Muere Tito Fariña, uno de los pioneros del surf gallego, el inventor del mar

La Voz A CORUÑA

DEPORTES

Roberto  Tito  Fariña, a la izquierda, junto a la furgoneta
Roberto Tito Fariña, a la izquierda, junto a la furgoneta Luis Bericua

Llevaba medio siglo encima de una tabla y además se fabricaba todo el material en su taller de Monte Alto

14 dic 2020 . Actualizado a las 20:00 h.

Era un hombre inquieto, transparente, con carácter y una capacidad inagotable para inventar y arreglar cosas; pero, por encima de todo, un enamorado del mar y fiel amigo de sus amigos. Superados los setenta seguía levitando sobre las olas e innovando en su taller de Monte Alto. Su cabeza no paraba. Sus manos tampoco. Arreglaba lo imposible de arreglar y se las ingenió para fabricar sus propias tablas y neoprenos hasta hace relativamente poco. Ese era Roberto Fariña, conocido como Tito o El Viejo, uno de los pioneros de su deporte en Galicia. Su muerte llenó de dolor ayer al surf coruñés. No en vano fue uno de sus referentes durante medio siglo junto a otra leyenda, Francisco Rufino Tizón.

Tito descubrió el surf en 1970 mientras buceaba pescando pulpos y calamares. Él era de una familia humilde y fue en ese momento cuando sacó jugo a su otra pasión, la de ingeniero artesano del mar (aunque también le apasionaba arreglar o crear toda clase de artilugios como bicicletas o aparejos). Junto a Rufino formó una primera grupeta de ocho intrépidos que se lanzaron a descubrir las playas gallegas para la práctica del surf.

Pero Tito era además muy querido en el surf de la comarca. En las acampadas, él era el que se encargaba de buscar leña, el que se ocupaba de pescar pulpos para la cena mientras los jóvenes dormían. Lo hacía sin que nadie lo pidiera. Él era así de entregado con sus amigos. Siempre en silencio. Sin hacer ruido. El Viejo fue el referente de muchas generaciones, pero él nunca quiso protagonismo. «Pregúntale a mis amigos», replicaba cuando se interesaban por contar su historia.