruñés. Un partido que, casi una década después, volverá a tener como escenario la Polideportiva de Riazor por la coincidencia de horarios con el Liceo en el Palacio.

Lino López, Seijo, Javi Lucas, Esmorís, Darío Suárez, Charlie Uzal o Sergio Tomé formaban parte del día a día de aquel Básquet Coruña con Antonio Pérez en el banquillo que en la campaña 2010-2011 vivía su última temporada en la humilde cancha. Pero llena de recuerdos. El Palacio es un pabellón mejor, con mayor aforo y mejores instalaciones. Pero la afición coruñesa mira con nostalgia a la Polideportiva. Ese amor aún no se ha superado.

«Son muchos años. Desde que me fui para A Coruña con 16 años, siendo juvenil. Estaba en el Sondeos y ya entrenaba allí», recuerda Antonio Seijo, jugador de aquel Leyma 2010-2011, sobre una pista que es bastante más antigua que el propio club. «Era casi como mi segunda casa. Cuando no había entrenamiento tenía las llaves e iba a entrenar yo solo o con Gus Gago, que ya estaba. Todo el verano, acababa la temporada y como yo me quedaba aquí, seguía entrenando. No sé si alguien habrá pasado más horas en la Polideportiva que yo», explica Seijo, que ahora, tras retirarse, regenta una panadería en Betanzos. Nunca llegó a jugar en el Palacio. Tampoco Esmorís, miembro también de aquella plantilla en su último año como profesional. «A nivel de equipo, teníamos una buena mezcla. Con chavales jóvenes como Javi Lucas o Hidalgo. El ambiente era muy bueno. Pero a nivel de resultados no nos fue lo bien que esperábamos», recuerda mientras hace un parón en el estudio de las oposiciones que prepara.

Lino López, mítico director de juego coruñés de aquellos años, fue otro que tampoco llegó a vestirse de naranja en el Palacio. Él sigue ligado al baloncesto, a los mandos del Baxi Ferrol y con pasado en las categorías inferiores femeninas de la selección. «Se rumoreaba durante la temporada que íbamos a cambiar de pabellón. Te da pena porque estuve muchos años entrenando allí, jugando partidos memorables en un ambiente espectacular. Evidentemente el aforo o la pista no eran a veces los adecuados, pero sí tenía esa magia de pista pequeña donde el rival siempre sufría.

Casi todos ellos, cuando hablan de un partido, apuntan al mismo lugar. El filial del Real Madrid y el año 2008, el del ascenso a LEB Plata. «Es mi mejor recuerdo. No cabía ni un alfiler. Fue una victoria inesperada contra un equipo de futuras estrellas. Ese partido y ese ambiente, previo al ascenso, es inolvidable», explica Lino.

A Darío Suárez, Sergio Tomé o Charlie Uzal, la Polideportiva también les traslada a aquel partido. Es inevitable. «El pabellón ha dado mucho de sí», reconoce Darío, que ahora trabaja de ingeniero en Noruega. Tras un último año como profesional en Marín, hace año y medio que hizo las maletas para trabajar en el país escandinavo. Primero en Oslo y ahora en Trondheim.

Charlie Uzal, que lleva toda una vida ligada a esta entidad y que ha sido de todo en este club, tiene aún un recuerdo nítido de todo aquello. «El cambio fue un poco brusco. La Polideportiva se llenaba fácil, con poca gente parecía la bomba. Pasas al Palacio, que es inmenso, y al principio estaba muy desangelado. Recuerdo los primeros partidos. Decíamos: ‘‘Es mejor volver a la Polideportiva”», recuerda. Su gran pena es que, con el paso de los años y el crecimiento del equipo, la presencia de canteranos en el primer equipo haya desaparecido

Canterano era por entonces Sergio Tomé, que compartía entrenamientos con el primer equipo. También habla de la presión a los árbitros desde una grada tan pegada, del «éxtasis» ante el Madrid que vivió desde el banquillo y de algún accidente. «Contra el Badajoz, en un día de estos de temporal terrible, cayó un cascote del techo al lado de la mesa de anotadores. Hubo que parar el partido. Si le da a un árbitro, lo mata», rememora. Historias de la Polideportiva.

Antonio Pérez en la ACB, Lucas en Plata y Tomé al micrófono

Antonio Pérez Caínzos continúa su carrera en los banquillos como ayudante de Joan Plaza en el Betis de ACB, cargo para el que le llamó Curro Segura. Javi Lucas, jugador del Leyma en dos etapas que le llevaron a pisar la Polideportiva y el Palacio, sigue jugando en el Círculo Gijón de LEB Plata. «Es una buena ciudad, muy parecida a Coruña pero por lo que estamos viviendo toca más ir de casa a entrenar. No disfrutas como pude disfrutar mi época en A Coruña», lamenta. Tomé, por su parte, sigue hoy ligado al club y es el «speaker» durante los partidos.