El médico de Maradona, investigado por negligencia en la muerte del ídolo

La Voz REDACCIÓN

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Maradona con su médico, Leopoldo Luque
Maradona con su médico, Leopoldo Luque Efe

La justicia ordena el registro de la casa y el consultorio de Leopoldo Luque, en buca de documentación probatoria de posible «homicidio culposo».

29 nov 2020 . Actualizado a las 20:29 h.

Leopoldo Luque, médico personal de Diego Armando Maradona, está siendo investigado por presunta negligencia en los cuidados del ídolo argentino, fallecido el miércoles a los 60 años de una parada cardiorrespiratoria. La justicia ordenó este domingo el registro de la casa y el consultorio de Leopoldo Luque, de 39 años, en búsqueda de documentación probatoria de posible «homicidio culposo», que no significa una acusación para la ley argentina, sino una hipótesis de provocar una muerte de forma involuntaria, como en el caso de un accidente de tráfico. Fuentes judiciales aclararon a la agencia estatal Télam que esta notificación no implica un llamamiento a declarar ni una medida restrictiva de la libertad, sino que se le informa que está siendo objeto de una investigación por la posible comisión del mencionado delito.

Decisivas en la causa han sido los testimonios de Dalma, Gianinna y Jana, hijas del legendario futbolista, que se manifestaron disconformes con el modo de tratamiento que se dispuso en la residencia de Maradona en el distrito de Tigre, a 35 kilómetros de Buenos Aires. «Siguen las tareas investigadoras y la sustanciación de la prueba en curso, tomándose algunas declaraciones testimoniales, incluidas de familiares directos», aseguró en un comunicado la Fiscalía General de San Isidro, al norte de la capital argentina. «En virtud de la prueba que se fue recabando, se consideró necesario solicitar allanamientos en el domicilio y consultorio del médico Leopoldo Luque», añadió. Los procedimientos se disponen de forma paralela al fenómeno mundial de homenajes que se llevan a cabo en todo el mundo a quien fue uno de los deportistas más grandes de todos los tiempos y una personalidad que excedió el universo de los terrenos de juego con su rebeldía en defensa de los sectores humildes y desposeídos. Las diligencias fueron ordenadas por el fiscal general de San Isido, John Broyard. Se busca documentación que permita eventualmente cambiar la carátula de «averiguación de causa de muerte» por la de «homicidio culposo», según las fuentes judiciales. Se indicó en el expediente que no había un desfibrilador en la casa por si se producía un episodio de paro cardiorrespiratorio, en virtud de que Maradona sufría desde hace 20 años una cardiodilatación, que aumenta el tamaño del corazón y le podía poner en peligro su vida.

Maradona fue operado el 3 de noviembre de un hematoma en la cabeza. Antes sufría malestar, deshidratación, un andar dificultoso por una operación de rodilla y la depresión de los ocho meses de confinamiento para protegerse de la pandemia del coronavirus. El 15 de noviembre fue dado de alta. Un antiguo médico suyo, Alfredo Cahe, recomendaba seguir la internación en un centro especializado. Se dijo que Maradona se negaba y que quería ir a su nueva casa en el barrio San Andrés, al norte de Buenos Aires.